domingo, 19 de octubre de 2014

Sitges 2014 - Día 6: el fin del mundo, espejos malditos, polis corruptos y muñecas infernales


These Final Hours

¿Qué haríais si la Tierra se fuera a pique y tan sólo os quedaran unas pocas horas de vida? Cada uno de nosotros lo afrontaría de forma distinta, si bien es muy probable que la inmensa mayoría decidiéramos pasar ese tiempo con nuestros seres más queridos.

Son muchos también los que aprovecharían el inminente fin del mundo para desatar sus más ínfimos y ocultos instintos (robar, matar, violar…); otros preferirían no sufrir la espera y optarían por quitarse ellos mismos la vida; y algunos, como nuestro protagonista, preferirían pasar sus últimas horas divirtiéndose a tope. Ese es el plan de James (Nathan Phillips), que realizará un viaje en coche para reencontrarse con su novia y asistir a la última fiesta de todas las fiestas. ¿Pero es allí donde realmente quiere estar James? La respuesta quizás no llegue hasta que sea demasiado tarde…

“These Final Hours” es una road-movie dramática con trasfondo apocalíptico en la que tenemos a un personaje que no es ni mucho menos un ejemplo de buena conducta, pero que en las últimas horas de su vida afrontará situaciones que desafiarán su voluntad y le llevarán a tomar decisiones que antes siquiera se habría planteado.

El terreno que pisa su debutante director (y guionista) Zak Hilditch es sobradamente conocido, y los personajes están más bien poco desarrollados, pero el desalentador panorama que nos presenta y la tragedia que afrontan personajes como el de la niña le otorgan un plus de calidad, convirtiéndola en un más que interesante acercamiento al cine apocalíptico desde la vertiente más “indie”.




Oculus

El segundo trabajo del director Mike Flanagan está basado en el corto “Oculus: Chapter 3 - The Man with the Plan” que él mismo dirigió en 2005. La historia que vemos en la película supone una ampliación, no sólo en términos de duración/minutos, de aquella misma idea.

Kaylie y Tim son dos hermanos huérfanos que vuelven a reencontrarse tras once años separados debido a la trágica muerte de sus padres. Tim ha pasado todo este tiempo en terapia y ahora vuelve al mundo completamente rehabilitado. Su hermana, sin embargo, sigue en sus trece, convencida de que la muerte de sus progenitores fue cosa de un antiguo espejo maldito. De regreso a su antiguo hogar, ambos revivirán aquellos terribles días de pesadilla a fin de esclarecer, de una vez por todas, lo que ocurrió en realidad.

Mediante la intercalación de unos efectivos flashbacks, Flanagan alterna pasado y presente con el fin de mantener el suspense a lo largo de la trama, logrando así depositar la duda en el espectador. De este modo nos planteamos con frecuencia si lo que ocurre ante nuestros ojos es real y, por tanto, el espejo maldito existe de verdad; o si bien se trata de la imaginación de unos jóvenes atormentados y traumatizado por la tragedia familiar. Ese juego entre lo real y lo fantástico funciona a  las mil maravillas a lo largo de la película y, lo que es mejor, no se estropea una vez llegado el desenlace. Y es que Flanagan y su co-guionista deciden ser honestos consigo mismos y con el producto que están ofreciendo, ahorrándonos lo que podría haber derivado en un típico y absurdo giro final de esos que, en post de sorprender al espectador, acaban por arruinar una buena película. Esa clase de tomadura de pelo a la que muchos guionistas se prestan y de la que aquí se huye como alma que lleva el Diablo. Eso sí, eso no priva a sus responsables de algo no menos tópico: un final inconcluso que dé pie a una segunda parte. Aunque del modo se relata la historia, dejando en el aire las explicaciones sobre el misterioso origen del espejo, podemos considerarlo hasta plausible.

Para el recuerdo quedan algunas secuencias realmente escalofriantes, como la que protagoniza Karen Gillan con una manzana (los que la hayáis visto sabréis a cuál me refiero).




Colt 45

Podría haber sido un buen thiller a la francesa del estilo de “36, Quai des Orfèvres” de Olivier Marchal o  “A bout portant” de Fred Cavayé, pero lo cierto es que la tercera película de Fabrice Du Welz se queda a medio camino de serlo. Tiene los ingredientes suficientes para lograrlo: atracos, violencia y polis corruptos dan para un buen menú. Sin embargo, su escasa duración ofrece muy poco margen para terminar de desarrollar convenientemente una trama que pedía a gritos una cocción a fuego lento.

