viernes, 30 de diciembre de 2011

Amazing Movies Awards 2011

Amazing Movies Awards 2011


A falta de muy pocas horas para que termine el 2011 y empiece el 2012, es el momento en el que muchas webs y blogs de cine hacen balance publicando sus listas de lo mejor y peor del año. Hay listas de todo tipo, desde las que escogen las mejores y peores películas del año hasta las que seleccionan lo mejor y peor en materia de promoción, es decir, en tráilers y pósters.

Sobra decir que todas estas listas están sujetas a valoraciones absolutamente subjetivas, por lo que no necesariamente hay que tomárselas como una referencia fidedigna de lo que han dado de sí estos (casi) 365 días. Obviamente, cada uno tiene su propia opinión, y esa es la que verdaderamente cuenta, por lo que habrá listas con las que se difiera más y otras con las que se difiera menos. No obstante, a veces resultan bastante útiles para profundizar un poco más en los gustos de quienes las elaboran.

Un servidor acostumbra a realizar este tipo de lista en su otro blog, pero este año he decidido importar la idea también a Amazing Movies, si bien he intentado confeccionar una lista que difiera un poco de las que se suelen encontrar en la red (aunque tampoco sea el colmo de la originalidad). De entrada, la especialización del blog en cine de género (fantástico, ciencia-ficción, terror, acción y aventura) me obliga a centrar mi selección en ese tipo de películas, por lo que se van a echar en falta otras propuestas que pertenecen a géneros como la comedia o el drama (véase “The Artist” o “Un dios salvaje”, que me parecen dos de las mejores películas del año).

Dicho esto, aquí es dejo mi particular selección de lo mejor de 2011 en distintas y variadas categorías. Podéis coincidir y discrepar todo lo que queráis, y si se os ocurre alguna categoría que pudiera ser oportuno incluirla, no dudéis en decírmelo para que la tenga en cuenta para el próximo año.

Mejor Héroe y/o Heroina

Ex aequo: Capitán América / Steve Rogers & Conductor

Uno, de buen corazón y nobles valores; el otro, un antihéroe con mucho estilo.







Babydoll

Una Emily Browning vestida de colegiala y en plan lolita, armada con una katana y matando dragones difícilmente encuentre rival en esta categoría. Si encima nos deleita con unos sensuales bailecitos, mejor que mejor.







Mejor Villano y/o Villana

César - Si el demente pervertido interpretado por Luís Tosar no es el mayor hijo de Satanás que ha dado el cine de este año, no sé cuál lo es. Un ser despreciable que no me gustaría tener ni como portero ni como vecino.

Madre Gothel - Malvada y egoísta como ella sola. Se aprovecha de la cándida inocencia de Rapunzel para mantenerse joven eternamente.




Mejor Personaje Animado

Ex aequo: El gato con botas / Rango

Personaje carismático que ha sabido desligarse de la maltrecha saga Shrek para triunfar en solitario.

Peculiar antihéroe que necesita fingir quién no es para terminar encontrándose a sí mismo.



Mejor Monstruo

De luminosas fauces, pelaje negro como el tizón y con muy malas pulgas, estos bichejos venidos del espacio exterior siembran el caos en un barrio londinense. Suerte que una banda de jóvenes pandilleros les planta cara en "Attack The Block".





Mejor Secuencia de Acción

Ex aequo: Asalto al tren en “A todo gas 5”, por su descarga de adrenalina; derribo del edificio en “Transformers 3: el lado oscuro de la luna”, por su espectacularidad; y escalada al rascacielos Burj Khalifa de “Misión Imposible: Protocolo fantasma”, por su ausencia de dobles y su reducido empleo de CGI.



Mejor Secuencia de Terror o Gore

La cosa atacando a su siguiente víctima en “The Thing” (2011). Repitiendo/copiando la fórmula que su predecesora, pero con respeto y dignidad.







Mejor Pelea


Ex aequo: “Drive” por la sacudida en el ascensor; “A todos gas 5” por el cara a cara Diesel vs Johnson e “Immortals” por ver a los Dioses hacer pedazos a los Titanes.



Mejor Debut como Director

Joe Cornish por “Attack The Block”, por recordarnos a la mejor serie B gamberra de los 80 sin necesidad de homenajear ni beber de nadie (aprende, J.J. Abrams)











Mejor Secuela, Precuela o Remake

Sin lugar a dudas, la sorpresa del año en lo que a cine comercial se refiere, aunando pirotecnia con una buena historia.







Mejor Película Basada en un Cómic

Ex aequo: “X-Men: Primera generación”, una sólida película de superhéroes con dos buenos personajes/actores al frente. Si todas las películas de este subgénero fueran así, otro gallo cantaría.

Capitán América” un muy entretenido pulp de aventuras y, probablemente, la mejor película de superhéroes de Marvel.


Mejores Títulos de Crédito

Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio” por sus créditos iniciales y “Capitán América” por sus créditos finales. Una gozada visual que podéis ver aquí y aquí.




Mejores Efectos Especiales


El origen del planeta de los simios

Sin ser perfectos, son capaces de transmitirnos los sentimientos de un simio al que da vida magistralmente Andy Serkis.








Mejor B.S.O.

Aunque probablemente sea una de las peores comedias/parodias de la historia (y, de lejos, la peor comedia del año), su épica banda sonora a cargo de Steve Jablonsky (uno de los alumnos aventajados de Hans Zimmer) merece ser recordada aparte.








Mejor Canción No Original


Ex aequo: Kavinsky & Lovefoxxx – Nightcall / College - A Real Hero (feat. Electric Youth) / The Heavy - Short Change Hero

Las dos primeras pertenecientes al soundtrack de “Drive” y la última al de “Sed de venganza (Faster)” (curiosamente ambas películas con un protagonista conductor de coches). Imposible decidirse por una de ellas. Para escuchar una y otra vez en el reproductor que tengas más a mano.


