REC 4 - Apocalipsis
Tras una gamberra y muy libérrima (en tono y concepto)
tercera entrega, REC4 se nos presenta como un retorno a los orígenes,
devolviendo así la saga a los cauces de terror angustioso que la han
caracterizado desde el principio. Esta vez, sin embargo, la mayor –o la única- novedad
reside en que la acción se traslada a un enorme barco en mitad de ninguna parte
del océano, deviniendo éste en el escenario claustrofóbico perfecto para
desatar una nueva oleada de violencia “zombie”.
Si bien REC 3 era ofrecía una visión muy personal de su
director, Paco Plaza, aquí parece que tengamos delante un mero producto de
encargo realizado un poco a desgana. Y es que esta cuarta entrega resulta tan
efectiva como rutinaria. No se asumen riesgos ni se ofrecen respuestas de
ninguna clase que permitan hacer avanzar la saga o por lo menos aportar alguna
novedad a la misma. En consecuencia, la historia se estanca y se queda
prácticamente en el mismo sitio en el que ya estaba. Cierto es que eso mismo podríamos achacárselo
a su predecesora, pero es que en esta ocasión se recupera a la estrella de la
franquicia, Manuela, para limitarse a participar en un repetitivo esquema de
horror survival ya conocido (dentro y fuera de la franquicia REC) y carente
sorpresas. Hasta el golpe de efecto se ve venir a leguas.
Balagueró ha tomado el camino fácil entregando un producto
de terror funcional al que sin duda se le debe reprochar su falta de
aspiraciones, su mecánica dirección (con confusos y mareantes movimientos de
cámara en las escenas de acción) y su poca capacidad para sorprender. Pero al
César lo que es del César, y es que REC4 es endemoniadamente entretenida; un
intenso non-stop de acción y gore a raudales que, en su condición de zombie-movie,
debería satisfacer al que busque poco más de hora y media de terrorífico y
sangriento escapismo. Aunque es muy probable que al mismo tiempo pueda llegar a
decepcionar al fan acérrimo de la película original y/o de sus secuelas.
The Babadook
Amor de madre vs
monstruos de alcova. Así podría resumirse este sugerente y sobrio film
de terror en el que algo tan inocente como contarle un cuento a un hijo antes
de acostarse puede terminar convirtiéndose en una auténtica e infernal pesadilla.
Desde que perdió a su marido en un accidente de coche,
Amelia, embarazada por entonces, se ha hecho cargo ella sola de cuidar a su
hijo. Pero el pequeño es un crío conflictivo, y no le está poniendo las cosas
nada fáciles. Su tendencia a la agresividad y su asustadiza actitud con
respecto a los monstruos imaginarios empieza a colmar la paciencia de su madre,
que no da abasto entre el trabajo, el suplicio en el hogar y el permanente
recuerdo de su fallecido marido. Todo empieza a empeorar en el momento en el que
encuentra por casa un misterioso cuento para niños titulado The Babadook, y cuyo
protagonista es un espeluznante monstruo a lo el “Coco”. Desde que le lee el
libro a su hijo, éste asegura poder ver a Babadook, como si la lectura de las
páginas del libro lo hubieran invocado y liberado. Por supuesto, no parece ser
otra cosa que la influenciable imaginación de un niño, hasta que la propia
Amelia empieza a percibir la presencia de alguien en la casa.
Como espectadores, pasamos de detestar profundamente al
irritante niño protagonista a compadecerlo a medida que su madre empieza a caer
presa de la locura. ¿Es Babadook algo real? ¿Está Amelia cayendo en el influjo
del perverso monstruo? Con el paso de
los minutos (días en la película) somos testigos del cambio radical en Amelia,
pasando de una tierna y sufridora madre a una loca psicópata cual Jack
Nicholson en “El resplandor”.
El acierto del director pasa por el ambiente enfermizo que
logra otorgarle a la cinta, así como por algunas secuencias realmente
terroríficas en las que sin duda ayuda mucho el escalofriante monstruo que da
título al cuento y a la película. Con pocos y sutiles elementos se logra crear
un film de terror inquietante al que quizás podamos recriminarle su no del todo
satisfactorio desenlace, pero que sin duda cuenta con una gran protagonista y
un monstruo para el recuerdo.
The Target
En base a los mismos cimientos, lo que era un buen thriller
a la francesa (“Cuenta atrás”) pasa a ser ahora un mucho mejor thriller a la
coreana. Y es que The Target coge de aquella lo justo para construir su propia
trama enmarañada, añadiendo mucho de su propia cosecha y rellenándola de
palpitante acción.
Como remake, The Target es suficientemente distinto al
original como para poder disfrutarse sin caer en las comparaciones. Aunque en
caso de hacerlas, habría que admitir la superioridad de éste para con el film francés.
Y es que la acción, con sus llamativas secuencias e intensos enfrentamientos
cuerpo a cuerpo tan al estilo asiático, es sin duda el sello distintivo y
definitorio de esta nueva versión.
1 comentario:
Como bien dice en su poster Ha llegado la hora que dejen de hacer más secuelas. A mí me pareció muy floja, tanto bombo y platillo para finalmente nada de nada.
Babadook, dook, dook, dook. Una película que me provocaba reticencia y me ha sorprendido muy gratamente, creo que se merecía una cabecita más.
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