Vincent Miles es un joven supervisor de armas y un experto instructor de tiro de la Policía Nacional al que se rifan algunos de los escuadrones de élite más prestigiosos. Su futuro prometedor termina truncándose cuando conoce al agente Milo Cardena, quién lo arrastrará a una voraz espiral de violencia. Atrapado en medio de una guerra abierta entre policías, Vincent se verá obligado por vez primera a disparar contra blancos humanos para salir del lío en el que se ha metido.

Colt 45 es un thriller de acción corto y que va directo al grano, lo cual no tiene que ser, por defecto, algo negativo, pero la sensación al final es de que podría haber dado más de sí con un guión algo más trabajado y menos enfocado a servir de excusa para unos cuantos tiroteos. Y es que las situaciones conflictivas así como el desenlace se resuelven de forma muy apresurada, desaprovechando por el camino a un buen puñado de personajes (y a actores como Gérard Lanvin).




Annabelle

Las películas de muñecos diabólicos bien podrían considerarse un subgénero en sí mismo. Su presencia en el cine de terror ha sido ocasional pero recurrente a lo largo de los años. Debemos remontarnos muy atrás en el tiempo para encontrar precedentes tan significativos como “Devil Doll” (El muñeco diabólico) o uno de los segmentos de la película de episodios “Dead of Night” (Al morir la noche). Títulos quizás no muy conocidos por el gran público pero que bien servirían para sentar las bases de lo que posteriormente otros cineastas sacarían buen partido. Ahí tenemos, sin ir más lejos, la popular “Muñeco diabólico” (Child’s Play) de Tom Holland, gamberrada ochentera que daría lugar a un buen puñado de secuelas.

Incluso la pequeña pantalla nos ha dejado algunos buenos ejemplos, con muñecos infernales protagonizando capítulos de series tan conocidas como “La dimensión desconocida”, “Expendiente X” o incluso “Buffy, cazavampiros”.

Annabelle, la maligna muñeca protagonista del título que nos ocupa, llega ahora para sumarse a la lista. Dicha muñeca tuvo su primera aparición  en la magistral “The Conjuring”, de James Wan, por lo que podríamos considerar esto como un spin-off de aquella. Desgraciadamente, no podemos atribuirle la autoría al propio Wan, que ya dirigió con anterioridad una película de muñecos asesinos ,“Dead Silence”, pues aquí se limita a ejercer de productor. El responsable es John R. Leonetti, director de fotografía de, precisamente, “The Conjuring”, y en cuyo currículum no encontramos sino secuelas de baja estofa como “Mortal Kombat: Aniquilación” y “El efecto mariposa 2”. ¿Y qué ocurre cuando se le da la dirección de una película a un tipo que sólo ha rodado subproductos de videoclub? Pues que te hace otro subproducto de videoclub.


En realidad, quizás “Annabelle” no sea tan mala como muchos pregonan, pero está claro que se trata de un pobre filme de terror (aunque más bien parezca un telefilme) que intenta tirar del éxito de la película madre para atraer al incauto espectador a las salas. Pero aún con sus fallos (guión chapucero, reparto mediocre…), hay que reconocerle una o dos secuencias de las que ponen los pelos de punta. Más vale eso que nada.


3 comentarios:

Machete dijo...

These Final Hours coincido contigo, se conoce lo que muestra, pero lo hace bien.

Oculus no la vi, pero había leído que es floja. Le daré una oportunidad cuando tenga un rato.

Lo de Colt 45 (me encantó) y Annabelle (infumable) no lo entiendo. ¿Cómo las puntuas igual? ;)

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Después de escuchar cosas horribles de Annabelle tras el pase matutino, yo la vi por la noche y no me pareció tan espantosa. Malucha, pero tampoco era para sacarse los ojos. Y Colt 45 tampoco me convenció.

Con Oculus había oído que era correcta, pasable o floja. Pero mira por dónde que me llevé una muy grata sorpresa. No siempre hay que hacer caso de las voces que se oyen durante el Festival.

Saludos ;)

Machete dijo...

En mi caso, los prejuicios pueden influir, pero flipé al ver que el descontento era general. Pensé que sería como Insidious o El expediente Warren, que la gente saldría maravillada. XD

Pues sigo pensando que Colt 45 está muy bien.

Las voces son una guia para apostar al rojo o al negro, pero los gustos de cada uno son tan diferentes que, hasta que uno no lo ve con sus propios ojos no hay nada dicho a favor o en contra.