Mejor Póster

Ex aequo: Las tres primeras se han estrenado ya y las otras dos restantes lo harán en 2012.


















Mejor Trailer

Ex Aequo: No hay duda que los trailers de las dos primeras eran mucho mejores que las propias películas. De las otras tres restantes que se estrenarán en 2012, se espera mucho de Prometheus y El Hobbit.












Mejor Película de Animación

Ex aequo:

Con “Enredados”, Disney le dio una vuelta de tuerca a los cuentos de princesas y recuperó la magia de antaño.

Con "Arthur Christmas", Aardman y Sony consiguieron un clásico navideño instantáneo.


Mención Especial

The Raid - Si no la mejor, una de las mejores películas exhibidas este año en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Brutal película de acción y artes marciales que por el momento no ha llegado a nuestras carteleras (y no sabemos si lo hará).

















sábado, 24 de diciembre de 2011

Felices Fiestas a todos!!

Amazing Movies Felices Fiestas
Éste año me acompaña el bueno de Gizmo (que, como podéis ver, se ha vestido para la ocasión) para ayudarme a felicitaros estas fechas, así que sin más dilación:




Que tengáis una buena Navidad!!

jueves, 22 de diciembre de 2011

“Immortals” (2011) - Tarsem Singh

Crítica Immortals 2011 Tarsem Singh
Cuando en Hollywood les da por una temática, no hay quién les ponga freno. Y desde hace algunos años, parece que la Antigua Grecia y sus mitos se han puesto de moda para ser llevados a la gran pantalla con toda la espectacularidad que requieren sus historias y la que permiten las nuevas tecnologías.

Una de las primeras apuestas que llegaron a nuestras pantallas fue “Troya”, basada en la Ilíada de Homero y que contaba con 175 millones de presupuesto y un reparto repleto de caras conocidas. Tres años más tarde se estrenaría la visualmente rompedora “300” de Zack Snyder, que adaptaba un cómic de Frank Miller inspirado en la famosa batalla de las Termópilas (480 a. C.). Y finalmente el año pasado tuvimos dos películas que centraron sus esfuerzos en el mito de Perseo: “Percy Jackson y el ladrón del rayo”, basada en una serie de novelas juveniles, y “Furia de Titanes”, remake del filme homónimo de los ochenta.

Precisamente mientras teníamos a ésta última en cartelera, se estaba gestando ya la película que nos ocupa, “Immortals” (antes conocida como Dawn of War y posteriormente War of the gods).

Eones después de que los Dioses vencieran a los Titanes, un nuevo y maléfico peligro se cierne sobre la Tierra. Enloquecido por el poder y la sed de venganza, el rey Hiperión (Mickey Rourke) declara la guerra a los hombres. Después de reunir a un ejército sediento de sangre, Hiperión quema Grecia a su paso mientras busca un arma de poder inimaginable, el legendario arco Epiro, hecho por Ares en el Olimpo. Con dicho arco, Hiperión pretende liberar a los titanes, que llevan encerrados detrás de los muros del monte Tártaro desde el principio de los tiempos y claman por vengarse.

Si el rey lograra su propósito, significaría el fin de la raza humana y la aniquilación de los dioses. Pero la ley prohíbe a estos últimos entrometerse en los conflictos de los hombres, por lo que no pueden interferir para detener a Hiperión. Su única esperanza reside en un campesino llamado Teseo (Henry Cavill), un hombre fuerte y valiente capaz de liderar a los griegos en su lucha contra las hordas del malvado rey.

Lo último del director de espantosa “La Celda” y la aborrecible (aunque visualmente cautivadora) “The Fall” se adentra en la mitología griega a partir de la Titanomaquia o Guerra de los Titanes, un seguido de batallas que, durante diez años, enfrentaron a los doce Dioses del Olimpo contra sus predecesores los Titanes. En esta guerra anterior a la existencia de la humanidad, los dioses vencieron y encarcelaron a los enemigos supervivientes en el monte Tártaro.

Este es el punto de partida que sirve a los guionistas para desarrollar una historia que en poco o nada se parece a las hazañas del Teseo de los poemas de la Grecia clásica.
Asumido esto, y que la esquemática trama es una mera excusa para desplegar una orgía de sanguinaria violencia, no queda más remedio que dejarse llevar por este espectáculo tan claramente deudor de los espartanos de Zack Snyder (del mismo modo que lo es la serie de televisión “Spartacus: sangre y arena”).

Y es que es evidente que “Immortals” bebe claramente de “300” en muchos aspectos; entre ellos está el de la escenografía, pues se emplea con generosidad el uso de la pantalla verde para ahorrar en decorados y poder recrearse en la concepción de los vistosos y a veces imposibles escenarios. De ahí que al igual que aquella, todo resulte tan descaradamente artificial pese al elevado grado de perfeccionismo de Singh y de su equipo de efectos digitales. Es un precio (no muy alto) que hay que pagar si se opta por rodar de este modo, algo que sin duda es preferible hacer cuando se cuenta con un presupuesto medianamente holgado, pues de lo contrario puede salir algo tan cochambroso como “Crónicas mutantes”, aquél aborto directo a Dvd que protagonizó Thomas Jane.


Otros aspectos que nos recuerdan a la cinta de Snyder son sus musculados/fibrosos protagonistas masculinos que exhiben sus endurecidas abdominales con orgullo (bien porque con el torso desnudo se lucha mejor, bien porque sus ropajes ya de por sí carecen de tela y/o cuero suficiente para cubrirles como es debido), y el uso de la cámara lenta (y sus consiguientes ralentíes) especialmente para las encarnizadas batallas. Esto último, la cámara lenta, ya era propio de Singh, así que no se puede decir que haya copiado nada, sino más bien que el estudio acertó de pleno encargándole a él la dirección de algo que tenían muy claro cómo debía ser.

Pero dejando de lado las inevitables -y casi siempre odiosas- comparaciones, y reconociéndole a “Immortals” algo más de guión del que disponía “300” (la trama de una podría resumirse en cuatro líneas, dos más que la de la otra), es innegable que como producto de entretenimiento es de muy fácil digestión dada la simpleza de una historia que ofrece el ya clásico enfrentamiento entre el bueno muy bueno y el malo muy malo. Son prácticamente dos horas que se pasan en suspiro, que ya es algo.

Evidentemente, su mayor baza (o la única) son sus espectaculares escenas de lucha, en donde hombres y dioses blanden y cruzan sus espadas contra el enemigo, asestando duros golpes, hundiendo su acero en el estómago de quiénes quieren verles muertos, cercenando alguna extremidad al alcance de sus afiladas armas o esparciendo sesos por el suelo. Una marea de brutalidad que a su paso no deja más que cadáveres y charcos de sangre, y con la que el espectador ávido de “pornográfica” violencia disfrutará de lo lindo. Y todo ello aderezado con una estruendosa y épica banda sonora a cargo de Trevor Morris (Los pilares de la Tierra, Los Tudor).

Lo historia aquí no es más que una mera comparsa del despliegue visual preciosista, presuntuoso y en ocasiones hortera (esos cascos imposibles dignos de un desfile de moda kitsch y/o fetichista que lucen los Dioses o el propio Hiperión) de un Tarsem Singh más desatado que nunca. Y aunque sus libertades frente al Teseo clásico sean incontables, lo cierto es que aprovecha de la fuente original algún que otro segmento para reconstruirlo y reinterpretarlo a su manera, como bien puede observarse en el enfrentamiento que protagonizan Teseo y la “Bestia” (uno de los mastodónticos caudillos de Hiperión) en un laberíntico camposanto, y que claramente emula al mito de “Teseo y el Minotauro”.


Lo de endosarnos un impostado romance (con escena de sexo incluida) entre Freda, la visionaria sacerdotisa interpretada por la guapísima Freida Pinto, y Teseo, ya no queda tan bien insertado, pero se lo perdonamos porque en lo que resta de metraje la presencia de la muchacha es meramente anecdótica, y su escarceo amoroso/sexual (SPOILER-- o el resultado del mismo --FIN SPOILER) únicamente adquiere significado en el desenlace.

De lo esperpéntico de algunas caracterizaciones mejor no hacer más sangre, pero lo cierto es que estos dioses no tienen la presencia que se les presume a unas deidades, ni Zeus (un Luke Evans que sube de categoría tras interpretar –muy fugazmente- a Apolo en “Furia de Titanes”) goza de la impronta de alguien que gobierna el Olimpo. La trupe del Dios del Trueno, que reúne a dioses y semidioses -y hermanos e hijos- por igual (Atenea, Poseidón, Heracles…) se me antoja muy juvenil, y el conjunto de Titanes resulta demasiado homogéneo e impersonal (un grupito –al parecer interminable- de tipos sucios y medio desnudos)

Por ello, quién acaba infundiendo mayor respeto y temor es Hiperión, un simple mortal y un villano estremecedor en la piel de Rourke.

Por su parte, el héroe protagonista lo interpreta un convincente Henry Cavill, lo que nos permite hacernos una idea de lo que nos deparará su encarnación del superhéroe por antonomasia en la futura “Man of the Steel”, el Superman de Zack Snyder (bajo la batuta de Christopher Nolan) que promete hacernos olvidar (si no lo hemos hecho ya) el fallido intento de Bryan Singer.

Con todo, el ampuloso y beligerante festín que ofrece “Immortals” sólo complacerá (en mayor o menor medida) si se rebajan las exigencias y se entra desde un principio en el juego que nos propone.

Volviendo a las comparaciones, resulta menos divertida y emocionante que “300” (Leónidas era mucho Leónidas), pero igual de entretenida y hueca. Visto lo visto en los tráilers y dirigiendo quién dirige, podría haber salido algo peor (y difícilmente algo mejor).

P.D.: ¿Nadie más se acuerda del arquero de “Dragones y Mazmorras” (la serie de dibujos ochentera) al ver en acción el legendario arco Epiro?




Valoración personal:


Mi Wishlist 2012 de Fnac

Wishlist 2012 Fnac

Los grandes almacenes Fnac repiten este año la acción “We wishlist a Merry X-Mas” exclusiva para blogs, y un servidor no ha querido desaprovechar la oportunidad para volver a probar suerte.

Y en qué consiste esta iniciativa para bloggers, se preguntarán algunos. Pues se trata simplemente de elaborar una lista de regalos que te gustaría recibir y/o que recomendarías a tus lectores para regalar a la familia y a los amigos. ¿Y qué es lo que se gana? Pues un vale por valor de 2.012€ para gastar en fnac.es.
Enlace
Si sois bloggers, los pasos a seguir son muy sencillos:

1.- Publicar un post en vuestro blog con vuestra lista de deseos de productos de fnac.es. Los productos deben ir enlazados a la ficha correspondiente en fnac.es y mostrar su precio en el momento que hagáis el post.

2.- La suma de esta wishlist no debe superar los 2.012€.

3.- Enviar el link del post publicado a wishlist@fnac.es junto a vuestro nombre, apellidos, mail de contacto y teléfono.

4.- Tener suerte y llevarse el vale de 2.012€ que sortean xD

En caso de que no dispongáis de blog o queráis recomendar la Wishlist a alguien que no lo tiene, existe la posibilidad de participar a través de la red social Facebook. A continuación os dejo un par de enlaces para informaros mejor: Wishlist Facebook y Bases

El plazo termina el 31 de diciembre.


Dicho esto, ahí va mi Wishlist de este año:

Informática

Wacom Bamboo Fun Pen & Touch M - 199,90 €

Iomega ScreenPlay MX HD Media Player 1 TB Disco duro sobremesa multimedia PC + Cable HDMI - 176,89 €

Sony Reader Wi-Fi Negro – 199 €

HP Pavilion p6-2002es PC Sobremesa - 449 €


Imagen y sonido

Sony BDPS185B BluRay Internet - 99,95 €

Logitech Pure-Fi Express Plus para iPod - 62,90 €


MP3, Telefonía y GPS

Apple iPod Classic 160 GB Black Reproductor de MP3 - 229 €

TomTom XL Classic Europa 23 países + Adaptador mechero 131,68 €


Videojuegos y consolas

X360 250Gb + Battlefield 3 + Forza 3 + Crysis 2 - 199,95 €

Gears of War 3 Xbox 360 - 64,95 €


Cine

Pack Regreso al futuro: Trilogía (Formato Blu-Ray) - 39,99 €


Libros y cómics

Pack coleccionista Malefic Time - 45 €

¡Este rodaje es la guerra! - 33 €
Enlace
Servitud 2 Drekkars – 14€


Merchandising

Robocop - Figura - Robocop 18cm - 20,99 €

Predator: Classic Predator - 21,99 €

Terminator - Figura – Endoskleton - 20,99 €


Total: 2009, 18 €

Como podéis ver, hay un poquito de todo, y muchas de mis elecciones ya estaban en el listado del año pasado. Si mis cálculos son correctos, incluso me han sobrado 2,82 €, cifra que curiosamente suma 12 (de 2012, se entiende).

¿A qué esperáis para hacer vuestra Wishlist?

Gana una cesta navideña con Doctortrade

Gana una cesta navideña con Doctortrade

Estas son fechas para estar en familia, hacerse regalos, decorar la casa con adornos, devorar turrones y, por qué no, de ganar una cesta navideña en algún sorteo.

Pues bien, de esto último se encarga Doctortrade, que desde su web ofrece la posibilidad de participar en un concurso en el que se sortearán tres cestas navideñas compuestas por un vale para gastar en su web y diversos productos culturales (libros, películas, videojuegos y CD’s de música) que se venden en la misma.

Para entrar en el sorteo de este lote no tienes más que comentar en la web siguiendo estas sencillas instrucciones:

-Debes ser un usuario registrado en doctortrade.com. Si ya estás registrado, puedes comenzar a participar añadiendo un comentario sobre tu película favorita o el último libro que te has leído. Si eres nuevo, sólo tienes que registrarte para empezar a participar.

-Los comentarios tienen que ser de un mínimo de 40 palabras, siendo cada comentario realizado una oportunidad para optar a las cestas. Es decir, si se realizan 5 comentarios, se tendrán 5 participaciones para ganar las cestas.

-No existe límite máximo de comentarios (deberá ser en diferentes productos).

-El periodo de participación será hasta el 4 de enero de 2012, pudiendo participar sólo los usuarios residentes en España.

-Sólo será válida la participación con una cuenta de usuario por persona, si se detecta que alguna persona real participa con varios, no tendrán opción a ganar ninguna de las 3 cestas.

-Cada usuario podrá ganar como máximo 1 cesta.

-Para que tu participación sea válida, deberás compartir alguno de tus comentarios en tu perfil de Facebook o en Twitter según se detalla en la web (aquí os dejo el link).

Durante la promoción se irán aceptando los comentarios y registrando la participación de cada usuario, procediendo al sorteo de las cestas una vez cerrado el plazo del concurso. Mediante AlAzar, se seleccionará a los 3 posibles ganadores. Se comprobará que cumplen con los requisitos y se les nombrarán ganadores.

Si alguno no cumple los requisitos, se elegirá otro número aleatorio y se comprobará hasta conseguir los 3 afortunados ganadores.

El nombre de los ganadores saldrá publicado en el blog de doctortrade.com, en la página de Facebook de doctortrade.com y el perfil de Twitter de doctortrade y a los ganadores por una de estas redes sociales.

Así que ya sabéis, si queréis llevaros una cestita por la cara, no tenéis más que participar en este sencillo concurso y cruzar los dedos para ser uno de los tres ganadores.


Saludos y mucha suerte ;)

sábado, 17 de diciembre de 2011

“Misión Imposible: Protocolo fantasma” (2011) – Brad Bird

Crítica Misión Imposible: Protocolo fantasma 2011 Brad Bird
A mediados de los 90, y tras varios dimes y diretes con el guión, vio por fin la luz “Misión Imposible”, adaptación cinematográfica de la popular serie de televisión de los años 60. El proyecto fue impulsado por su estrella protagonista, Tom Cruise, a través de su recién estrenada productora, Cruise/Wagner Productions, y Paramount Pictures, poseedora de los derechos del serial.

La apuesta del actor, fan confeso de la serie, resultó ganadora, y pese a recibir un (absurdo) Razzie, la película fue un éxito rotundo, convirtiéndose en una de las más taquilleras en la carrera de Cruise y también en la de su director, el irregular Brian De Palma.

A todo éxito le llega su secuela, y con Misión Imposible tardó más de lo acostumbrado. Cuatro años después de la primera entrega llegaría una continuación de la mano de John Woo, todo un especialista en el cine de acción. Woo hizo suya la película a base de espectaculares secuencias de acción, piruetas imposibles, mucha cámara lenta y palomas blancas al vuelo marca de la casa. Un cóctel explosivo tan macarra y delirante que a la mayoría se le indigestó, y aunque para un servidor supusiera un placer culpable (nadie es perfecto), no cabe duda que desentonaba demasiado con lo visto en su predecesora.

Seis años más tarde el agente Ethan Hunt se cortaría el pelo de nuevo para dejarse ver en una tercera entrega que serviría de debut para el escritor y productor J.J. Abrams (creador de series como Alias y Perdidos), quién además de sentarse en la silla de director también co-escribiría el guión junto a sus habituales colabores (el tándem Alex Kurtzman y Roberto Orci). El resultado fue una satisfactoria entrega con mucha acción y una escueta trama sustentada en base a un simple macguffin y a un romance muy ñoño (con boda in extremis incluida).

Y ésta hubiese sido la última aventura de Hunt en pantalla si no fuese porque Paramount y Abrams decidieron darle continuidad al FMI con esta “Misión Imposible: Protocolo fantasma”, uno de los últimos grandes estrenos de 2011.

Acusado de atentado terrorista con bombas contra el Kremlin, el agente del FMI Ethan Hunt se ve desautorizado junto con el resto de la organización al iniciarse el “Protocolo Fantasma” dictado por el Presidente. Sin poder contar con recursos ni apoyo, Ethan se verá obligado a formar equipo con otros compañeros del FMI fugitivos con tal de restaurar el honor de su organización e impedir un nuevo ataque.

Lo que nació como un reinicio de la franquicia en busca de caras nuevas ha pasado a ser otra entrega más para lucimiento casi exclusivo de Tom Cruise. Y es que al fin y al cabo, Misión Imposible es Ethan Hunt, y guste más o guste menos, Ethan Hunt es Tom Cruise. No hay más vuelta de hoja.

Por tanto, Hunt/Cruise es quién vuelve a llevar la voz cantante en esta nueva misión en la que los agentes del FMI deben llevar a cabo su empresa a espaldas del gobierno y sin ayuda de la agencia. El objetivo: detener a Kurt Hendricks, un sociópata obsesionado con destruir el mundo con misiles nucleares.

Aunque Ethan Hunt siga siendo el líder del equipo, hay que indicar que en esta ocasión la implicación y actuación del resto de miembros que lo componen es mucho más activa y significativa que en anteriores entregas. Hunt es quién manda, pero la ayuda de sus nuevos compañeros resulta indispensable para el éxito de la misión. Digamos que el protagonismo está más repartido y los personajes secundarios mejor definidos.


Ahí está por ejemplo Jane Carter (Paula Patton), una agente con mucha experiencia y una mujer de armas tomar en busca de venganza, o Benji Dunn (Simon Pegg), el experto informático que ya hizo su breve aparición en MI3 y que aquí se encuentra ascendido a agente de campo. Su intervención resulta de vital importancia para llevar a cabo los planes trazados, y siendo Pegg el actor que encarna al mago técnico del equipo, no es de extrañar que el peso del humor recaiga sobre él.

Y es que esta entrega es, sin lugar a dudas, la más desenfadada y divertida de todas, pues acumula, a lo largo del metraje, frecuentes golpes cómicos que por momentos bordean lo autoparódico (esos gadgets que se estropean en el momento más inoportuno, ese mensaje que no se autodestruye correctamente…).

De las cuatro, ésta sería también la más “bondniana”, con un generoso aumento de gadgets a cuál más impensable y con un villano megalómano con delirios de grandeza cuyo pérfido plan de reiniciar el mundo a base de destruirlo con bombas nucleares le haría merecedor de enfrentarse al mismísimo agente 007 (aunque como malo maloso que es, carezca de base secreta y ejército de mercenarios).

Probablemente su tono más ligero y jocoso (diría que en línea de “Noche y día”, también de Cruise) sea el que nos permita ser más permisivos de la cuenta, pues si alguien creía que la entrega dirigida por Woo era fantasiosa, debo advertirle que ésta tampoco se queda corta.

Muchas de las escenas de acción rayan o sobrepasan lo imposible, haciendo así honor al título de la franquicia. Secuencias de escasa credibilidad que damos por válidas porque ya conocemos a Hunt y sabemos de sobra que no hay dificultad que se le resista ni accidente que acabe con él. Hunt tiene siete vidas como un gato, si no más; se puede lanzar de una cornisa o tirar de un coche en marcha sin apenas sufrir más que unos “indoloros” rasguños. Esto ha sido así desde la primera entrega y no vamos a cambiarlo ahora. Se puede hacer más o menos creíble dentro de la ficción de la propia saga, pero “lo imposible” debe estar siempre presente, sino no sería “Misión Imposible” (valga la redundancia).

Y ahí es donde Cruise demuestra que a sus casi cincuenta tacos aún es capaz de correr y saltar como uno de treinta (recordemos que empezó la franquicia hace quince años). Quizás no luzca las abdominales de antaño, pero su buena condición física aún le permite rodar las escenas de acción con soltura y asumir algunas de ellas sin necesidad de recurrir a un especialista. Y ya sabemos que ese tipo de escenas suelen ser las que tienen a Hunt colgando de un cable; una especie de hazaña recurrente en cada capítulo de la saga y que obviamente aquí no podía faltar.

Así pues, vemos al actor escalando el Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo que se encuentra en Dubai, ciudad en la que transcurre parte de la trama. Precisamente este tramo es uno de los más potentes de la película, si bien se alarga en exceso y eso perjudica un poco el ritmo de la película. Y no es que uno se aburra, cosa que no ocurre en ningún momento, pero sí se tiene la sensación de que se hace un tanto larga (y de hecho, lo es).



De todos modos, su arranque es de nivel (con unos créditos iniciales cuidados) y ofrece el espectáculo palomitero que se le pide sin que uno se pare a pensar mucho en sí la historia que nos está contando es buena o no (es más, si lo piensas, puede que no disfrutes tanto). El guión es bastante básico, y viene a ejercer de soporte para las distintas secuencias “imposibles” que nos irán llevando de un escenario a otro y que nos irán embaucando para que disfrutemos de un par de horas sentaditos en la butaca de una sala de cine.

A fin de cuentas, esto es lo que ha venido siendo la saga a partir de su segunda entrega, desde que la intriga y el suspense que imprimió De Palma quedaran relegados a un segundo plano en beneficio de la acción. Y esto se puede hacer mejor o peor, y no hay duda que Brad Bird (El gigante de hierro, Los increíbles, Ratatouille) lo ha hecho bien. El director se ha estrenado en la acción real ofreciendo un entretenimiento ligero pero atractivo, y que desde el guión mantiene la continuidad con su predecesora, pues por algo Abrams es quién produce. Eso sí, Bird sabe rodar sin marear la cámara, algo que la vista del espectador agradecerá (basta ya de tener que llevarse la cajita de Biodramina para ir a ver cine de acción)

En mi opinión, no es la mejor entrega de todas, pues ese puesto lo sigue ocupando la primera “Misión Imposible”, un thriller de espías ejemplar (dentro de su vertiente más comercial), pero puede que sí sea la mejor secuela hasta el momento.

La película también deja la puerta abierta a más entregas con Cruise a la cabeza. Pero en caso de que el actor no se preste a ello (cosa que dudo), siempre puede sustituirle Jeremy Renner, quién inicialmente se consideró como su relevo y que ha terminado ejerciendo un rol secundario. ¿Podría ser ésta su carta de presentación? Quizás. Lo cierto es que, con tal de no eclipsar a la estrella protagonista, aquí es uno más del equipo. Un buen equipo, todo sea dicho, y que puede funcionar muy bien de cara a más continuaciones. Además, Renner ya sustituye a Matt Damon en Bourne, por lo que ya cuenta con otro espía con el que agenciarse una franquicia taquillera para él solito.



Valoración personal:

viernes, 9 de diciembre de 2011

4º Aniversario de Amazing Movies!

Cuarto Aniversario Amazing Movies
Hoy 9 de Diciembre hace cuatro años que inauguré “Amazing Movies”. Y como cada aniversario, me encuentro en la compleja tesitura de no saber muy bien qué decir. Si hacer recopilación numérica de las críticas publicadas, si hablar de las visitas recibidas...

Pero la verdad es que como nunca he sido de cifras, sino más bien de letras, prefiero dedicar este post a lo más obvio y necesario para mí: a daros las gracias a todos aquellos que seguís este humilde rinconcito cinéfilo. Gracias a los que estáis ahí desde los primeros días; gracias a los que habéis ido llegando y os habéis quedado; y sobre todo gracias a aquellos que, con frecuencia, compartís vuestras opiniones conmigo.

Podría hablar también de lo más interesante que se ha publicado en el blog durante este último año, pero la verdad es que yo no soy quién para decidir eso. Simplemente espero que os haya gustado, en mayor o menor medida, todo lo que ha ido teniendo cabida en estas páginas durante todos estos años. Espero poder seguir muchos más escribiendo en este rincón de la blogosfera que desde hace tiempo se ha convertido una parte muy importante de mi vida.

Saludos y gracias ;)

P.D.: Sin duda, lo mejor de este último año ha sido crearme una cuenta en Twitter y poder así tener un contacto más directo con los lectores y con otros muchos cinéfilos más.

martes, 6 de diciembre de 2011

“Arthur Christmas: Operación regalo” (2011) - Sarah Smith

Crítica Arthur Christmas: Operación regalo 2011 Sarah Smith
Los estudios Aardman son bien conocidos por sus trabajos en claymotion (stop-motion con plastilina y/o arcilla), y muy especialmente por sus cortometrajes de la pareja formada por Wallace y Gromit, los personajes de plastilina más emblemáticos que ha creado la compañía inglesa.

Además de estos cortos y diversas series infantiles para televisión, en el año 2000 debutaron con su primer largometraje, la estupenda “Chicken Run: Evasión en la granja”, cuyo éxito y calidad demostraron que su genialidad podía extenderse a más de treinta minutos de metraje. Unos años más tarde repitieron la jugada dándole a Wallace y Gromit su propia película, “Wallace y Gromit: La maldición de las verduras”.

Si bien en el campo del stop-motion no tenían rival (al menos como estudio), Aardman decidió arriesgar y meterse de lleno en el competitivo terreno de la animación por ordenador. La película resultante, “Ratónpolis”, quizás no estuvo a la altura de sus obras anteriores, pero al menos resultaba una propuesta simpática.

Para el próximo año está previsto el estreno de su último filme en plastilina y arcilla, “¡Piratas!”, pero antes tenemos la oportunidad de disfrutar de su segunda intentona en animación CGI, “Arthur Christmas: Operación regalo”.

Como cada Navidad, a Santa Claus le toca hacer su reparto de regalos a todos los niños del mundo… ¡y en una sola noche! Para llevar a cabo semejante hazaña, cuenta con la más moderna tecnología a su alcance y miles de eficientes elfos que hacen prácticamente todo el trabajo por él.

Y una vez más, todo parece haber salido a pedir de boca… hasta que se dan de bruces con un problema: se han dejado de entregar un paquete, y uno de los 600 millones de niños a los que había que visitar se va a quedar sin su regalo de Navidad…



Todos, cuando éramos pequeños (y los que ahora mismo lo son), nos hemos preguntado alguna vez cómo es posible que Santa Claus reparta en una sola noche los regalos de Navidad a todos los niños del mundo. Pues aquí está la respuesta de Aardman.


Lo del trineo mágico tirado por sus ocho renos voladores ya es cosa del pasado. El mundo ha ido cambiando y modernizándose, y los instrumentos de antaño ya no sirven para cumplir con tan titánica misión. El actual Santa Claus (heredero que ya lleva 70 años en el cargo) cuenta con un gran trineo (una nave en forma de trineo, más bien) de casi dos kilómetros y medio de ancho y que incorpora la más moderna tecnología para no hacer ruido y pasar desapercibido en el transcurso de la entrega de regalos. Además, en su interior no sólo viaja Santa Claus sino también un millón de elfos comandados a distancia por Steve, el hijo mayor de Santa, y que trabajan en grupos de tres con un tiempo estimado de 18,14 segundos para entrar en cada casa, dejar los regalos y pasar a la siguiente. Un trabajo planificado al milímetro y 100% eficiente… hasta ahora.

Un regalo se ha quedado sin entregar, y parece que al único que le preocupa de verdad el asunto es a Arthur, el más joven de los Claus y el encargado de la correspondencia de su padre.

Arthur es un apasionado del espíritu navideño, pero lo suyo es el “trabajo de oficina”, y cualquier irrupción suya en la sala de control suele ser catastrófica. Y sin embargo, él parece ser la última esperanza de Gwen, la niña que, si alguien no le pone remedio, se levantará a la salida del sol para encontrarse con un árbol de Navidad sin su regalo de Santa Claus.

Y de eso es de lo que trata la película. De mostrarnos la frenética escapada nocturna que Arthur realizará para llevar el paquete pendiente a su destinario. Por suerte, no estará sólo, y en su pequeña aventura a contrarreloj le acompañarán su abuelo, antiguo Santa Claus con ansias de demostrar que aún puede lucir con dignidad el uniforme rojo; y Bryony, una entusiasta elfa envuelve-regalos dispuesta a todo con tal de ser útil.


En el fondo, la historia de un personaje protagonista menospreciado que se sobrepone a la adversidad y afronta sus miedos convirtiéndose en el héroe de la función (ganándose así el estima de aquéllos que antes lo ignoraban o rechazaban), no es algo que resulte demasiado novedoso. Incluso hemos visto ya otras películas que han tratado de explicarnos cómo funciona la “cadena de montaje” de Santa Claus en el Polo Norte y cómo éste reparte los regalos a los niños en una sola noche. Sin embargo, y aún reincidiendo en estos temas, la película de Aardman se muestra fresca, ingeniosa (todo el proceso de la entrega de regalos está muy cuidado) y conservadora del humor marca de la casa. Además, resulta especialmente emotiva en su tramo final como hacía tiempo no se veía en una película navideña. De hecho, se podría decir que llevamos demasiado tiempo huérfanos de un producto con un espíritu navideño de este calibre, lo que convertiría a “Arthur Christmas” en un nuevo clásico instantáneo para revisitar año tras año por estas mismas fechas (precisamente lo que no lograron “Polar Express” ni la enésima revisitación de “Cuento de Navidad”, ambas a cargo de Robert Zemeckis).

Y es que resulta imposible no disfrutar de las peripecias de tan entrañable trío protagonista. Tres personajes (el buenazo de Arthur, el cascarrabias de su abuelo y la divertidamente eficiente Bryony) que enseguida se ganan nuestra simpatía y con los que hacemos un pequeño viaje repleto de emociones, buenas (y también egoístas) intenciones y mucha diversión en forma de gags para todas las edades (y es que hay referencias –como la de los misiles de Cuba- con las que sólo sonreiremos los mayores)

Toda la vertiente tecnológica mostrada en respuesta a la eterna pregunta planteada anteriormente goza de gran inventiva, y el perfil de cada uno de los personajes permite dar mucho juego para que cada uno contribuya, a su manera, con su parte de la trama.

Entre tanto, nos deja también mensajes sobre la importancia de la familia, de la superación personal, de lo viejo frente lo nuevo (el tan temido, para algunos, progreso tecnológico), etc. Y es que una película navideña sin moraleja/s, no sería una película navideña. Y aquí hay tres generaciones de Santa Claus que rivalizan para ser el mejor y olvidan lo que es más importante: el verdadero sentido de la Navidad.

“Arthur Christmas: operación regalo” es, sin ningún género de dudas, la película (de animación) de estas Navidades. Divertida, tierna, mágica y rebosante de espíritu navideño. El regalo perfecto para toda la familia.

P.D.: Lo peor de la película es el videoclip de Justin Bieber que la precede. Avisados estáis.




Valoración personal:


jueves, 1 de diciembre de 2011

“In Time” (2011) – Andrew Niccol

Crítica In Time 2011 Andrew Niccol
Casi una década ha tardado Andrew Niccol en regresar a la ciencia-ficción, género con el que, allá por finales de los noventa, se dio a conocer como director y guionista con la sobresaliente “Gattaca”. Tan sólo un año después, en forma de guión, nos obsequió con otra joyita, “El show de Truman”, dirigida en 1998 por Peter Weir.

Su siguiente acercamiento como cineasta a la ci-fi fue la fallida “Simone”, película que sirvió a los críticos para bajarle del pedestal al que ellos mismos le habían subido unos años antes. Luego recuperó algo del crédito perdido con “El señor de la guerra”, una notable sátira sobre la guerra que será recordada, entre otras cosas, por ser uno de los trabajos más dignos que hizo Nicolas Cage durante la pasada década.

Ahora, antes de meterse en el berenjenal de adaptar “The Host”, otra novela fantástico-romántica de la escritora Stephanie Meyer (autora de la saga Crepúsculo…), Niccol nos trae una propuesta que sale de su propia pluma y cuyo punto de partida no podría ser más sugerente.

En el futuro en el que el tiempo es considerado, literalmente, dinero y es posible detener el proceso de envejecimiento a los 25 años, la única manera de seguir vivo es ganar, robar o heredar más tiempo. Will Salas (Justin Timberlake), un humilde trabajador, vive su vida minuto a minuto, hasta que una inesperada ganancia de tiempo le permite acceder al mundo de los ricos. Allí conoce a una hermosa joven heredera (Amanda Seyfried) junto a la que tratará de destruir el corrupto sistema en el que unos pocos viven a cuerpo de rey mientras el resto malvive con el temor de quedarse sin tiempo…

La inmortalidad y la juventud eterna, vivir para siempre y no envejecer ante al paso de los años… Dos de los caprichos más ansiados de la humanidad y que han dado origen a múltiples mitos y leyendas acerca de pócimas, ríos o frutas que podrían conferir tales poderes.

