martes, 7 de febrero de 2012

Promoción fantasma – Entrevista a Anna Castillo y Alex Maruny

Promoción fantasma – Entrevista a Anna Castillo y Alex Maruny

Los jóvenes Anna Castillo y Álex Maruny interpretan a los personajes de Ángela y Dani, respectivamente.

¿Cómo definiríais vuestros personajes y qué es lo que más y menos os gusta de ellos?

AC: Ángela es la típica empollona un poco repelente, pero a la vez es muy dulce y con una sensibilidad reprimida por la música. También es muy tímida. Lo que más me gusta de Ángela es que comparto con ella ese punto de resabidilla, como bien saben mis compañeros. Y también comparto el gusto por la música, que me gusta mucho, y la lectura. Aunque yo no soy nada tímida, y ese punto quizás no me gusta tanto. Pero Ángela me cae super bien.

AM: Dani es el rebelde del grupo o, mejor dicho, un chico que va de rebelde, que es como planteamos al personaje. En realidad es un chico que se siente muy solo y que necesita mucho cariño y mucho afecto. Dani se crea una especie de coraza con la que protegerse. Es un personaje que siempre lleva la contraria a Modesto porque no le interesa que el profesor asuma el rol de líder. Yo soy el líder y yo mando.

Lo que más me gusta de él es precisamente ese poder, o al menos eso es lo que se respira en escena; el que tenga el control de la situación. Y también me gusta ese punto triste que tiene, ese lado oculto que se va descubriendo a medida que se va desarrollando la película. La verdad es que al final se le acaba queriendo.

Bueno, yo diría que se le quiere desde el principio, o al menos las chicas, a las que les suele gustar ese toque macarra.

AM: Pues te tengo que decir que eso tuvimos que trabajarlo bastante con Javi, y también me ayudaron muchísimo Raúl y mis compañeros; sobre todo Anna que es muy sincera, todo hay que decirlo

AC: Es que Álex es un buenazo, y ese punto macarra como que no le pega mucho, así que tuvimos que sacárselo.

Aunque tiene su puntito emotivo, “Promoción fantasma” es, ante todo, una comedia. ¿Cuál ha sido la escena más divertida de rodar? ¿Alguna anécdota especial que podáis contarnos?

AC: La verdad es que yo me he reído muchísimo, sin poder parar, en muchísimas escenas. Con mis compañeros teníamos alguna coña y yo les suplicaba que pararan porque me moría de la risa. Pero así en concreto, me reí mucho con la escena en que Pinfloy posee a Silvia Abril. La escena fue brutalmente divertida, y es que Silvia es una crack y es muy graciosa.

Pero la verdad es que nos reíamos todo el rato, y por cualquier tontería.

¿Hacía eso que os costara más meteros en las escenas, digamos, más dramáticas?

AM: Pues también fueron divertidas porque le daban otro toque al rodaje. Entre corte y corte todo el mundo se estaba riendo en esas escenas, aunque es cierto que eran un poco más comprometidas.

Las escenas en las que más nos reímos son aquellas en las que Pinfloy vomita. Ahí teníamos que mantener la concentración para no reírnos.

AC: Además es que vomitaba de verdad. Le ponían un líquido que manchaba a todo el mundo, y resultaba muy gracioso.

AM: Necesitábamos recambios de ropa constantemente. Y nos reíamos y nos cargábamos la escena.

La película contiene muchas referencias al cine americano adolescente y sobre todo al cine de los ochenta. Quizás resulta chocante encontrarse algo así en una comedia española.

AM: Sí, es una película romántica y divertida con muchos clichés americanos pero manteniendo un poco el humor de la casa, el humor español. Pero un humor con dos dedos de frente, todo hay que decirlo.

Sí, digamos que no es un “Fuga de cerebros con fatasmas”. Aquí no prima el humor escatológico, y el poco que hay está bastante dosificado.

AC: Sí, es otro tipo de humor; es más tierno.

AM: Lo divertido de esta película es que te hace en reír sin forzar a los personajes. Te hace reír con las situaciones que se producen con los fantasmas, con Modesto o con Otegui, el personaje de Carlos Areces. Bueno, es que con Areces siempre te ríes.

Bueno, lo cierto es que estáis rodeados de cracks del humor como Areces, Silvia Abril o Joaquín Reyes. ¿Eso os ha intimidado un poco durante el rodaje?

AM: Yo soy un gran fan de Muchachada [Muchachada Nui], y acosé a Carlos Areces a preguntas durante el rodaje. Le preguntaba de todo.

Al principio sí que impone mucho porque estás ahí con gente a la que admiras mucho, pero tienes que normalizarlo; y esa es la mejor manera de trabajar.

AC: Te impone un poquito porque realmente son muy buenos y piensas “a mí me van a ver como una patata al lado de ellos.” Pero el peso cómico lo llevan ellos y tú tienes otras responsabilidades, así que te olvidas un poco y acaba funcionando.

¿Qué tipo de personajes os gustaría interpretar en futuro o qué clase de papel os gustaría que os ofreciesen?

AM: Yo soy muy fan (y no lo digo por decir porque ya hemos trabajado con él) de los personajes que interpreta Raúl Arévalo. Son personajes muy entrañables, y a mi me fascina mucho el trabajo de Raúl. Son personajes que a mí me gustaría interpretar en un futuro. Ahora, puestos a pedir, pues yo admiro mucho a Al Pacino, a Robert De Niro… y un Padrino no lo negaría. Igual hay que reforzar un poco el inglés…

AC: Pues la verdad es que cuando me llegó el personaje de Ángela me hizo mucha ilusión porque yo no había hecho personajes así. Ahora, por ejemplo, tengo un proyecto así entre manos que hago de maltratada… Y me resulta muy interesante porque tampoco lo había hecho nunca. Creo que a cada personaje que te den puedes sacarle mucha chicha, a todos puedes moldearlos y darles mucha vida.


Ambos habéis hecho cine y televisión. ¿En qué formato os sentís más cómodos o cuál os gusta más? ¿Qué es lo mejor y lo peor de cada uno?

AC: Pues yo por ejemplo he hecho televisión aquí en Barcelona y me gusta, pero va todo muy rápido. El cine te permite profundizar más, y por eso me gusta. Con el cine me siento más cómoda y me siento más feliz actuando.

AM: Lo que pasa con la tele es que trabajas con prisas y el tiempo es limitado.

AC: Además los actores de tele lo aprenden todo muy rápido y luego cuando hacen cine parece que lo tienen todo muy por la mano. Y eso es muy admirable. A mí, en cambio, me cuesta más pillarlo todo tan rápido.

AM: Yo odio trabajar con prisas, y en la tele te dan prisas.

AC: O te cambian una secuencia de un día para otro…

AM: Y lo que es muy bonito del cine es que ves el principio y el final del personaje en la película. Tú te trabajas ese arco del personaje, esa historia, y puedes profundizar mucho más. En cambio, en la televisión te dan los guiones pero nunca sabes hacia dónde te diriges. Nunca sabes lo que le va a pasar a tu personaje, y vas descubriendo cosas de él a medida que te van mandando los guiones. Quizás por eso no lo disfrutas tanto. Vas más al resultado y no profundizas tanto. En el cine hay mucha más calma y quizás le pones más ilusión al proyecto porque sabes que es un proyecto de dos o de tres meses, por ejemplo, y que los vives como tal, con todo el equipo volcándose. En la televisión es más como una empresa, donde acabas fichando y donde sobre todo lo que se busca es la audiencia.

Precisamente hablando de televisión, en el reparto de la película están Jaime Olías y Aura Garrido, de la serie “Ángel o demonio” en la que tu, Alex, también actuaste. ¿Cómo ha sido reencontrarse con ellos? ¿Conoceros de antemano ha facilitado vuestra interacción con el plató?

AM: Pues mucho, la verdad. A Anna, por ejemplo, la conocí un año atrás en Eolia, donde estuvimos dando unos cursos de interpretación. Y con Jaime y Aura ha sido también muy fácil trabajar porque nos hicimos muy amigos en “Ángel o demonio”. Además, a Aura y a mí nos lleva la misma representante, y siempre mantenemos un poco el contacto.

Así es mucho más fácil trabajar porque ya no tienes que crear una relación, directamente confías.

AC: También hicimos mucha piña durante el rodaje. Y antes, en los ensayos, Raúl nos ayudó mucho con el tema de la unidad. Y es que en la película teníamos que ser amigos porque llevamos 25 años juntos.

AM: Hemos creado un grupillo muy divertido, y a la hora de trabajar era un gustazo. Y a la vez también estamos quedando fuera del rodaje, lo cual es muy bonito. Y yo creo que esa química del grupo se nota en pantalla. Trabajábamos muy relajados, y cuando teníamos alguna duda sobre cómo trabajar alguna escena… [le corta Anna]

AC: … Podías pedir consejo. Tienes esa confianza de poder preguntar, y eso se agradece.

AM: Objetivamente hablando nos criticábamos y nos comentábamos las cosas.

AC: Tuvimos le suerte de que eso se pudiera hacer, de que el otro te permitiese la crítica o el consejo.


¿Recordáis cuál fue vuestra primera escena delante de una cámara?

AC: Pues no sé si me acuerdo. Yo lo primero que hice fue una tv movie siendo muy pequeña, con 13 o 14 años, y creo que mi primera escena fue con Ferrán Carbajal. Y yo tenía que darle un beso teniendo él (creo) treinta y pico…

AM: Mi primera escena fue en teatro y fue horrible. Fui allí y solté el texto, y nadie entendió nada. No vocalicé, tenía los nervios por todo el cuerpo… Creo que disfruté más el proceso de ensayo que la propia escena. Y delante de una cámara fue en “Tres metros sobre el cielo”, donde tenía que ir en moto y llevar a Nerea Camacho de paquete. Y para meterme más presión me dijeron “Oye, no es por nada, pero la que vas a llevar es una de las chicas más jóvenes en ganar un Goya en la historia de España”. Y bueno… fue una experiencia un poco surrealista.

Hablando de experiencias… En la película sois unos fantasmas que aterrorizan a los estudiantes (y profesores) de un colegio. Pero en la vida real, ¿habéis vivido alguna experiencia paranormal?

AC: No y espero no tenerla. Yo soy muy cagada, y a la mínima que oigo algún ruido extraño y tal ya lo atribuyo a algo desconocido…

AM: Yo tampoco y espero no tenerla.

Vuestros personajes aprovechan su condición de fantasma para poseer a los vivos. ¿Si tuvierais la oportunidad de poseer a alguien en la vida real, a quién sería?

AC: Ui, pues no sé… A actrices como Natalie Portman para ver qué se siente. O a Angelina Jolie y así conocer a Brad Pitt [entre risas].

AM: Pues yo me metería en el cuerpo de Brad Pitt y así estaría con Angelina Jolie y Anna Castillo. Dos pájaros de un tiro [entre risas].

Ya para terminar la entrevista, os pido que vendáis la película. Decidme varios motivos para ir a ver “Promoción fantasma” para que el espectador no cuente con una idea equivocada.

AC: Pues es una película muy familiar, muy divertida y muy tierna. Es muy completa porque también tiene ese puntillo romántico con una historia de amor muy bonita. Yo creo que la gente se va a reír y se va a emocionar.

AM: Sin querer ser pedante, pero creo que sobre todo es una película con dos dedos de frente. Al menos la gente que ha estado detrás (director, guionistas, productor, actores…) son gente muy centrada que tenía las ideas muy claras y que sabían perfectamente lo que querían. Y es un humor especial, un humor sensible.

Javi, además, es muy buen director y es un tío muy inteligente. Es muy modesto pero es la hostia. Cuando te pones a hablar con él, cuando te dirige… es otro nivel. Sabe cómo tratar a los actores y sabe qué darle a cada uno para que funciones bien en el rodaje y trabajes tranquilo y relajado. Y eso se refleja en la película desde el primer momento. Te transmita mucha seguridad y por eso el resultado de la película es el que es.

AC: Aprendes muchísimo con él, y te sientes muy tranquilo porque sabes que lo tiene todo muy claro y muy controlado.

Veo que estáis encantados de trabajar con él y que os gustaría repetir la experiencia. De todos modos, y ésta sí que es la última pregunta, ¿con qué otro director español, con el que aún no hayáis coincidido, os gustaría trabajar?

AM: Pues con Daniel Sánchez Arévalo, que es un gran director. Y con J. A. Bayona.

AC: Con Kike Maíllo aunque sólo haya visto “Eva”, que me pareció espectacular.

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