martes, 19 de enero de 2016

“The Hateful Eight” (2015) – Quentin Tarantino



Una diligencia atraviesa velozmente el nevado paisaje de Wyoming. Sus pasajeros son el cazarrecompensas John Ruth (Kurt Russell) y su fugitiva Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), quienes intentan llegar rápidamente al pueblo de Red Rock. Allí, Ruth, conocido en estos lares como “el Verdugo”, entregará a Domergue a la justicia para ser juzgada y, presumiblemente, ahorcada. Pero por el camino se encuentran con dos desconocidos: el mayor Marquis Warren (Samuel L. Jackson), un antiguo soldado negro de la Unión convertido en cazarrecompensas de mala reputación, y Chris Mannix (Walton Goggins), un renegado sureño que afirma ser el nuevo sheriff del pueblo. A regañadientes, Ruth permitirá que ambos se sumen al pasaje de la apurada diligencia.


Dado que una ventisca está a punto de alcanzarlos, los viajeros deberán  refugiarse en la Mercería de Minnie, una parada para diligencias de un puerto de montaña. Allí se toparán con otros cuatro desconocidos: Bob (Demian Bichir), que se ocupa del negocio de Minnie mientras ella se encuentra fuera de viaje; Oswaldo Mobray (Tim Roth), el verdugo de Red Rock; Joe Gage (Michael Madsen), un vaquero que vuelva a casa para ver a su madre; y Sanford Smithers (Bruce Dern), un viejo general confederado. Los ocho deberán convivir hasta que la tormenta que azota las paredes de la Mercería amaine. Desgraciadamente, no todos van a llegar a Red Rock…


Comentario:

Octava película de Quetin Tarantino, como bien se encargan de recordarnos los títulos de crédito iniciales, y otra muestra más de que su cine goza de un excelentísimo estado de salud. 

El cineasta vuelve hacer gala de su deleitosa verborrea y su gusto por la violencia en una película que parece ser un cruce entre “La Diligencia” de Ford, “La Cosa” de Carpenter y las historias de misterio de Agatha Christie. Un western claustrofóbico (al más puro estilo de Howard Hawkes) repleto de ingeniosos diálogos que salen de boca de un variopinto grupo de personajes. 

Pero no todos son quienes dicen ser. La desconfianza reina en la Mercería de Minnie, y la tensión se puede cortar con un cuchillo. Todos tienen un propósito para estar allí, y algunos están bastante interesados en que otros salgan del lugar con las piernas por delante. 

Casi tres horas de “cine teatralizado” en esplendoroso Panavision pueden ser demasiadas para algunos, sobre todo para aquellos que no terminen de entonar con los excesos (aquí excelsos) de Tarantino. Todo hay que decirlo, hay momentos en que quizás éste peque de salirse un poco de la línea. Pero para un servidor, amante confeso de los westerns y a quien la mitad de la filmografía del cineasta no le apasiona y la otra mitad le pirra (sumemos ahora a esta mitad la cinta presente), el goce es indiscutible. Como ya comenté en su momento, considero que “Malditos Bastardos” supuso un punto de inflexión en la carrera del director. La madurez de Tarantino se hace notar especialmente en unos diálogos que, ahora sí, tienen un fin para con la trama servida. No son meros injertos metidos con calzador. Los diálogos siguen siendo largos e igualmente ingeniosos, pero ahora tienen un propósito narrativo. Ya no son mero exhibicionismo onanista de Tarantino.  

Unos diálogos que brillan todavía más gracias, en esta ocasión, a intérpretes de la talla de Jackson (su actor fetiche) o Russell, auténticas almas de la función, y magníficamente secundados por un reparto de aúpa (no contaremos a Madsen…) en el que figuran nombres como Tim Roth, Bruce Dern o Walton Goggins, al que por fin Tarantino otorga un papel en condiciones, con los minutos en pantalla que se merece. Si habéis visto la serie Justified, sabréis de lo que hablo.

Una historia dividida -nuevamente- por capítulos, cocida a fuego lento y que, como ya ocurriera con “Django”, termina con un desenlace explosivo repleto de violencia, sangre y balas silbando por doquier.  


VALORACIÓN PERSONAL


7 comentarios:

JLO dijo...

a pesar de la lentitud del comienzo, un Tarantino auténtico, como debe ser... me gustó bastante sin llegar a ser de lo mejor de él... que siga así entonces...

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Hay fragmentos que quedarían mejor resueltos con algunos minutos menos (el inicio, como bien comentas), pero en general, muy disfrutable toda ella. Casi tres horas que son un lujazo.

Saludos ;)

Patrick Bateman dijo...

Sus dos anteriores trabajos -en mi caso- han ganado puntos con más visionados. Sin embargo, éste va a partir de un punto muy alto, la primera impresión es más grande que en sus dos antecesoras, y me imagino que me pasará igual, crecerá con más visionados.

Estoy de acuerdo, Malditos Bastardos fue un cambio en su 'forma' de hacer películas, personalmente me chocó, pero esta nueva tonalidad le sienta muy bien.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Tendría que revisar Django para tenerla fresca en la memoria y poder decidir de forma justa cuál me gusta más. Pero ahora mismo, no puedo sino decantarme por Hateful Eight.

Saludos ;)

Patrick Bateman dijo...

Como película es mejor 8ful, pero Django tiene momentos gloriosos. De la 'nueva etapa' cada vez que las veo me gustan más, y las he visto unas cuantas veces...

Evilash dijo...

Como de costumbre, un totalmente sobrevalorado Tarantino, que vuelve a repetir la misma fórmula una y otra vez, llena de excesos y excentricidades, que tan contentos mantiene a sus ciegos seguidores.
Coincide en las salas con otra película del género como es "El Renacido", la cual está a años luz por encima de esta.

Fucktricio dijo...

La vi y no me gusto demasiado, eso si, me pareció mucho mejor que Django. Un poco larga, o demasiado diría yo, pero al verla por segunda ocasión entendí mejor la película y sus personajes y es que al principio me parecieron muy sobre actuados, pero como bien dices los diálogos son buenos y largos pero tienen que ver con la trama, o en este caso, la historia contada al principio. Jackson en su salsa y Goggins me parece que esta genial (desde Justified siempre he deseado verlo en el cine con un buen papel, y da la talla) y un Russell que hace un buen papel sin más. Es una buena película, tiene tiempo que no había disfrutado algo de Tarantino ya que honestamente me canse de su manera de contar historias, pero aún así y en lo personal me sigo quedando con Perros de Reserva.