domingo, 5 de febrero de 2012

Promoción fantasma – Entrevista a Raúl Arevalo

Promoción fantasma – Entrevista a Raúl Arevalo

El actor Raúl Arévalo asume el rol protagónico de la película en la piel de Modesto, un profesor de literatura que desde niño tiene el don de ver a los muertos que le rodean.


¿Hay algo de ti en el personaje de Modesto? ¿O algo de él en ti?

Pues imagino que el personaje de adolescente tendrías cosas mías, seguro. Pero el Modesto más adulto no.Enlace Javi me ha ayudado mucho porque yo soy muy nervioso, hablo muy rápido… Soy muy culo inquieto, vamos. Y aquí yo tenía que ser muy apagado, soso y casi sin vida. Y eso era un reto para mí. Con el personaje de “Primos” tampoco tengo mucho que ver, pero lo tengo más a mano. Tengo amigos de esos… [entre risas] Pero colegas como Modesto no tengo, la verdad.

¿Y tuviste en tu adolescencia algún profesor como Modesto?

Tampoco. Mis profesores eran tíos con carácter; algunas para mal y otros para bien.

¿Qué recuerdos tienes de tu época de instituto?

Aquello eran unas risas, un éxito… ¡Qué va! Aquello era una mierda. Granos, muchos granos. Y muchos traumas. Pero nada graves, eh… Los típicos de adolescente. Y salir los fines de semana a ligar y no ligar, emborracharme… Y así pasando los días.

Supongo que yo lo pasé como la mayoría: regular. Lo recuerdo con cariño pero no volvería a mi época de instituto ni pa’atrás.

En la película hay mucha referencia al cine ochentero americano y muy especialmente a “El club de los cinco” de John Hugues. ¿Cuáles son tus películas favoritas de la década de los 80?

Pues de pequeño era muy de videoclub y me las veía todas. ¿Favoritas? Regreso al futuro, por supuesto; Indiana Jones, Karate Kid, Los Cazafantasmas… Hay algo en la película que homenajea, aunque no de manera directa, a todas esas películas. “Promoción fantasma” recuerda a muchas, pero no es ninguna en concreto. Tiene claramente esa estética y ese claro homenaje al cine de los ochenta con el que ha crecido Javi (el director), yo y tantos de nosotros.

Creo que ese es uno de sus encantos. El cariño con el que está hecha, lo tierna que es… Me recuerda a esas películas que yo veía cuando era pequeño y que hoy en día me las encuentro un domingo en la tele y me quedo a verlas.

Quizás esas referencias tan ochenteras hagan que la película conecte mejor con el espectador más talludito que con el espectador adolescente actual, ¿no?

Sí, totalmente. Es verdad que es una película dirigida a la gente joven, pero este tipo de cosas de las que estamos hablando ahora es más para la gente de treinta, treinta y tantos. Y poder abarcar todo eso es muy guay para la película.

Hay una cosa que me ha encantado de los pases y es que la gente mayor (gente de cincuenta y de sesenta años) que ha ido con los hijos o los sobrinos ha salido encantada, diciendo qué bonita o qué buen rollo de película.

De hecho, no es una película tan gamberra como pueda parecer, sino que tiene un tono también muy cándido e incluso emotivo.

Sí, me parce una película muy divertida; con un toque gamberro y con elementos fantásticos, pero sobre todo muy mona, muy tierna.

Sobre todo al final…

El final es Spielberg total.

Aún con ese puntito emotivo que comentamos, “Promoción fantasma” no deja de ser, ante todo, una comedia. ¿Cuál ha sido la escena más divertida de rodar? ¿Hay alguna anécdota especial que puedas contarnos?

Pues ha sido un rodaje muy ameno y muy tierno. Hay una secuencia que tenemos Alexandra [Alexandra Jiménez] y yo, sonando Bonnie Tyler y bailando juntos, en la que tuvimos la suerte de que nos pusieron la música en directo. Mientras íbamos bailando y nos acercábamos, te ibas imaginando la cámara lenta que iban a poner, el travelling circular… Y nos entraba la risilla de complicidad al imaginarnos la escena con el travelling y el subidón de la música. La verdad es que esa secuencia fue maravillosa.

