miércoles, 8 de octubre de 2014

Sitges 2014 - Día 3: El invitado perfecto y amando a la Cannon Films


 The Guest

Rubio, ojos azules, cuerpo atlético, mirada penetrante y sonrisa encantadora. Así es el protagonista de “The Guest”, lo nuevo de Adam Wingard (You’re Next). Ni qué decir que con estos rasgos nadie podría sospechar nunca del oscuro secreto que oculta tan misterioso personaje.

Cuando David llega al hogar de los Peterson no tarda mucho en ganarse su confianza. Sus buenos modales, su cara de no haber roto nunca un plato y la credibilidad de su historia pronto encandilan a sus anfitriones, que le acogen con los brazos abiertos.

La familia perdió al joven Caleb en Afganistán, y David parece haber llegado para llenar ese vacío. Por unos días, el recién llegado pasa a convertirse en el hijo y el hermano que han perdido. ¿Pero es en realidad BBB quién dice ser? Su actitud enseguida nos revela que algo oculta, pero no sabemos con exactitud de qué se trata. ¿Es amigo o enemigo? Sus esfuerzos por hacer de su estancia en la casa algo beneficioso para toda la familia podrían tener segundas intenciones, y sólo la hija adolescente de los Peterson, Anna, parece guardar las distancias.

Al igual que el Ryan Gosling de “Drive”, el magnetismo de Dan Stevens llena la pantalla. Su personaje es al mismo tiempo héroe y villano, y el caso es que tanto en lo uno como en lo otro rebosa carisma.

Desde el primer momento sospechamos de la identidad de, pero al mismo tiempo que va ganándose a la familia, también nos va ganándonos a nosotros, los espectadores. En consecuencia, llega un momento en que sean cuales sean sus intenciones; sean cuales sean sus actos, seguimos estando de su parte. Wingard juega con eso y consigue retorcernos la conciencia a medida que se empieza a descubrir todo el pastel.

The Guest es una cinta de intriga y acción de regusto claramente ochentero, tanto por su continente (esa banda sonora repleta de sintetizadores) como por su contenido (su chulesco protagonista). Es resultona, atrevida y inapelablemente cool.




Electric Boogaloo: The Wild, Untold Story of Cannon Films vs The Go-Go Boys: The Inside Story of Cannon Films

El destino ha querido que dos documentales sobre la mítica productora Cannon Films coincidan en el tiempo, y que ambos se proyecten en el Festival. Una ocasión perfecta para poder constatar similitudes y diferencias existentes entre ellos. Y lo cierto es que en cuanto a detalles reveladores, comparten más de lo primero que de lo segundo.

Tanto uno como otro dedican sus minutos a desvelarnos el auge y caída del estudio que los israelís Menahem Golam y Yoram Globus presidieron a partir de 1979 tras su compra a sus fundadores originales.  Pero mientras que uno de los documentales repasa concienzuda y cronológicamente la filmografía del estudio, el otro opta por hacer especial hincapié en la figura profesional y personal de los primos Golam y Globus, quienes además colaboran y se prestan a las preguntas de su directora, la israelí Hilla Medalia.

Mark Hartley, que rodó con anterioridad dos documentales dedicados al cine exploitation de los 70 y 80 (“Not Quite Hollywood: The Wild, Untold Story of Ozploitation!” en 2008, y  “Machete Maidens Unleashed! en 2010), relata en un tono tan crítico como jocoso las peripecias de estos dos magnates de la industria cinematográfica que tanto hicieron por llenar de cine las estanterías de los videoclubs de la época. Y empieza desde sus humildes orígenes en su tierra natal, Israel, hasta su desembarco en EE.UU., en dónde se convirtieron en auténticos especialistas en producciones de bajo presupuesto enfocadas al mero entretenimiento. Digamos que fueron, por derecho, los dignos sucesores de Roger Corman. Y aunque siempre se les recordará por convertir en estrellas a gente como Norris o Jean Claude Van Damme, lo cierto es también se atrevieron con producciones de mayor envergadura (y que convirtieron en fracasos monumentales, como “Superman IV”) así como films de otros géneros ajenos a las tiros y las explosiones.

Hartley hace acopio de actores, directores y guionistas que trabajaron para Golam y Globus para descubrirnos anécdotas y curiosidades de boca de sus propios protagonistas. Del mismo modo, y al igual que el documental de Medalia, utiliza cuantiosas imágenes de archivo en los que aparecen los dos primos.

Pero como ya he comentado con anterioridad, en el caso de Medalia, los propios Golam y Globus ofrecen su propia visión de sus experiencias en el mundo del cine, por lo que el  documental se centra más en ellos que en sus películas. El tono, además, difiere notablemente del de Hartley, decantándose por acercamiento algo más íntimo y melancólico.


En cualquier caso, dos documentales perfectamente válidos y complementarios que radiografían sin tapujos a la mítica Cannon, una productora que, gusten o no sus películas, forma parte indispensable de la historia del cine.


1 comentario:

Machete dijo...

Estamos bastante de acuerdo, por suerte no se limita a copiar unicamente a Drive, el desenlace a lo Carpenter me parece un notable acierto. Mejor que You're the Next, bastante mejor.