sábado, 31 de marzo de 2012

"[REC] 3: Génesis" (2012) – Paco Plaza

Crítica [REC] 3: Génesis (2012) Paco Plaza
Quién se lo iba a decir a Jaume Balagueró y a Placo Plaza que lo que empezó como un proyecto de tránsito y de discretas aspiraciones se acabaría convirtiendo en toda una franquicia taquillera que contaría con legiones de fans.

“[REC]” vino al mundo con un presupuesto de millón y medio y con la idea de ofrecer al público patrio una alternativa al popular -y cada vez más desgastado- terror americano y al más bien marginal terror español. Tras su primera colaboración en la alimenticia “OT: la película” (no es fácil abrirse paso en esta industria, así que no creo que a estas alturas alguien se lo reproche), Balagueró y Plazo volvieron a unir fuerzas para llevar a cabo una cinta de terror muy en la línea de la moda zombie-infectados imperante por aquél momento, pero intentando darle un enfoque -tanto visual como argumental- distinto. La particularidad de su propuesta residía básicamente en el modo de filmarse, empleando la conocida técnica de la cámara en mano a modo de “falso documental” o “found-footage”, con el operador de la misma ejerciendo como un personaje más de la película; y el fijarse toda la acción de la trama en un espacio único: un edificio de viviendas del centro de Barcelona. ¿Objetivo? Buscar un mayor grado de realismo y credibilidad para con la historia e implicar al máximo al espectador en ella. ¿Lo consiguieron? Teniendo en cuenta las críticas de prensa y público y el dinero recaudado, la respuesta es “Sí”.

Sus responsables no inventaron nada nuevo respecto al formato. La ochentera –y de culto- “Holocausto Canibal” fue una de las precursoras, y desde entonces no han dejado de producirse, de forma más o menos intermitente, cintas apegadas a un estilo similar. Ahora bien, lo que sí consiguieron Balagueró y Plaza es revivir su popularidad y su efectividad en taquilla, algo que no ocurría desde finales de los noventa con la exitosa “The Blair Witch Project”. Es más, aunque ya hubo producciones de corte similar durante esa franja de tiempo previa (entre 1999 y 2007), podríamos decir que fue este filme español el que puso la técnica nuevamente de moda, y de ahí que en estos últimos años nos hayan inundado con películas como “Paranormal Activity” (y sus secuelas), “Cloverfield”, “The Last Exorcism”, “District 9”, la noruega ”Troll Hunter”, “Apollo 18” (producción americana dirigida por un español), “Grave Encounters” o más recientemente “The Devil Inside”. Incluso la televisión, por medio de Oren Peli (creador de la citada Paranormal Activity), no ha desaprovechado la oportunidad de subirse al carro con “The River” (a un paso de ser cancelada, eso sí).

Tal como se puede comprobar, el terror es el género más propicio a sumergirse en el “found-footage” debido, quizás, a que permite intensificar la sensación de tensión, angustia y/o claustrofobia que le son tan propias, logrando así una mayor empatía en el espectador, haciendo que el horror se sienta mucho más cercano y veraz.

La repercusión que tuvo “[REC]” tanto a nivel nacional (al éxito mentado en taquilla hay que añadir también sus galardones en el Festival de Sitges y en los Goya) como internacional hizo que en Hollywood se ganara un remake que, en opinión de quienes se tomaron la molestia de verlo, no era más que un calco plano por plano de la española. Pero además, nuestra industria, falta de éxitos de este calibre (aquél fue uno de sus mejores años gracias a la susodicha y a “El Orfanato” de J.A. Bayona) no ha querido desaprovechar la oportunidad de generar una franquicia y así exprimir la idea todo lo posible. Así es como dos años más tarde vio la luz “[REC] 2”, que daba más de lo mismo pero con ligeras aportaciones y ofreciendo respuestas al consabido tema de la infección; respuestas que no fueron recibidas por todo el mundo con el mismo grado de entusiasmo.


Dicha secuela fue otro éxito, y aunque parecía que la saga no continuaría (ambos directores dejaron bien claro que aquella sería la última REC), lo cierto es que Filmax no tardó mucho en anunciar dos entregas más (poderoso es donde dinero…). Ahora bien, esta vez Plaza y Balagueró decidieron dividir fuerzas y centrarse cada uno en solitario en una película. Y es ahora Paco Plaza quién nos trae “[REC] 3: Génesis”.

