miércoles, 11 de octubre de 2017

SITGES 2017 - Día 2 (Parte 2)


Le serpent aux mille coupures” (2017) - Eric Valette

Sinopsis oficial: Moissac, invierno de 2015. Un motero herido abandona la escena de la matanza. El misterioso fugitivo se refugia en la casa de los Petit, una familia de granjeros a los que toma como rehenes. En su búsqueda van los capos de la droga colombiana y un asesino a sueldo de élite, que están decididos a neutralizarlo, por todos los medios. 

Comentario
El director francés regresa al thriller (género en el que parece desenvolverse con mayor soltura) tras la entretenida “La Proie”, dejando a un lado el frenetismo de aquella para presentarnos una cinta multicultural cuya historia de fuegos cruzados que se va cociendo a fuego lento.

Aunque la complejidad de la trama a la hora de ir encajando sus piezas le otorgue empaque a la cinta, lo cierto es que el resultado final se hubiera beneficiado enormemente de haber simplificado más su discurso narrativo. Restando saltos en las localizaciones e incluso restando personajes (el caricaturesco asesino a sueldo, sin ir más lejos, parece sacado de una película japo de yakuzas; muy fuera de lugar), en conjunto habría resultado mucho más redonda y directa, pudiendo sacar también mayor partido a los acontecimientos que se desarrollan entre captor y rehenes en el interior de la granja.
De todos modos, en última instancia nos queda un thriller eficiente y sin muchos aspavientos. Para degustar con tranquilidad.



Mom and Dad” (2017) – Brian Taylor

Sinopsis oficial: Una misteriosa epidemia en forma de locura masiva provoca que los padres ataquen violentamente a sus hijos. Carly y Joshua tratarán de sobrevivir durante tan aciaga jornada, amenazados por sus progenitores.

Comentario:
El inefable dúo responsable de cosas como “Crank”, “Gamer” o “Ghost Rider: Spirit of Vengeance”, empieza a ganarse las habichuelas por separado. Y todo parece indicar que de momento es Brian Taylor el que parece destacarse de los dos. El sello desfasado y absurdo de las citadas películas se nota de nuevo en este primer trabajo en solitario de Taylor. No hay más que echarle un ojo a la delirante premisa para darse cuenta.

¿Una extraña pandemia que afecta al razonamiento de las personas de tal modo que se giren en contra de sus hijos y quieran asesinarolos? Pues tal que así.

Seguramente, todo padre o madre que se precie asegure que tener un hijo es lo mejor que les ha pasado en la vida. Pero criarlos no siempre es un camino de rosas. Los sacrificios que hay que hacer son muchos, y los padres interpretados por Selma Blair y Nicolas Cage bien lo saben. 

La película de Taylor está cargada de mala leche, pero pese a lo delirante de los acontecimientos que vemos en pantalla, lo cierto es que a nivel de casquería se muestra bastante comedida. Y no es que uno pida carnaza porque sí, pero en una película como ésta, hay que admitir que se echa bastante de menos. Y es que la historia pide a gritos rematar el humor con el espectáculo de vísceras y hemoglobina que se merece. Sobre todo teniendo en cuenta que la película funciona más por el histrionismo de Cage que por la retahíla de gags, que sólo a veces resultan ingeniosos. Cage eleva al absurdo más hilarante cada una de sus apariciones. Sin él, probablemente la fiesta decaería y sería mucho menos divertida. 

“Mom and Dad” es una buena mala película ideal para ver en Sitges por su sentido meramente lúdico, y es que ratos resulta difícil discernir si uno se ríe con ella o de ella. Probablemente, ambas cosas.

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