jueves, 22 de abril de 2010

“The Crazies” (2010) – Breck Eisner

crítica The Crazies 2010 Breik Eisner
A finales de los 60, George A. Romero revolucionó el subgénero de los no-muertos con “La noche de los muertos vivientes”, película con la que se proclamó “el padre del zombie moderno”, ya que hasta la fecha la mayoría de estos seres eran más bien producto de la brujería (haitiana, mayormente)

Antes de proseguir su particular visión de los muertos vivientes con “Zombi (Dawn of the Dead)” (1978) la primera secuela de su ópera prima, Romero abordaría otras temáticas, como la magia negra o las plagas bacteriológicas. Ésta última se vería en The Crazies, película que no he tenido el gusto de ver pero de la que tampoco he leído nada positivo. Y es que fuera del subgénero que le dio fama, no es que el director haya hecho, en mi opinión, nada destacable, a excepción de la mítica “Creepshow”. Y últimamente ni con los zombies es capaz de hacer algo medianamente decente.

Como ya ocurría con “Las colinas tienen ojos” de Wes Craven, la probabilidad de que el remake fuera mejor que la original era bastante alta, aunque evidentemente no tenía por qué ser así. En cualquier caso, no podré efectuar comparación alguna, pero si alguien ha visto ambas versiones, nos podrá dar su opinión al respecto (¿Mejor o peor que su homónima? ¿Igual de malas o igual de buenas?)


David Dutton (Timothy Olyphant) es el sheriff de Ogden Marsh, un pequeño y tranquilo pueblo americano donde todos sus habitantes obedecen la ley, y donde nunca ocurre nada extraordinario o fuera de lo común.
Sin embargo, un día, mientras acude a un partido de baseball, se verá obligado a usar su revólver para resolver una situación insólita: uno de los vecinos se ha colado en el campo armado con una recortada y listo para matar a quién se le ponga por delante. A David no le queda otra que actuar.


Lo que un principio parecía un caso aislado, pronto empieza a convertirse en una plaga de extraños y violentos sucesos. Parece como si algo estuviera afectando y trastocando a la gente del pueblo, quienes sin razón aparente, se transforman en unos locos asesinos.

David, su mujer embarazada, una asistente del centro médico y el ayudante del sheriff tratarán por todos los medios de huir del lugar con vida…


Enésimo remake de una película de terror de antaño, y el primero de una cinta de Romero ajena a su saga zombie. Y es que haciendo un breve repaso, su clásico “La noche de los muertos vivientes” ha tenido ya dos versiones: la de los 90, dirigida por el especialista en efectos especiales Tom Savini, y otra en formato 3D que data de 2006. Por si esto fuera poco, en el 2011 nos llegará también una precuela en forma de película de animación.

Luego tenemos -la magnífica- “Amanecer de los muertos”, versión 2004 de la secuela “Zombi”, y “El día de los muertos”, actualización de su homónima de 1985, y cronológicamente la tercera de la saga. Y eso por no hablar de esas “secuelas” no oficiales que han aprovechado el buen nombre de todas éstas para atraer a los incautos (las italianadas de Lucio Fulci, por ejemplo)

Ignoro hasta qué punto ha servido la original The Crazies para concebir su versión 2010. Si han tomado la idea argumental base para crear algo distinto y aportando cosas nuevas; o si se han limitado a mejorar el aspecto técnico y detalles puntuales de la misma. Pero lo cierto es que, independientemente de cómo fuera aquella, esta The Crazies es, ante todo, un thriller sangriento de lo más estimulante.


La película de Breck Eisner empieza presentándonos uno por uno, y de forma muy liviana, a los personajes que se convertirán en los posteriores supervivientes a seguir. Así que en ese sentido, el prólogo tampoco es demasiado extenso y no tarda mucho en aparecer el primer caso de “locura”. Después de éste primer suceso, llegara el segundo, y a partir de éste, las sospechas y la incertidumbre. Y en menos que canta un gallo, el pánico se apoderará de todo el pueblo.

Estos primeros minutos son bastante esclarecedores. Por un lado, constatan cuál será el comportamiento de estos infectados, y por el otro, nos dan las suficientes pistas como para que sepamos cuál es el origen del virus.

Respecto a lo primero, no son zombies lo que tenemos delante, porque ni están muertos ni están hambrientos de carne humana; no son enfermos con un alto riesgo de contagio, como en la correcta ”Infectados”; tampoco unos locos asesinos y/o suicidas descontrolados como en la fallida “The Signal” o la interesante –por su original forma de contagio- pero bastante irregular “Pontypool”. Se trata de una infección que convierte a las personas en psicópatas en potencia, pero conservando la suficiente racionalidad, por llamarlo de alguna manera, como para empuñar armas de todo tipo, conducir vehículos, trabajar en equipo, planificar sus ataques o incluso torturar a sus víctimas. Dicho de otra forma, pierden el norte sobre lo que está bien y lo que está mal, y su único deseo es el de matar, pero conservan sus capacidades mentales y motrices para poder llevar a cabo su objetivo con la mayor precisión posible, dentro de lo que cabe.

Y en cuanto a lo segundo, están los planos con vista satélite al estilo “Enemigo Público” que dejan claro que alguien, desde “arriba”, observa impasible todo lo que está ocurriendo. Y ese alguien podría ser perfectamente el causante de semejante caos.

Pero si aún quedan dudas al respecto, la aparición de los militares a menos de la mitad de la película, se encarga de despejarlas. Ahora bien, averiguar o conjeturar sobre el por qué de tales acontecimientos, ya corre a cargo del espectador.


La película funciona como un slasher a gran escala, con los “locos” atacando y asesinando, de la forma que sea, a los pocos cuerdos que aún quedan. Pero no sólo los primeros suponen un peligro para estos últimos, sino también unos militares sin miramientos dispuestos a exterminar la infección acribillando a balazos a todo aquél que les parezca sospechoso, esté o no infectado.

Lo que da bastante juego –aunque no se aprovechan al máximo todas sus posibilidades- es el hecho de cerciorarse con seguridad sobre quién está loco y quién no. Y es que un zombie, por ejemplo, es muy fácil de identificar, pero… ¿cómo distinguir a un zumbado armado con una escopeta, de un cuerdo que, escopeta en mano, lucha por sobrevivir?

A priori, la respuesta puede parecer fácil, pero una vez en situación, no lo es tanto. Y eso convierte la huida en un “dispara primero, y pregunta luego”. Nadie se fía de nadie. Cualquiera puede volverse loco en el momento más inesperado (e inoportuno)

La historia en sí no aporta demasiadas novedades al subgénero, más allá del particular comportamiento de los infectados, pero aún así resulta ser una propuesta bastante eficiente, incluso cayendo, de vez en cuando, en algunos tópicos y también en algún que otro susto fácil y mil veces visto.

Pero el buen pulso que imprime Eisner ayuda a que la poco más de hora y media de violentos asesinatos se haga muy amena. Quizás tenga algún punto muerto durante el metraje, pero nunca pega un bajón considerable. Consigue, además, crear un buen ambiente de tensión en los momentos de mayor suspense, aún cuando se trata simplemente de meras escenas de transición, como la del granero y la inmensa ¿cortadora de maíz? (con una iluminación muy acertada se consigue crear una atmósfera de lo más espeluznante, sin necesidad de recurrir a otros efectismos propios del género)

También se saca mucho provecho a la diversidad de lugares y rincones en los que transcurre la acción, evitando así caer en una aburrida monotonía. En ese aspecto, son de destacar la secuencia del depósito de cadáveres (nunca un utensilio forense había sido tan peligroso) y la del lavadero de coches (cualquiera se mete en uno ahora…) Mucho más convencional, aunque también bien resuelto, es el forcejeo que tiene lugar en la futura habitación del bebé que esperan David y Judy.

