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Grado de satisfacción: Medio-Bajo
Computo de frikismo: Bajo
Gangnam Blues
De qué va: Jong-dae y Yong-ki, dos amigos desde la
infancia, luchan por sobrevivir en la ciudad de Gangnam hasta que sus casas son
derribadas. Desesperados por conseguir dinero, ambos acaban involucrándose en
el peligroso mundo de las bandas.
Qué ofrece: enfrentamientos
políticos entre distintos grupos que utilizan las bandas de matones para lograr
el control de Gangnam, ciudad a la que quieren convertir en la nueva Seúl. En
medio de esta lucha de poder se encuentran dos amigos que, por haces del
destino, son separados durante una revuelta, recayendo ambos en bandos rivales.
Su amistad y su lealtad para con los suyos es puesta a prueba cuando los
acontecimientos alcanzan un punto crítico y profundamente violento.
Intrigas políticas, corrupción, violencia, traición… La
compleja trama político-criminal de la que se nutre la película tiene todo eso
y también un grave problema (conmigo): su harto difícil seguimiento. Demasiados
personajes, demasiados nombres y caras a los que asociarlos, demasiados bandos…
Lo más: la brutal batalla campal en el funeral.
Lo menos: lo complicado que resulta a ratos seguir
una trama que, para colmo, se prolonga a más de dos horas.
Coin Locker Girl
De qué va: Abandonada nada más nacer, Il-young termina
vendida a una organización criminal de Chinatown siendo tan solo una cría. Años
más tarde, se convierte en una de las empleadas predilectas de Mamá, apodo con
el que se conoce a la mandamás de la organización.
Qué ofrece: un crudo y violento relato criminal con
un joven protagonista que debe afrontar el día a día según las reglas de la
calle. Una historia de supervivencia en los bajos fondos de Chinatown dura y
triste, y que apenas deja resquicio alguno para la esperanza.
Lo más: la contundencia con la que se desarrollan los
acontecimientos, especialmente su desenlace. Una casi irreconocible Hye-su Kim muy
metida en el papel.
Lo menos: nada en particular.
Helios
De qué va: agentes surcoreanos han de trabajar junto
a la policía de Hong Kong para intentar detener la venta ilegal de un
devastador artefacto explosivo compuesto por uranio, antes de que la compre se
efectúe y sus nuevos propietarios decidan hacerlo estallar en Hong Kong.
Qué ofrece: otro prometedor thriller de acción
asiático arruinado por una trama enrevesada que implica a diversas –demasiadas-
agencias de seguridad de distintos países. Exceso de personajes metidos en un
fregado que da muchas vueltas, mezclando conspiraciones, corrupción, etc. En
realidad, la trama podría haber sido mucho más básica, sin tanto giro de guión;
y con una reducción de metraje podría haber quedado algo más potable.
Lo más: las escenas de acción, sin duda. Muy bien
rodadas y con las que se nota que estamos ante una superproducción.
Lo peor: su inconcluso desenlace… ¿Hemos asistido al nacimiento de una saga?
Auténtica patada en las narices del espectador.
Office
De qué va: un empleado modélico asesina a toda su
familia al llegar a casa tras la jornada laboral. En el trabajo, sus jefes y
compañeros están inquietos, ya que anda en paradero desconocido y temen que vuelva a la oficina y prosiga con
la inexplicable matanza. Al fin y al cabo, si ha asesinado a sangre fría a
carne de su carne, ¿qué no haría con sus ex compañeros de trabajo?
Qué ofrece: una crítica al, con frecuencia, injusto y
opresivo mundo laboral. Un acercamiento bastante radical al desequilibrio
mental que pueden causar prácticas como el mobbing. Por desgracia, la cinta
juega al misterio con trampa, amén de prolongar un acto de venganza a lo largo
de varios días consecutivos, terminando por hacer sucumbir en el sopor al paciente
espectador. Y es que dichos acontecimientos podrían haber resultado mucho más
efectivos de transcurrir a lo largo de una única noche.
Lo más: el contundente comienzo.
Lo menos: su anodino desarrollo, y un desenlace en el
que se descubre la tomadura de pelo que ha sido todo lo que lo precede.
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