viernes, 23 de septiembre de 2016

“Los siete magníficos” (2016) – Antoine Fuqua



Sinopsis oficial: Los habitantes de Rose Creek, atemorizados bajo el control del industrial Bartholomew Bogue, deciden contratar a siete forajidos para terminar con la amenaza: Sam Chisolm (Denzel Washington), Josh Faraday (Chris Pratt), Goodnight Robicheaux (Ethan Hawke), Jack Home (Vincent D´Onofrio), Billy Rocks (Byung-Hun Lee), Vásquez (Manuel García Rulfo) y Red Harvest (Martin Sensmeier). Sin embargo, pronto se darán cuenta estos siete que están luchando por algo más que el simple dinero.

Comentario: Enfrentarnos a un remake nos posiciona, a menudo, en un tesitura difícil, sometida a un inevitable estado de alerta y semidesconfianza, especialmente cuando conocemos y gustamos del film original. Es más, se diría que por lo general, la inmensa mayoría de cinéfilos sufrimos (servidor el primero que se incluye) de una innato temor, cercano al rechazo, tan sólo ante el mero hecho de oír o leer la palabra remake. No es de extrañar, si tenemos en cuenta que muchas veces las víctimas de un remake son clásicos de culto, películas a las que consideramos inmejorables o simplemente a las que tenemos un cariño especial. También porque con frecuencia, los citados remakes están evocados al fracaso; bien porque no suelen aportan nada respecto a su predecesor o bien porque son un fiasco sin más.

Por supuesto, existen honrosas excepciones. Muchas más de las que creemos, sobre todo si tenemos en cuenta que los remakes se llevan haciendo toda la vida.

Pero el caso que nos ocupa es de lo más curioso, pues nos encontramos ante un remake de un remake. Y es que “Los siete magníficos” de Fuqua se basa en el clásico homónimo de John Sturges, quien a su vez readaptaba, en clave western, la historia de otro clásico mayor: “Los siete samuráis” de Kurosawa. Historia que, al mismo tiempo, ha inspirado otras tantas películas y versiones posteriores. Sin ir más lejos, ahí tenemos “Battle Beyond the Stars”, que hicieron bien en titularla aquí como “Los siete magníficos del espacio”, pues no era otra cosa que una libérrima alteración de la misma historia de Kurosawa pero trasladada al espacio exterior. Eso sí, con todas las carencias y deficiencias de la serie B más cochambrosa de la época (motivo éste por el que quizás resulte tan divertida ver). También existe un recomendable anime de 26 episodios titulado “Samurai 7”, que sitúa la historia en un Japón feudal futurista de reminiscencias steampunk.

Pese a las variaciones, todas ellas tienen un nexo en común: la lucha contra la tiranía por parte de unos pocos valientes. Y esto también se repite en esta versión que recupera, nuevamente, el salvaje y lejano oeste como escenario. De hecho, las variaciones con respecto el filme de Sturges son más bien escasas, más allá de que los inofensivos labradores de un pueblo mexicano sean ahora sustituidos por unos granjeros yanquis acosados por un magnate sin escrúpulos que explota sus minas de oro. Por lo demás, todo sigue más o menos los mismos derroteros. Tanto el argumento de base como su posterior desarrollo funcionan del mismo modo, por lo que en ese sentido escasas sorpresas nos encontraremos. También los personajes que interpreta el nuevo y cumplidor reparto (villano incluido) son, la mayoría de ellos, un sucedáneo de aquellos a los que dieron vida Yul Brynner, Steve McQueen y cía. Así pues, mientras que Washington (en su línea habitual de perdonavidas) y Pratt (en su también habitual estilo chulesco y simpaticón/graciosillo) emulan a los citados, tenemos a un traumatizado Ethan Hawke que nos recuerda al personaje que interpretaba Robert Vaughn, del mismo modo que el de James Coburn, habilidoso éste con los cuchillos, revive ahora bajo los exóticos rasgos del actor surcoreano  Byung-hun Lee. 

Amén del pintoresco y étnico grupo que conforman ahora estos siete magníficos, la nota novedosa la pondría el personaje de la hermosa Haley Bennett, una mujer de armas tomar (como mandan los cánones actuales), que no duda ni un sólo momento en empuñar también ella el rifle para defender lo que es suyo y, sobretodo, para reclamar justicia ante los asesinos de su marido (un Matt Bomer visto y no visto).

¿Nos impide, acaso, la falta originalidad, disfrutar de esta no tan nueva versión? Para nada.
Aunque nos sepamos la historia al dedillo, la atracción que ejerce ésta sobre el espectador sigue funcionando de forma inmaculada, y su mensaje se siente tan actual como el primer día.


El público necesita a sus héroes, a sus justicieros, y no siempre tienen por qué vestir trajes de licra o tener superpoderes. Estos tipos se bastan con un revólver en mano y buena puntería para impartir justicia. Y aunque lo suyo no sea, en inicio, un acto de altruismo (se unen a la causa a cambio de una recompensa económica), se prestan al peligro sin pestañear, a sabiendas de lo imposible de su misión y de que probablemente no salgan vivos de ella. ¿Es pues, el dinero, lo que les mueve a acometer semejante empresa? Poco a poco iremos descifrando a todos y cada uno de ellos. Para algunos, probablemente sea una cuestión de honor; para otros, de redención; quizás alguno desee tan sólo venganza, otro disfrutar del desafío, y quizás otros simplemente no tengan otra cosa mejor que hacer. Sea cual sea el motivo, todos ellos son valientes guerreros dispuestos a entregar sus vidas para salvar las de todo un pueblo.

Con ello, Fuqua entrega un auténtico y fiero espectáculo en el que las balas silban por doquier. Los carismáticos “antihéroes” (a los que habría que apodar mejor “los siete más chulos del oeste”) y los espléndidos y vigorosos tiroteos harán las delicias de todo buen fan del western, y de todo aquél que contemple este remake como una nueva ocasión para disfrutar de aquella historia pero con la espectacularidad técnica de nuestros días. ¿Es esto último suficiente para justificar la existencia de este remake? Probablemente no, pero si el resultado es igualmente disfrutable, ¿a quién le importa? Esto es una cinta de acción en clave western, un entretenimiento, y como tal, funciona de maravilla. Y el que quiera comparar, que compare.

Sirva también de excusa para acercarse al cine la oportunidad de disfrutar de una de las últimas partituras del gran James Horner, así como de la emblemática sintonía de Elmer Bernstein (que, todo sea dicho, se hace de rogar a lo largo de toda la película).

P.D.: En los albores del proyecto, cuando sonaba Tom Cruise como posible protagonista y líder de los magníficos, la idea del remake se basaba en una actualización de la historia, llevándola a nuestros días. Personalmente, me alegro de que vuelva a ser un western.


VALORACIÓN PERSONAL: 

domingo, 18 de septiembre de 2016

Amazing News: Semana del 12 al 18 de Septiembre


El fresquito de buena mañana suele ser indicativo del fin de verano, o al menos eso piensa un servidor, así que toca volver a la rutina habitual. Por lo que respecta al blog, eso significa retomar la sección de noticias semanales, así que empecemos poniéndonos al día con las novedades de estos últimos siete días. 

Ahora que el estreno del remake de “Los siete magníficos” está a la vuelta de la esquina (y cuya crítica podréis leer en este mismo blog), es buen momento para hablar de otro remake con sabor a western, porque Relativity Studios ha adquirido los derechos del clásico “Solo ante el peligro” (High Noon) de Fred Zinnemann con la intención de llevar la historia a nuestros días.

Esta nueva versión nos trasladaría hasta la frontera entre Texas y México, con lo que no sería de extrañar que esta vez nuestro protagonista tuviera que enfrentarse a solas contra alguna banda de narcos, o algo por el estilo.

A título personal, yo me quedo con la versión futurista que rodó Peter Hyams (cuando todavía hacía buenas películas) con Sean Connery, la genial "Outland".

Hablando de remakes, parece que la nueva versión de "El Vengador Tóxico" coge ritmo y encuentra al fin quien la dirija. El elegido es Conrad Vernon, co-director de "Sausage Party", gamberrada animada exclusivamente para adultos que ha recibido buenas críticas por parte de la prensa y el público estadounidense (en España se estrena el próximo 7 de Octubre).

Todavía por confirmar está la incorporación de Benicio Del Toro al reboot de “Predator”. Parece que Black le ha echado el ojo al actor mexicano, y éste se encuentra en negociaciones para, ojo, ser el protagonista, tomando así el relevo de Schwarezenegger, Glover o Brody. Recordemos que último mexicano que se enfrentó a un Predator fue Danny Trejo en “Predators”, y no le duró ni 10 minutos.



De remakes pasamos ahora a secuelas. Por un lado, el fichaje de la actriz y cantante Cailee Spaeny como co-protagonista, junto a John Boyega y Scott Eastwood, de “Pacific Rim 2”, continuación que parece apostar por un reparto enteramente joven.

En cuanto a la sexta entrega de “Misión Imposible”, parece que al fin estudio y actor han llegado a un acuerdo económico, por lo que la saga Ethan Hunt seguirá viento en popa con el insustituible Tom Cruise al frente.