Quizás el mayor punto flaco radique en lo poco que se profundiza en los personajes –meros arquetipos- y que alguno en concreto esté de más o no aporte nada al grupo -la prescindible ayudante de la doctora-, pero llega un punto en que tampoco importa demasiado. Y teniendo en cuenta que las interpretaciones, sin ser muy destacables, sí son bastante correctas, se logra mantener cierto interés en la supervivencia de los protagonistas.

El mejor de todos ellos es, a mi gusto, el genial –y a ratos condenadamente desconcertante- ayudante del sheriff, interpretado por Jon Anderson (Across The Universe, Las Ruinas, Amelia)


Por lo demás, decir que los 20 millones de presupuesto otorgan credibilidad al caos desatado, tanto por los decorados (los planos del pueblo lleno de fuego, cadáveres y escombros dan buena fe del desastre acontecido) como por el logrado maquillaje de los locos. Los efectos digitales, que se acentúan en el tramo final, cumplen sin más (tampoco vamos a pedirles la espectacularidad de un blockbuster)

Scott Kossar, guionista que ya se encargó de actualizar las correctas “La matanza de Texas“ y “La morada del miedo” (y autor también del guión de esa joyita que es “El maquinista”), y Ray Wright, responsable éste del remake de “Pulse” y de la reciente “Expediente 39” (film tan entretenido como olvidable), apuestan por algún toque de humor negro, por mucha violencia y por un final explosivo, en el sentido más literal de la palabra. Luego el buen oficio que demuestra Eisner tras las cámaras y el competente reparto hacen el resto.

Si es mejor o peor que la original de Romero no lo sé, pero a mí me ha dejado buen sabor de boca. Y para bien o para mal, OJO SPOILER se deja la puerta abierta a una poco probable secuela… salvo que se trate de un direct-to-dvd FIN SPOILER

Después de verse frustrada su intención de llevar de nuevo a la gran pantalla el clásico de la Universal "Creature from the Black Lagoon", el proyecto más inmediato de Eisner parece ser una nueva versión/adaptación de Flash Gordon, un proyecto más complicado y de mayor envergadura que esta The Crazies. Así que si acierta, le perdonaremos haber dirigido “Sahara”.


P.D.: He aquí, como dato curioso, algunos aspectos que me han hecho pensar en “Amanecer de los muertos” de Zack Snyder. Ambas son un remake de una película de terror de Romero, y ambas con virus de por medio. Ambas tienen a un agente de la ley y a una doctora entre el grupo de supervivientes. Y lo mejor de todo: ambas empiezan con una canción de Johnny Cash del álbum “American IV: The Man Comes Around”.



Valoración personal:

lunes, 19 de abril de 2010

MEME: Juego de Tops


Por lo general, no suelo publicar memes en este blog (sí en Diario de una mente perturbada), pero teniendo en cuenta que su temática es el cine, he decidido continuar la cadena del “Juego de los Tops”

Es prácticamente imposible elegir la mejor película en cada categoría –y faltan unas cuantas-, teniendo en cuenta que he visto muchas buenas películas en cada una de ellas. En muchos casos, he elegido por descarte, si bien cualquiera de las que tenía en mente hubiera podido optar perfectamente al título de “la mejor”. En otras categorías, la elección ha sido algo más fácil. De todas formas, más que elegir la que yo creo que es la mejor, simplemente he elegido mi favorita, que no tiene por qué significar lo mismo.

