Películas vistas: 4
Grado de satisfacción: Medio
Computo de frikismo: Medio-Alto
Inner Demon
De qué va: Sam y
su hermana pequeña son secuestradas por una pareja de asesinos en serie. Gracias
a su astucia, Sam consigue escapar de sus captures y huir hacia el bosque y
refugiarse en una casa abandonada. Por desgracia, su pesadilla no ha terminado
ahí, sino más bien lo contrario, ya que la joven ha saltado de la sartén para
caer directamente en las brasas.
Qué ofrece: dos
películas en una. Por desgracia, ninguna de las dos merece la pena. Durante la
mayor parte del metraje asistimos a un film de supervivencia aburrido y
desganado. Y en sus últimos veinte minutos la directora/guionista decide cambiar
por completo de género introduciendo sin venir a cuento y si coherencia
narrativa alguna, elementos fantásticos.
Lo más: ese look
compuesto por tejanos y camiseta de tirantes blanca que tanto nos gusta ver
lucir en los cuerpos serranos de jovencitas
en apuros.
Lo menos: que ni
con el absurdo giro final remonte y logre por lo menos compensar su visionado.
Baskin
De qué va: una unidad
de policia se adentra en un edificio abandonado, topándose de lleno con un sádico
culto en pleno ritual.
Qué ofrece: un
sangriento e indigesto cóctel de depravación y tortura física sujeto a una
trama incomprensible plagada de diálogos y escenas oníricas que no van ninguna
parte.
Lo más: el “momento
karaoke” de camino a la trampa mortal.
Lo menos: lo bien
engañado que me tenía su tráiler.
SPL 2: A Time For
Consequences
De qué va: Un
policía de Hong Kong llamado Kit persigue a un importante mafioso solo para
descubrir que su principal testigo ha desaparecido y su tapadera ha sido
expuesta. En represalia el mafioso lo secuestra y lleva a una cárcel tailandesa
bajo una falta identidad. Allí se topará con Chai, un humilde guardia de la
prisión cuya hija parece leucemia. Lo que no sabe Chai es que Kit es el donante
que su enferma hija necesita para sobrevivir.
Qué ofrece: mucha
pirueta y huesos rotos en esta clásica cinta de acción hongkonesa, con el no
menos habitual y frustrado intento de urdir una compleja trama trágico-dramática
que sirva de sustento (y excusa) para los enfrentamientos cuerpo a cuerpo
(porque como todo el mundo sabe, ahí en Hong Kong todo el mundo paractica artes
marciales).
Lo más: las
hostias, obviamente. Peleas de lo más acrobáticas, con coreografías sumamente
elaboradas en las que tan solo habría que lamentar la siempre molesta incorporación
de los cables al estilo del subgénero wu-xia.
Lo menos: lo
excesivamente enrevesado de la trama, hilvanando las historias que atañen a los
distintos protagonistas de forma forzada y fregando constantemente lo
inverosímil.
I Am Your Father
De qué va:
documental reivindicativo dedicado a la figura de David Prowse, el hombre que
encarnó (físicamente) a Darth Vader en la trilogía original de La Guerra de las
Galaxias.
Qué ofrece: un sentido y revelador homenaje al hombre tras la máscara de uno de los villanos más icónicos de la
historia del cine. Un sincero tributo, a la par que loable intento de hacer
justicia ante la injusticia (valga la redundancia) que supuso privarle de
mostrar su rostro al público. Y es que en la última entrega de la saga, El
Retorno del Jedi, Prowse fue sustituido por otro actor para que rodara la secuencia
de la muerte de Darth Vader, único momento en toda la saga en el que el villano
se muestra sin el casco. Una decisión que jamás le fue revelada a Prowse, y que
el actor hubo de descubrir tras ver la película.
Lo más: la idea del
director de permitirle rodar la citada secuencia que tiempo atrás le
arrebataron tan vilmente.
Lo menos: que por desgracia no tengamos la oportunidad de
contemplar el resultado de esa secuencia, al menos por el momento. Y es que un
tema de derechos que atañe a Lucasfilm nos lo impide.
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