Tu personaje, Modesto, vive un poco traumatizado y deprimido por culpa de sus visiones fantasmales, pero en la vida real ¿Cuál ha sido la experiencia más paranormal que has tenido, si es que has vivido alguna?

Pues yo no es que ni crea en los fantasmas o deje de creer. De hecho, creo que no quiero creer porque soy muy miedoso. Si las fantasmas tuvieran el buen rollo de los de la película… Pero creo que los fantasmas son feos y malos, y no quiero que existan. Y tampoco he tenido experiencias paranormales. Siempre hay amigos que te cuentan alguna, pero yo en mis propias carnes no las he sufrido.


Eres un actor versátil que ha demostrado que vale tanto para la comedia como para el drama. De todos modos, ¿con qué registro te sientes más cómodo y/o con cuál disfrutas más?

Pues no pienso en que sea comedia o drama. Depende del proyecto, de los compañeros, el director… En el momento en que lo estás haciendo te das cuenta de la facilidad o no facilidad de la historia, pero no porque sea comedia o drama.

Cine, teatro o televisión. ¿Con cuál te quedas? ¿Cuál te reporta mayores satisfacciones?

Pues es similar a la otra respuesta. También depende del proyecto. Pero bueno, así a trazos gordos… sobre todo soy cinéfilo como espectador, y como actor dónde disfruto mucho es en el teatro; disfruto mucho con la forma de hacerlo. Ahora bien, he hecho obras en las que me he aburrido muchísimo y películas en las que me lo he pasado muy bien. Y haciendo televisión también me lo he pasado muy bien. Creo que depende sobre todo del valor humano del proyecto.

Hablando de televisión…
Empezaste en la serie “Compañeros”, y tus jóvenes compañeros de reparto también proceden de la televisión. ¿Crees que de un tiempo a esta parte la ficción televisiva nacional se ha convertido en un escaparate para nuevas promesas de la interpretación? ¿La televisión es una buena forma de poder llegar a hacer cine o a veces es la única?

Pues eso depende cómo te conteste a la pregunta. A nivel de popularidad, eso lo da la televisión, desde luego. Estás dos meses en la tele y ya te conoce mucha gente. Para la gente joven, sobre todo, es lo que tú dices, un escaparate. Pero bueno, hay diferentes formas de hacer una carrera y de conseguir hacer trabajos interesantes, ya sea en la tele o no.

Ganaste el Goya a Mejor interpretación masculina de reparto por “Gordos”. ¿Ha influido de algún modo en tu carrera, ya sea para bien o incluso para mal, el haber ganado ese Goya?

Yo personalmente eso no lo he notado, ni para bien ni para mal. No me ha afectado de ninguna manera.

Por lo general, la academia suele tener más en cuenta aquellos papeles que son serios y/o dramáticos. ¿Crees que no se valora tanto al actor, a su interpretación, cuando se trata de papeles cómicos o destinados a películas más comerciales?

Sí, sí, lo creo. Si tú le preguntes a la gente que se dedica a esto siempre te contestan que “hacer comedia es muy difícil”. Eso se dice y se dice de verdad, pero luego no se considera muy premiable la comedia. Y yo ahora estoy nominado al Goya por “Primos”, y lo que más ilusión me hace es estar nominado por una comedia. [...] Pero bueno, el premio de estas películas es el que la gente se lo pase bien, porque están hechas para que disfruten. Ese es el éxito. Hacer una comedia y que la gente no se ría es el gran bajón, y ya te pueden dar todos los premios que quieras…

Y de los papeles que has interpretado hasta ahora, ¿cuál te ha supuesto mayor dificultad?

Pues todos los personajes tienen sus contras. Para mí siempre es difícil encarar uno u otro, parezca o no más sencillo. Ahora me vienen a la memoria, aunque quizás no tenga mucho que ver, cosas de “Primos”, que fue todo un aprendizaje como actor. Lo pasé muy mal en algunas secuencias, sufriendo mucho. Y luego ves en el cine esa secuencia de comedia y recuerdas lo mal que lo pasaste, y te sorprendes al ver lo bien que funciona. Quiero decir, que veces que hay escenas que parecen muy fáciles y lo pasas fatal, y otras que a lo mejor parece que costaron mucho y te lo estabas pasando muy bien.


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