He aquí las reglas del juego y mi selección (con fecha de caducidad, muy seguramente)

Las reglas
•Decir quién me ha nominado al juego: Los Criticonos
•Nominar a personas/blogs para que continúen el juego (al final de la lista)

Mejor película de todos los tiempos pasados, presentes y futuros del mundo conocido, por conocer y hasta de mundos paralelos: El Club de los Cinco (The Breakfast Club)

Mejor película de acción: La Jungla de Cristal (Die Hard)

Mejor película de aventuras: Indiana Jones y la última cruzada (Indiana Jones and the Last Crusade)

Mejor película bélica: La Gran Evasión (The Great Escape)

Mejor película biográfica: En el nombre del padre (In the Name of the Father)

Mejor película cómica: ¡Qué ruina de función! (Noises Off)

Mejor película de ciencia ficción: Desafío Total (Total Recall)

Mejor película deportiva: Titanes: Hicieron historia (Remember the Titans)

Mejor película dramática: Las normas de la casa de la sidra (The Cider House Rules)

Mejor película de gánster: Atrapado por su pasado (Carlito’s Way)

Mejor película histórica: Braveheart

Mejor película independiente: Lars y una chica de verdad (Lars and the Real Girl )

Mejor película de juicios: Algunos hombres buenos (A Few Good Men)

Mejor película musical: Grease

Mejor película basada en un cómic o novela gráfica: Camino a la perdición (Road to Perdition)

Mejor película basada en una obra de teatro: La extraña pareja (The Odd Couple)

Mejor película romántica: Los Puentes de Madison (The Bridges of Madison County)

Mejor película de terror: El Exorcista (The Exorcist)

Mejor película thriller: Memento

Mejor película de cine negro: Los intocables de Eliot Ness (The Untouchables)

Mejor película western: Río Bravo

Mejor película animada: Up


Propongo para que sigan la cadena, a los siguientes blogs amigos:

Almas Oscuras
Celuloide Mutante
Cine Novedades
Cinema Dreamer
CinemaScope: Una mirada al 7mo arte
El Blog de Chacal
El Diario de Darkerr
Más allá de Orión
Películas de Culto
Tierra de Cinéfagos
Totally Unrated


Saludos ;)

Actualización: Aquellos lectores que no dispongáis de blog y queráis ser partícipes del juego, podéis dejar vuestra lista en los comentarios. ¡Me encantaría conocer vuestras favoritas!

jueves, 8 de abril de 2010

“Blood Creek” (2009) – Joel Schumacher

crítica Town Creek Blood Creek 2009 Joel Schumacher
Conocida también como Town Creek, Blood Creek es la penúltima cinta -este 2010 estrenará el drama titulado “Twelve”- del irregular director Joel Schumacher, un tipo capaz de hacer films de culto como “Jóvenes Ocultos” o “Un día de furia”, o cascarse despropósitos tales como “9 días” o la abominable “Batman&Robin”.

En los últimos años, Schumacher no ha conseguido ningún éxito en taquilla, a excepción de la sobresaliente “Última llamada”, cuya rentabilidad devino en parte a una inversión bastante reducida (su presupuesto fue de 13 millones de dólares)

Después de estrenarse la criticada “El número 23” (película que aún no he tenido el gusto de ver), el director se dispuso a volver al género de terror con Town Creek, película que iba a contar en un principio con los televisivos Dominic Purcell (Prison Break) y Jesse Metcalfe (Mujeres Desesperadas) como protagonistas, siendo este último finalmente sustituido por el ascendente Henry Cavill (Los Tudor)

Una vez terminado el rodaje, el resultado no pareció convencer demasiado a Lionsgate, el estudio encargado de producirla, por lo que se decidió estrenarla -en septiembre del año pasado- en muy pocas salas con la intención de no perder dinero. Y hasta el momento, tampoco ha sido distribuida en España. Ni tan siquiera para el mercado del DVD, como sí sucedió, aunque de forma tardía, con “Trick or Treat"(claro que ésta tenía mejores críticas que la susodicha)

La historia empieza en 1936, en la granja de los Wollner, una familia de inmigrantes alemanes que viven en Town Creek (Maryland), y que son contactados por el tercer Reich para hacer de anfitriones del Profesor Richard Wirth (Michael Fassbender). La familia, necesitada de dinero, decide aceptar la oferta sin hacer preguntas. Pronto descubrirán que las intenciones de Wirth serán su perdición.

