viernes, 16 de septiembre de 2011

“La cara oculta” (2011) - Andi Baiz

crítica La cara oculta 2011 Andi Baiz
Realizar co-producciones junto a otros países es una buena forma de llevar a cabo algunos proyectos que quizás, de otro forma, sería imposible que vieran la luz. Si además esto ayuda a tener mayor proyección internacional y/o a que se le dé trabajo a gente de nuestra industria (léase directores, actores, guionistas, compositores, etc.), bienvenidas sean pues.

Este sería el caso de la cinta que nos ocupa, una co-producción entre Colombia-España-USA cuyo reparto está formado mayormente, y como no podría ser de otra forma, por intérpretes españoles y colombianos.

Adrián (Quim Gutiérrez), un músico de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, y su novia Belén (Clara Lago) parecen estar muy enamorados. Pero todo cambia cuando Belén empieza a dudar de su fidelidad. Justo en ese momento, la joven desaparece sin dejar rastro. Afligido, Adrián termina encontrando consuelo en los brazos de Fabiana (Martina García), una bella camarera a la que conoce precisamente el día de la fatídica ruptura. Sin embargo, a medida que crece la pasión entre ambos, empiezan a hacerse preguntas sobre la misteriosa desaparición de Belén.

Antes de empezar con la crítica propiamente dicha, creo que conviene hacer una recomendación previa cara a su visionado: NI SE OS OCURRA VER EL TRAILER. Así de claro, en negrita y en mayúsculas, para que nadie acuda a la sala del cine descubriendo, transcurridos unos cuantos minutos, que el citado tráiler le ha estropeado buena parte de la película.

La función de un tráiler consiste en dar a conocer una película al público y en captar su atención. En ese sentido, es importante que éste avance atraiga y/o resulte mínimamente interesante al potencial espectador para que decidida echarle un vistazo. Y debo que reconocer que el tráiler de “La cara oculta” consiguió captar mi interés al vislumbrar en él una premisa de lo más sugerente y que podría dar mucho juego. Sin embargo, lo que no esperaba es que dicha premisa fuera, en sí misma, un spoiler como una catedral.


La sinopsis aquí descrita es lo único que el espectador necesitaría saber antes de acudir a la sala. Por desgracia, eso es lo que el destripante tráiler se encarga de mandar al garete en menos de tres minutos. Y es que la gracia radica precisamente en ignorar el pilar básico sobre el cual se construye la trama de la película; una trama que va desvelándose poco a poco y que desde los primeros minutos busca desconcertar e intrigar al espectador.

El comienzo de la cinta se cimenta en las dudas que la desaparición de Belén suscita tanto en Fabiana, la nueva pareja de Adrián, como en el espectador.

Que tras sus sospechas de infidelidad Belén decida romper la relación con Adrián es algo lógico, pero que ésta desaparezca del mapa sin dejar ningún rastro, ni existan evidencias de que haya abandonado el país, ya no lo es tanto. Y la idea es que en un principio el espectador cuente con tanta información de lo ocurrido como sus protagonistas, para poder así sumergirse de lleno en la incógnita que nos plantea Andi Baiz, su director y co-guionista. Pero como ya digo, si uno ha tenido la mala fortuna de ver el tráiler, este primer tramo de intrigante no tiene nada.

Luego es cuando, mediante un retroceso en el tiempo, nos es revelado el quit de la cuestión, explicándonos quiénes son Adrián y Belén, qué hacen en Bogotá, por qué existen sospechas de infidelidad y qué es lo que ha ocurrido con ella. En ese preciso momento, el suspense previo pasa a ser sustituido por la angustia y la impotencia de conocer un dato que la pareja protagonista, Adrián y Fabiana, desconocen por completo, y todo lo que “eso” conlleva.



Cabe decir que la atmósfera de la película está notablemente conseguida, y juega a su favor centrar la acción en pocos espacios, siendo uno de ellos, el caserón en el que vive Adrián, el centro de atención.

Si bien los primeros pasos de “La cara oculta” podrían apuntar tanto al thriller de psicópatas como hacia el cine de casas encantadas (o la fusión de ambos al estilo “Lo que la verdad esconde”), lo que se nos desvela en realidad es un thriller psicológico cargadito de tensión. Sin embargo, es inevitable reconocer que algunas de las situaciones que acontecen en el segundo tramo de la película pueden resultar chocantes y/o irrisorias. Algunas escenas, situaciones y/o comportamientos chirrían por lo absurdo o surrealista que se nos atojan dentro en una cinta que busca tener un tono serio y contundente. Escenas como los saltitos Fabiana en la cama, el morboso plano de sexo “por la puerta de atrás”, las preguntas absurdas pronunciadas y escritas en un espejo, etc.; y la obsesión del director por la higiene personal y, por ende, desnudez de sus intérpretes (especialmente las féminas, a las que somete a todo desnudo gratuito posible) provocan que uno no se tome demasiado en serio lo que está viendo. Y eso al final le hace un flaco favor a una propuesta en la que atmósfera agobiante, tensa y claustrofóbica debería –por lo que nos cuenta- llevar la voz cantante. Por momentos, parece que uno asista a una comedia involuntaria, y las carcajadas (para nada previstas) no tardan en surgir de la boca de los asistentes. Teniendo en cuenta que las risas de un servidor no fueran las únicas que podían oírse en la sala, mucho me temo que la tolerancia y la benevolencia del espectador van a ser claves para disfrutar (o no) de esta cinta.

El director no termina de coger el tono adecuado a la historia por culpa de sus estridencias, y de nada sirve tener un reparto entregado (a destacar sobre todo Quim Gutiérrez y Clara Lago, que ya coincidieron en la muy recomendable “Primos”) ni un frenético e irónico desenlace, porque minutos antes uno ya ha desconectado totalmente del ambiente angustioso y opresivo al que es sometido al inicio del filme. Lo cierto es que echarse unas buenas risas no es lo que esperaba al entrar en la sala, así que puede que guste o no dependiendo de si se conecta con las licencias más pueriles (la “ingenuidad”, por no decir otra cosa, de Fabiana y los constantes despelotes no tienen precio) de las que hace gala Baiz. Francamente, las posibilidades de lograr un muy buen thriller estaban ahí, pero el resultado no termina de ajustarse a la demanda.



Valoración personal:

6 comentarios:

Machete dijo...

Ni caso que le había hecho. A medida que te iba leyendo, me han entrado ganas de verla, lastima que no termina de cuajar, y esas ganas se me han ido un poco.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Con decirte que no paraba de reírme, cuando no debía de ser así...

Podría haber estado muy bien, pero le falta seriedad y cabeza. Esta vez no me importaría un buen remake americano xD

Saludos ;)

Emilio M. Luna dijo...

No me apetece demasiado aunque tu crítica anima a ello. No me gusta nada Clara Lago, pero nada. Es cine de género español...bienvenido sea!

Un abrazo David.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

¿Anima a ello? xD

A Clara lago sólo la he visto actuar en Primos y aquí, y en las dos películas me ha gustado su trabajo, aunque aquí le escriben unos diálogos...

Saludos ;)

dragon negro dijo...

Pues yo visto el tráiler me quedo precisamente la sensación de haber visto casi toda la peli a falta de saber la conclusión, y la verdad es que no me llamaba nada, así que gracias a tí ahora me la ahorro, jejeje.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Básicamente, lo que te destripa es media película aprox. Esa parte en la que no sabes (si no has visto el trailer) qué ha ocurrido con Belén y dudas acerca de las intenciones de Adrián.

Pero bueno, creo que el mayor problema que tiene son estridencias que hacen que al final no te la tomas muy en serio.

Saludos ;)