Starred Up
De dramas carcelarios existen muchos y de mejores que el
presente, pero si por algo destaca el film de David Mackenzie es por centrar el
foco de atención de la historia no tanto en la rehabilitación del personaje
protagonista (un estupendo Jack O’Connell), sino en la conflictiva relación
padre-hijo que le atañe.
Poco a poco
iremos viendo pequeños cambios en Eric, siendo testigos del proceso de adaptación
y transformación que irá asumiendo conscientemente con ayuda de Oliver y otros
presos que asisten a sus sesiones.
Así,
Mackenzie construye un sólido drama que si no es mejor es porque en ciertos
aspectos no logra desquitarse de algunos clichés del subgénero carcelario. Si
bien lo compensa con una total ausencia de dramatismo lacrimógeno, cosa siempre
de agradecer.
The Voices
La nueva
película de Marjane Satrapi (Persépolis) es, junto a “Buried”, otro claro
ejemplo de que cuando se lo propone, Ryan Reynolds puede ser un actor estupendo.
Y es que en esta marciana y rocambolesca historia sobre un psicópata muy
particular, el marido de BBB está especialmente brillante.
Reynolds se
mete en la piel de Jerry, un tipo tímido y solitario que vive en un piso
con la única compañía de su perro Bosco y de su gato Mr. Whiskers. Esto no
tendría nada de raro, o no especialmente raro, si no fuera porque Jerry habla
con sus mascotas… ¡y estas le contestan!
De sus sesiones con su psicóloga y sus posteriores
charlas con sus peludos compañeros de piso se deduce que nuestro protagonista
tiene un grave trastorno mental. Un trastorno que se agrava con la presencia de
la bella Fiona, la chica del trabajo con la que Jerry anhela tener un romance.
Precisamente ella será el detonante de que el transtorno de Jerry vaya a peor,
mucho peor.
La psicopatía de Jerry parece haber encontrado una vía de
escape para evadirle de la realidad. Por lo menos durante las horas que pasa en
casa junto a sus mascotas. Y es que estas se han convertido en una
personificación viviente y parlante de su consciencia. Cada animal asume las
distintas personalidades de Jerry; su lado bueno y su lado malo; su lado amable
y su lado perverso. Así, Mr. Whiskers encarna al psicópata que lleva dentro y
que clama por romper sus ataduras para comenzar su vida criminal; mientras que
Bosco encarna su yo más sensato y afable. A través de ellos exterioriza sus
pensamientos, luchando consigo mismo para intentar vencer sus instintos
homicidas. Pero como veremos, la tentación es poderosa y finalmente el mal se
adueña de Jerry, llevándole a cometer horribles asesinatos, siendo sus
compañeras de trabajo sus principales víctimas.
The Voices ofrece un acercamiento único al cine de
psicópatas asesinos. Y lo hace desde el humor y desde el punto de vista del
mismísimo asesino, abordando su consciencia y mostrándola al espectador de
forma visible a través de unas hilarantes charlas entre el protagonista y sus
parlanchinas mascotas. Sin duda, una de las películas más refrescantes del
festival y, hasta el momento, mi favorita.
‘71
De nuevo, una película protagonizada por Jack O’Connell,
aunque en esta ocasión su prisión no es una cárcel CCCC sino un barrio irlandés
en pleno conflicto armado.
Belfast, año 1971. Gary Hook es un joven e inexperto soldado
británico que es abandonado accidentalmente por su unidad tras un motín
callejero. Herido y desorientado, busca refugio entre las calles de la ciudad
mientras huye de sus perseguidores, la milicia republicana. Pero pronto se verá
inmerso entre dos fuegos en los que no le será fácil distinguir quién es amigo
y quién enemigo.
El director nos sumerge una historia de supervivencia
como excusa para mostrarnos las dos caras de la moneda del conflicto de Irlanda
del Norte, dejando al descubierto la
violencia y la crueldad con la que actúan ambos bandos, unionistas y
republicanos, y la más vil traición a lo que son capaces de llegar en la lucha
por sus ideales. Un thriller que ofrece una mirada interesante y crítica a una
de las peores etapas recientes, y todavía candentes, de la historia de Irlanda.
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