En la actualidad, Evan Marshall (Henry Cavill) recibe la inesperada visita de su hermano mayor Victor (Dominic Purcell), desaparecido unos años atrás mientras ambos pescaban en la zona de Town Creek. Sin dar explicaciones de su cautiverio y su posterior huída, Victor reclama la ayuda de Evan para regresar juntos a Town Creek y acometer su personal venganza contra sus captores, que son nada más y nada menos que la familia Wollner.



Si bien es cierto que dentro del género de terror se estrenan en cines cosas mucho peores que la película que nos ocupa, la verdad es que dudo que ésta tuviera una carrera comercial destacable. Por tanto, entiendo que Lionsgate decidiera ningunear su estreno, aunque como producto de videoclub, puede no ser tan mala opción.


Mucho se ha especulado sobre la vinculación de los nazis con el ocultismo, y eso ha dado ideas de lo más sugerentes para el mundo del cine. “El bunker” o “Dead Snow” son una buena muestra de ello.

Los experimentos que aquí se nos muestran apuestan por una base mucho más mística, siendo el eje de todo un elemento que no voy a desvelar, pero que le sirve al Profesor Richard Wirth para conseguir unos poderes tan extraordinarios como atroces. Él se convertirá en el principal villano de la función, y su caracterización y habilidades probablemente sean lo mejor de esta propuesta. Y es que la idea es bastante interesante, pero no queda del todo bien aprovechada.

A partir de la llegada de los hermanos Marshall a la granja de los Wollner, es cuando la película empieza a coger un buen ritmo. Y lo mejor que tiene es que el espectador aún tiene que atar cabos para saber qué relación tiene la captura de Victor con los experimentos de Wirth, y esa incertidumbre es la que mantiene activo nuestro interés. Cuando esto queda aclarado, el resto se vuelve algo más rutinario, pero también más entretenido.

El principal problema es que, siendo una cinta de terror, éste brilla por su ausencia. La tensión es prácticamente nula, pese a que cuenta con un buen escenario y una amenaza constante y bastante lograda. De hecho, en ciertos momentos recuerda y mucho a “Historias de la cripta: caballero del diablo”, ya que el grupo de acechados se defiende en el interior de una edificio al cual el villano principal no puede acceder.

El otro lastre son los personajes, bastante planos, y sus intérpretes, cuya labor no pasa de ser meramente pasable, en el mejor de los casos.


Lo más gratificante es ver como Wirth, cuya caracterización está bastante lograda, va “creando” esbirros para que entren en la granja y le abran paso. Así es como tiene lugar la secuencia de los caballos, una de las mejores de la cinta. El resto no va mucho más allá, con los originales esbirros atacando una y otra vez a los protagonistas, alguna que otra persecución para dar algo de “emoción”, y un final bien resuelto pero que tampoco es nada del otro mundo (dejando, además, una puerta abierta a una secuela que dudo vaya a realizarse algún día)

Como entretenimiento de serie B, Town Creek se deja ver (tampoco tenía expectativas de encontrar algo mejor que eso). Cuenta además con unos efectos especiales decentes, dentro de lo que cabe; un poco de gore y una idea bastante interesante aunque explotada de manera demasiado simple (y es que el guionista es el mismo de “Invasión”, aquel chusco remake -el tercero- del clásico de Don Siegel “La invasión de los ladrones de cuerpos”). Con unos personajes con más enjundia (actores como Fassbender o Shea Whigham podían haber dado mucho más de sí) y escenas de verdadera tensión, probablemente estaríamos hablando de una cinta de terror muchísimo más disfrutable.

Para ver y olvidar.


Valoración personal: