domingo, 28 de febrero de 2016

“13 horas: Los soldados secretos de Bengasi” (2016) - Michael Bay




Sinopsis: La noche del 11 de septiembre de 2012, un grupo de militantes islamistas atacaron el consulado estadounidense en Bengasi, Libia. En el ataque murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador de Estados Unidos, John Christopher Stevens.

Horas más tarde, un equipo de seis hombres de Operaciones Especiales de Estados Unidos (formado por ex Navy SEALs y operarios de la CIA), fueron enviados con la misión de rescatar a los estadounidenses que todavía quedaban con vida en el recinto. Esta es la historia de esos seis hombres que lucharon para defender a civiles inocentes.


Comentario: Tras una retahíla de entregas de la taquillera saga Transformers, Bay se embarcó en un proyecto más personal, "Pain & Gain", una descerebrada comedia negra que puso de relieve la capacidad del director para ofrecer algo más que un montón de explosiones y chatarra dándose de hostias. El film protagonizado por Mark Wahlberg y Dwayne Johnson figura ya, sin discusión, entre los mejores trabajos de un director abonado casi exclusivamente al blockbuster puro y duro. Cine de entretenimiento al que, para bien o para mal, ha conseguido otorgar su sello personal. Un tipo de cine tan caro como, casi siempre, taquillero.

Ahora, entre entrega y entrega (en camino se encuentra ya la quinta), Bay se ha tomado otro pequeño descanso de tanto robot, para abordar una historia basada en hechos reales, cuyos acontecimientos se narran en el libro "13 horas", escrito por Mitchell Zuckoff en colaboración con los miembros del equipo de seguridad involucrado.

Se trata de uno los sucesos más oscuros acaecido durante el mandato de Barack Obama, así como de su por entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien tuvo que salir al paso tras la lluvia de críticas vertidas sobre el asunto. Críticas que iban enfocadas tanto a las insuficientes medidas de seguridad con las que contaba el embajador, así como el motivo mismo de su viaje a la ciudad. Aspectos que los guionistas de la película no han dudado en recalcar.


De todos modos, a Bay no le interesa demasiado meterse en política, y aunque su trama no está exenta de críticas al sistema, en realidad lo que le apetece es contar la historia de un grupo de soldados, de valientes guerreros, que se sumergieron en un infierno de explosiones y balas silbando por doquier, con el único objetivo de sobrevivir y mantener a salvo a aquellos cuyas vidas habían quedado en sus manos.

Bay honra así su coraje en un thriller repleto de tensión y adrenalina.

Podríamos pensar que con una historia de este tipo, Bay cedería fácilmente a su habitual patriotismo exacerbado. Pero a mi juicio, la película va más allá de símbolos patrióticos e ideas políticas. El relato es, ante todo, sumiso a los conceptos morales y éticos a los que son arrastrados los protagonistas de la historia. Por desgracia, la sutileza nunca ha sido el fuerte del director, y a la hora de mostrarnos el lado humano de estos héroes (todos ellos maridos y/o padres de familia antes que soldados), se cae en el recurso del melodrama más facilón. Momentos que empañan una cinta, en líneas generales, nada desdeñable.

Probablemente en manos de alguien como Paul Greengrass el resultado hubiera sido muy distinto, y casi seguro que mejor. Pero aún con sus deficiencias, “13 horas: Los soldados secretos de Bengasi” es una muestra de un Bay más que aceptable. No es unos de sus mejores trabajos, pero está lejos de estar entre lo peor, por mucho que algunos se empeñen en crucificar toda producción que lleve su firma.



VALORACIÓN PERSONAL: 

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