
Horas más tarde, un
equipo de seis hombres de Operaciones Especiales de Estados Unidos (formado por
ex Navy SEALs y operarios de la CIA), fueron enviados con la misión de rescatar
a los estadounidenses que todavía quedaban con vida en el recinto. Esta es la
historia de esos seis hombres que lucharon para defender a civiles inocentes.
Comentario: Tras una retahíla
de entregas de la taquillera saga Transformers, Bay se embarcó en un proyecto
más personal, "Pain & Gain", una descerebrada comedia negra que
puso de relieve la capacidad del director para ofrecer algo más que un montón
de explosiones y chatarra dándose de hostias. El film protagonizado por Mark
Wahlberg y Dwayne Johnson figura ya, sin discusión, entre los mejores trabajos
de un director abonado casi exclusivamente al blockbuster puro y duro. Cine de
entretenimiento al que, para bien o para mal, ha conseguido otorgar su sello
personal. Un tipo de cine tan caro como, casi siempre, taquillero.
Ahora, entre entrega
y entrega (en camino se encuentra ya la quinta), Bay se ha tomado otro pequeño
descanso de tanto robot, para abordar una historia basada en hechos reales,
cuyos acontecimientos se narran en el libro "13 horas", escrito por
Mitchell Zuckoff en colaboración con los miembros del equipo de seguridad
involucrado.
Se trata de uno los
sucesos más oscuros acaecido durante el mandato de Barack Obama, así como de su
por entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien tuvo que salir al
paso tras la lluvia de críticas vertidas sobre el asunto. Críticas que iban
enfocadas tanto a las insuficientes medidas de seguridad con las que contaba el
embajador, así como el motivo mismo de su viaje a la ciudad. Aspectos que los
guionistas de la película no han dudado en recalcar.
De todos modos, a Bay
no le interesa demasiado meterse en política, y aunque su trama no está exenta
de críticas al sistema, en realidad lo que le apetece es contar la historia de
un grupo de soldados, de valientes guerreros, que se sumergieron en un infierno
de explosiones y balas silbando por doquier, con el único objetivo de
sobrevivir y mantener a salvo a aquellos cuyas vidas habían quedado en sus
manos.
Bay honra así su
coraje en un thriller repleto de tensión y adrenalina.
Podríamos pensar que
con una historia de este tipo, Bay cedería fácilmente a su habitual patriotismo
exacerbado. Pero a mi juicio, la película va más allá de símbolos patrióticos e
ideas políticas. El relato es, ante todo, sumiso a los conceptos morales y
éticos a los que son arrastrados los protagonistas de la historia. Por
desgracia, la sutileza nunca ha sido el fuerte del director, y a la hora de mostrarnos
el lado humano de estos héroes (todos ellos maridos y/o padres de familia antes
que soldados), se cae en el recurso del melodrama más facilón. Momentos que
empañan una cinta, en líneas generales, nada desdeñable.
Probablemente en
manos de alguien como Paul Greengrass el resultado hubiera sido muy distinto, y
casi seguro que mejor. Pero aún con sus deficiencias, “13 horas: Los soldados
secretos de Bengasi” es una muestra de un Bay más que aceptable. No es unos de
sus mejores trabajos, pero está lejos de estar entre lo peor, por mucho que
algunos se empeñen en crucificar toda producción que lleve su firma.
VALORACIÓN PERSONAL:
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