La franquicia que de momento echa el freno es “G.I. Joe”, cuya tercera entrega se aplaza a la espera de que el deseado protagonista, el omnipresente Dwayne Johnson, tenga la agenda libre, algo que no parece que vaya a ocurrir antes de 2025 (por decir algo).

En materia fichajes, comentar los de Cliff Curtis en “Meg”, el thriller con tiburón gigante que protagonizará Jason Statham, y el de Jackie Earle Haley como villano de la adaptación en imagen real de "Alita: Battle Angel".

Cierro el post con la curiosa noticia de la adquisición, por parte de Fox, de los derechos de la vida de Stan Lee, el legendario guionista de cómics co-creador de, entre otros, superhéroes como Spider-Man o Hulk. La apuesta del estudio es una película de ficción centrada en su juventud, y aunque por ahora poco más se sabe del proyecto, las referencias que se citan son “Kingsman: Secret Service” o las películas de James Bond de la era Roger Moore. ¿La vida de Stan Lee convertida en una comedia de acción y espionaje? ¿Tendría Lee un cameo en su propia película? Suena todo muy disparatado. O quizás no…


viernes, 2 de septiembre de 2016

“No respires” (2016) – Fede Álvarez



Sinopsis oficial: Tres amigos allanan la morada de un ermitaño invidente para dar lo que suponen un golpe fácil solo para descubrir que su vida corre peligro en una aterradora pesadilla.

Comentario: Segundo largometraje del guionista y director uruguayo Fede Álvarez, quién ya nos sorprendió con el brutal remake de la mítica Posesión infernal de Sam Raimi. En esta ocasión, el cineasta vuelve a demostrar su destreza tras la cámara en esta efectiva muestra del subgénero “home invasión” (o “invasiones domésticas”).  Un thriller claustrofóbico y retorcido que te deja sin respiración, y que enfrenta a tres jóvenes ladronzuelos contra un hombre ciego que poco o nada tiene de desvalida víctima.

Por lógica, los inquilinos de una casa allanada suelen ser las víctimas. Son quienes, de forma inesperada, contemplan impotentes la invasión de su hogar a manos de uno o más indeseables. Son quienes pasan miedo y padecen realmente los horrores del cautiverio. Y aunque en última instancia muchas veces terminen haciéndole pagar caro al invasor su intromisión, en la mayoría de los casos es muy probable que el ataque les produzca un severo trauma del que les cueste recuperarse. Ejemplos de ello tenemos a puñados; desde” Perros de paja” de Peckinpah hasta “Funny Games” de Haneke, pasando por “Los Extraños”, “La habitación del pánico”, “La purga”, “Tú eres el siguiente” o las francesas “Ellos (Ils)” y “A L’Interieur”, entre las más conocidas.

Sin embargo, en ocasiones las tornas se intercambian, y son los asaltantes quienes, desde el primer momento, se convierten en las víctimas del imprudente allanamiento. Todos recordaremos lo mal que lo pasaban dos chorizos de pacotilla por culpa de un astuto crío de ocho años (Macauly Caulkin) en “Solo en casa”. Otro crío que también se defendía con agallas, esta vez de un asesino psicópata disfrazado de Papá Noel, era el de la francesa “Game Over: se acabó el juego (una de las cintas más terroríficas de mi infancia). Aunque el mejor ejemplo lo encontramos más recientemente en la salvaje (y muy recomendable) “The Collector”.

 
En “No respires” ocurre lo mismo. El joven trío protagonista, formado por una chica con una familia desestructurada, su novio quinqui (un auténtico cretino) y el amigo pagafantas, se introduce sigilosamente en el hogar de un viejo exmilitar creyendo no sólo que va a ser el robo de sus vidas, sino que además todo va a salir a pedir de boca. En primer lugar, porque la casa se encuentra en un barrio residencial abandonado, y en segundo lugar, porque su único residente, el objetivo de marras, es ciego, por lo que se le presupone una presa fácil. Por desgracia para ellos, el hombre no sólo no es un pobre ciego indefenso, sino que además está como un cencerro tras sufrir una dolorosa tragedia familiar. Así pues, desde el momento en que los tres ponen un pie en la casa, están condenados a pasarlas canutas a manos del astuto inquilino (un imponente Stephen Lang). 

Álvarez nos ofrece así una persecución implacable y repleta de dolorosos encuentros cara a cara, en los que cada rincón de la casa puede convertirse en una trampa mortal. Un tour de force con reminiscencias a “El sótano del miedo” de Wes Craven, e incluso a “Cujo” de Stephen King (el pesadillesco encierro en el coche).  Para nuestros protagonistas, un robo que parecía pan comido se convierte una lucha por la supervivencia; para el espectador, apenas 90 intensos minutos de placentera cacería humana en muy pocos metros cuadrados.



VALORACIÓN PERSONAL: