sábado, 28 de octubre de 2017

“Thor: Ragnarok” (2017) - Taika Waititi


Sinopsis oficial: Thor está preso al otro lado del universo sin su poderoso martillo y se enfrenta a una carrera contra el tiempo. Su objetivo es volver a Asgard y parar el Ragnarok porque significaría la destrucción de su planeta natal y el fin de la civilización Asgardiana a manos de una todopoderosa y nueva amenaza, la implacable Hela. Pero, primero deberá sobrevivir a una competición letal de gladiadores que lo enfrentará a su aliado y compañero en los Vengadores, ¡el Increíble Hulk!

Comentario

A la tercera va la vencida. O al menos eso debe pensar ahora la inmensa mayoría del fandom tras el estreno de esta tercera entrega del Dios del Trueno marvelita.
La escasa aceptación que tuvieron las dos primeras partes (especialmente la primera), sin duda ha inclinado al estudio a forzar una ligero lavado de cara de la saga, el cual  no pasa solamente por el corte de pelo de Thor/Chris Hemsworth, sino por potenciar la vena humorística que ya asomaba el cogote en “The Dark World”.

Aunque no sea el Vengador favorito del público (ese puesto se lo disputan Iron Man y Capitán América), está claro que el personaje funciona bien en las películas grupales de Los Vengadores, así que sólo era cuestión de encontrarle el tono adecuado. 

En vista de que el humor de la segunda entrega reconcilió a algunos fans y parte de la crítica con el superhéroe asgardiano, y que las dos Guardianes de las Galaxia se encuentran entre las más taquilleras del estudio, parecía evidente cuál era el camino a seguir.

De entrada, la elección del director australiano Taika Waititi, responsable de simpáticas comedias como “What We Do in the Shadows” y “Hunt for the Wilderpeople”, ya da una idea bastante clara de por dónde van a ir los tiros. De hecho, él mismo fue el responsable de escribir y dirigir el jocoso corto “Team Thor” que acompañó al estreno de "Capitán América: Civil War", y que de un modo muy cómico trataba de justificar la ausencia del personaje en aquella película (algo que un ofendido Thor reconocía no entender muy bien).

Taika ha llevado Thor a su terreno, convirtiendo ésta Ragnarok en una delirante y extravagante fiesta cargada no sólo de la tralla pirotécnica habiual de las producciones marvelitas, sino también de un gran sentido del humor basado muchas veces en la autoparodia. Sin ir más lejos, la habitual arrogancia de Thor pasada por ese filtro consigue hacer crecer al personaje, haciéndolo mucho más divertido y entrañable. Sus puyitas con Hulk, como si fueran dos críos pequeños, ponen énfasis en esa rivalidad ya marcada por Whedon en la primera película de Los Vengadores. Y tres cuartos de lo mismo ocurre con su hermano Loki, cuya relación de amor-odio fraternal sigue funcionando pese a lo resabido y quizás algo repetitivo de su situación (las argucias del Dios del Engaño siguen haciendo de él alguien de poca confianza).


Por otra parte, ha desaparecido de la ecuación Jane Foster, ese interés amoroso que nunca terminó de interesarnos (salvo por ver a Portman) y que de seguro nadie va a echar de menos (salvo por ver a Portman). 

A falta de Sif y los Tres Guerreros, compañeros habituales y fieles escuderos de Thor, el equipo se refuerza, por un lado, con la presencia de un viejo conocido, Hulk, personaje que sigue clamando una nueva oportunidad en solitario; y por el otro, echando mano de sangre nueva, como la recia valkiria interpretada por Tessa Thompson. Así como otros personajes más secundarios.

Otro elemento clave en el buen funcionamiento de esta secuela es esa poderosa y pérfida villana en manos de Cate Blanchett, un mala muy mala a la que quizás el tono generalmente desenfadado de la película le reste la verdadera grandeza que podría haber alcanzado de haberse tomado todo algo más en serio. A fin de cuentas, la sangría de vidas asgardianas que se cobra Hela en su propósito por reinar en Asgard no son pocas, ni mucho menos.

También merece una mención especial ese gracioso villano en segundo plano que se marca Jeff Goldblum, así como algunos inesperados cameos al principio de la función (al tanto con los dos actores de la representación teatral).

“Thor: Ragnarok” se erige así  como un fresco y divertido entretenimiento muy deudor del éxito de los Guardianes de James Gunn, ya no sólo por el tono de cachondeo constante que impera a lo largo del metraje sino también por ese ligero toque ochentero que rezuma la cinta (la tipografía del título, la banda sonora marcada por los sintetizadores, etc.).

El Thor más divertido y más poderoso que nunca encuentra al fin la película que le hace justicia.


P.D.: Personalmente, considero “Thor: The Dark World” una secuela muy digna y entretenida, no así “Thor”, que aun pareciéndome correcta en su momento, pecó en demasía de boba. 


VALORACIÓN PERSONAL: 


 

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