Esta tercera entrega transcurre en el marco de una boda, con la pareja de novios, Clara (Leticia Dolera) y Koldo (Diego Martín), como principales protagonistas del infierno zombie que se desatará en horas posteriores al enlace. En esta ocasión, son los amigos, familiares e invitados varios, junto al personal a cargo del evento, quienes sucumben a la infección y convierten lo que debería haber sido un alegre día de celebración en una auténtica pesadilla.

La película empieza mostrándonos a Clara y a Koldo antes de contraer matrimonio. Ambos se preparan para el día más feliz de sus vidas, pero no saben la que les espera…

En principio, todo transcurre con normalidad. Los invitados van llegando a la iglesia con sus mejores galas. Es un momento para el reencuentro y las felicitaciones.

En ese preciso instante, director y guionista ya nos indican cómo -o por culpa de quién- va a iniciarse el desastre que tendrá lugar horas más tarde. Además, la pista que nos ofrecen conecta la historia directamente con la primera película y nos pone sobreaviso: no estamos, ni mucho menos, ante una precuela. Primera sorpresa: SPOILER-- la historia transcurre de forma paralela a sus predecesoras, tal como podremos comprobar gracias a la retransmisión televisiva que ofrece un telediario --FIN SPOILER

Tras la boda propiamente dicha y el convite, empieza la fiesta y el baile con la música y el alcohol adueñándose del acto. Y todo son risas y jolgorio hasta que estalla el pánico... La desorientación es tal que nadie sabe qué hacer ni hacia dónde ir. La infección se extiende a la velocidad del rayo y los invitados huyen despavoridos hacia todas partes.


Hasta ese punto, en el que todo resulta muy natural, tal como sería una boda real (ojito al curioso detalle inicial del Dvd nupcial), el director ha mantenido la seña de identidad de la saga, es decir, la cámara en mano. Para ello ha utilizado a los personajes de Atún, un cámara profesional contratado para la ocasión (“un puntito cinema verité, muy canalla, muy online”), y Adrián (Alex Monner), el primo de Koldo. Sin embargo, cuando la infección no ha hecho más que empezar, Plaza rompe -literal y figuradamente- con la cámara en mano y se lanza al formato tradicional, lo que le permite manejarse por el escenario con mucha más libertad creativa. De este modo, también divide la narración en dos focos (Clara por un lado y Koldo por el otro) sin necesidad de excusarse con dos personajes filmando en escena. Y cuando lo necesita, también recurre a las cámaras de seguridad para enfatizar la tragedia.

Pero ésta no es la única diferencia remarcable respecto a las anteriores entregas, ya que también se rompe con el tono serio de aquellas y se afronta esta tercera parte con un toque mucho más gamberro y delirante. Si “[REC] 2” era a “[REC]” lo que “Aliens, el regreso” (acción+terror) era a “Alien, el octavo pasajero” (suspense+terror), podríamos decir que “[REC]3” es a la saga REC lo que “El ejército de las tinieblas” de Sam Raimi era a “Posesión Infernal”, ampliando el escenario, creando su propio personaje emblemático (Clara) en claro guiño al Ash de Bruce Campbell (¡esa sierra!) e incrustando un espíritu de aventura terrorífica y cómica que no se vio en las anteriores películas.

Plaza toma como referente el cine ochentero de Raimi, Peter Jackson y cía para montarse su propio festín gore y descacharrante, en donde incluso asoma, sin pudor alguno, la autoparodia (véase Atún, personaje sublime y, francamente, poco aprovechado).

Desde el primer ataque de infectados/poseídos, Clara y Koldo quedan separados, huyendo cada uno por su lado y esperando que el otro esté a salvo. Así pues, la trama se construye alrededor de ellos dos y de la odisea que viven con tal de poder reencontrarse y conseguir huir juntos de esta pesadilla.

Quizás se siente un poco precipitado (aún dentro de lo justificado que resulta dadas las circunstancias) el cambio radical de dulce novia a vengadora destroza-zombies que se produce en Clara, así como forzadas ciertas licencias narrativas (reducir la velocidad de los zombies según convenga) que el director se permite para poder regodearse en lo trágico y/o romántico de algunas secuencias. De todos modos, esas licencias, que resienten un poco el resultado global de la cinta (junto a algún que otro bajón de ritmo), no impiden que el espectador disfrute sin complejos del show que el director se ha montado. Un show en donde el amor juega una baza muy importante, pues no olvidemos que la historia se enmarca en una boda y que nuestros protagonistas son una joven y entusiasta pareja de enamorados, lo que da pie a momentos muy cursis pero, a la vez, muy necesarios para seguir jugando con el tono tragicómico y canalla que Plaza le otorga.

El director no afloja en los momentos de tensión o crudeza dramática, pues hay unos cuantos, pero en la mayoría de ocasiones predomina el cachondeo puro y duro aderezado con una buena dosis de violencia extrema muy socarronamente gore. Momentos como SPOILER-- el del Turmix --FIN SPOILER o el de Clara/Leticia a “motoserrazo” limpio contra una horda de zombies en medio de un oscuro y húmedo túnel, son muestra fehaciente de ello (amén del desenlace final).


La película se siente muy autóctona, no sólo por el tipo de personajes -fiel reflejo cañí- que maneja o el conjunto de canciones rock que amenizan la velada (destacando, por encima de todas y en un momento cumbre, el mítico tema “Eloise” de Tino Casal) sino también por las referencias y el contexto mismo de la historia, con un protagonista masculino que deviene en un improvisado Sant Jordi (con fiel escudero y todo, el “mexicano independentista”) en busca de su amada Princesa; o por esa puyita, con mucha sorna, que dejan caer sobre cierta institución de nuestro país que puede resultar tan o más repulsiva que un muerto viviente (no daré el nombre para no estropear la coña).

De entre tantos gags, algunos funcionan mejor (el animador infantil no tiene desperdicio) que otros, ya que en ocasiones se rebasa la fina línea que separa lo divertido de lo ridículo (la última charla entre Clara y su amiga francesa). Sin embargo, lo importante es acudir a la sala de cine concienciado de lo que se va a ver: una comedia de terror muy cachonda y muy canalla, y no una peli de terror con ligeros toques de humor negro (que, para qué negarlo, es lo que servidor esperaba encontrarse). Se trata de algo totalmente distinto a lo que hasta ahora nos había ofrecido la saga, así que el espectador común debe cambiar el chip. A los fans de la franquicia no les importará este cambio de rumbo e incluso lo celebrarán, pues serán ellos quiénes, seguramente, más disfruten de esta gamberrada.

Mientras esperamos a que Balagueró ponga punto y final a la saga con su “[REC] 4: Apocalipsis” (que promete recuperar el tono de sus orígenes), tenemos en nuestra cartelera la que puede ser la boda más salvaje y sangrienta a la que seguramente hayamos asistido jamás. Y no hace falta ser pariente de ninguno de los novios para colarse en la fiesta.

P.D.: Clara, la novia con motosierra, está destinada a convertirse en todo un icono del género. Y si no, al tiempo.



Valoración personal:

8 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

La segunda me decepcionó y bueno, ese giro que anuncia, de esta tercer entrega, hacía lo gamberro es un arma de doble filo, no siempre se consigue el equilibrio.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

A mi la segunda me pareció terrible... Así que no es que fuera muy ilusionado al pase.

El cambio de tono resulta chocante, y en ocasiones se les va un poco la mano y parece una gran parodia, pero en líneas generales la gamberrada funciona. Pero como ya digo, hay que ir teniendo muy claro que esta vez REC es en clave de comedia.

Saludos ;)

Machete dijo...

No pensaba ir a verla al cine, pero tanta buena opinión en general, ésta tarde me paso.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Bueno, a mi me parece un poco exagerado el entusiasmo que hay con ella, pero si te la tomas como lo que es, un inciso cachondo dentro de la saga, seguramente pases un buen rato.

Ya me contarás ;)

Saludos!

Rey Nova dijo...

Bueno, ya espero verla y con muchas ganas¡¡¡¡. La segunda me decepcionó un poco, pero igual se me hace pasable, era mas de lo mismo sin arriesgar.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Pues en esta ocasión han arriesgado en todos los sentidos y la respuesta del fan (el fan más freak) está siendo positiva.

Saludos ;)

Rodi dijo...

Aunque le seguí el juego a la peli con su mala leche, me resultó una cierta decepción si las comparo con las dos primeras entregas de la saga (terror puro y duro de lo más eficaz). Si tal vez no existiesen tan brillantes antecendetes seguro que hubiese aceptado mejor este cambio de rumbo. Aun así, pasé un rato de lo más entretenido.

Saludos.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Quizás hubiese sentado mejor que ostentara otro título cualquiera y se desligara así de la saga REC. No eres el único al que le ha chocado y/o decepcionado que el rumbo de esta tercera entrega haya ido hacia el lado de la comedia/parodia.

De todas formas, es una película de zombies entretenida, que ya es algo bueno.

Saludos ;)