Si bien luchar contra la muerte es una batalla que damos por perdida, retrasar el envejecimiento es algo que, de algún modo, sí hemos conseguido alcanzar, aunque sea a base de ungüentos dignos de un curandero del todo a cien (todas esas cremas y lociones de conocidas marcas que usan muchas mujeres y cada vez más hombres) o sometiéndose a las “mágicas” operaciones de un cirujano plástico (aunque a veces sea para salir hecho/a un adefesio)

¿Pero qué ocurriría si, en un futuro, la ciencia hubiera avanzado hasta el punto de poder quedarnos con 25 años para toda la vida? Pues no hace falta imaginárselo, ya que esto es lo que nos plantea “In Time”.


En un mundo en el que la juventud eterna está garantizada al cumplir los 25 años, el tiempo ha pasado a ser el valor más preciado para asegurarse también una vida eterna. Ya lo decía Benjamin Franklin, “El tiempo es dinero”, y en “In Time”, los segundos, los minutos, las horas, los días... incluso los años, se han convertido en la moneda de cambio. Ya nadie paga con dinero sino con tiempo. Todo tiene un “precio”, y el coste para una vida sin preocupaciones es muy alto.

Muchos, como Will Salas, viven al día, trabajando para ganar el tiempo posible que les permita seguir en pie a la mañana siguiente. Al otro lado de la frontera, otros viven con la tranquilidad de saber que disponen de cientos e incluso miles de años para su disfrute. En el mundo de Will, la gente vive frenéticamente, mientras que en el de los ricos no existe mayor preocupación que la de decidir en qué gastarse todos esos años que tienen acumulados.

Pero un buen día, a Will se le presenta la oportunidad de acceder a esa vida de lujos cuando un extraño al que ayuda le regala todo un siglo. Con tanto tiempo por delante, Will trata de disfrutar de los placeres que se encuentran al otro lado de su ciudad. Sin embargo, este sistema de vida tiene un control muy riguroso en el que nadie puede pasar de la miseria a la riqueza de la noche a la mañana. Aquellos que controlan que todo siga su curso, los llamados Guardianes del Tiempo (capitaneados por un implacable Cillian Murphy), andan tras la pista de Will, el “nuevo rico” venido de la región, o zona horaria, más pobre. Acorralado entre la espada y la pared, el joven trata de evadir a sus perseguidores al mismo tiempo que lucha por desmoronar todo el sistema. Por el camino, Will arrastra a Sylvia Weis, la hija de un multimillonario a la que secuestra con tal de dar esquinazo a los Guardianes.

A medida que Will (niño pobre) y Sylvia (niña rica) pasan más tiempo juntos, la relación secuestrador-rehén desaparece, y unen sus fuerzas (y sus cuerpos, ejem) para luchar contra el sistema. Un sistema en el que unos cuantos millonarios dictan a su antojo quién vive y quién muere.

Y partir de ahí es cuando la estupenda y prometedora premisa de Niccol comienza a perder fuelle. Lo que empieza como una especie de “La fuga de Logan” acaba convirtiéndose en una mezcla entre “Bonnie & Clyde” y “Robin Hood” con mucha persecución y mucho (demasiado) intercambio/robo/regalo de minutos por medio, perdiendo un poco el rumbo y sin terminar de pulir muchas de las buenas ideas que plantea ni profundizar en el pilar de la trama. En su defecto, nos termina endosando la enésima historia de niño pobre y niña rica (cuando no es al revés) que se enamoran cuando el destino les junta y les hace darse cuenta que ninguno era feliz con la vida que llevaba (porque si bien los pobres mueren, parece que los ricos realmente tampoco viven). Para hacerlo todo más bonito y llevadero (no hay que olvidar que el público al que se dirige esta película no es el mismo que el de Gattaca) nos mete algo de acción, la cual no resulta tampoco demasiado llamativa (incluso puede resultar chapucera, como la escenita del accidente), alguna vacilada por parte del héroe (Will vs los ladrones en su último enfrentamiento) y una sucesión de acontecimientos que cada vez nos despiertan menos interés.


Los buenos detalles iniciales (la forma de pago, el hecho de que todos tengan la misma joven apariencia sin importar la edad que realmente tengan…) se debilitan cuando empieza a notarse cierta falta de consistencia o coherencia. Y es que si el tiempo en el futuro equivale al dinero en nuestro presente, resulta chocante que éste sea tan fácil de robar. Si actualmente, a nivel tecnológico, estamos capacitados para tener a buen recaudo nuestro dinero, resulta curioso que aquí aquello que más valor tiene sea tan fácil de arrebatar (esto queda ejemplificado con el grupito de gangsters que roban a quién se le ponga por delante con sólo un movimiento de brazo o la facilidad con la que transferirse minutos desde un coche policial sin ningún tipo de sistema de verificación de identidad o algo por el estilo). Que de un sistema de vida tan avanzado depende algo tan rudimentario como la fuerza o la voluntad de cada uno (de ahí lo de los pulsos), es algo que chirría bastante.

De todos modos, eso es lo de menos, pues como ya digo, el rumbo que toma la cinta a partir del secuestro de Sylvia (encarnada por una morbosa Amanda Seyfried) va menguando minuto a minuto (y nunca mejor dicho) las posibilidades que tenía la película de convertirse en algo grande o, simplemente, en algo mejor de lo que es, un pasatiempo para ver y olvidar.

Niccol no termina de decantarse por una vertiente (el thriller futurista) u otra (el drama romántico y de acción), y pierde credibilidad conforme avanza el metraje.

Si bien la idea no se echa del todo por tierra, sí se siente que ha quedado desaprovechada y que no se ha sabido llevar por el buen camino. “In Time” es de esas películas que parecen inteligentes, pero que en el fondo -detrás de toda esa parafernalia medio futurista medio retro tan molona- no lo son. Tiene un buen planteamiento pero no una buena historia que contarnos; hay unos conceptos (crítica al culto a la belleza/juventud, al sistema capitalista, a la división de clases sociales, etc.) realmente interesantes con los que poder jugar sabiamente, pero no hay unos personajes que sirvan para ello.

Nacer con un reloj en la muñeca daba para mucho más que para una película con guapa pareja de fugitivos roba-bancos.



Valoración personal: