Sinopsis oficial:
En ocasiones, hasta las
mejores intenciones pueden volverse contra nosotros. En “Misión Imposible:Fallout” nos encontramos a
Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo en el FMI (Alec Baldwin, Simon Pegg, VingRhames), junto con algunos aliados ya conocidos (Rebecca Ferguson, MichelleMonaghan) en una carrera contrarreloj después de una misión fallida.
Comentario:
Parece
mentira que hace unos años atrás el estudio planeara el “retiro” de Tom
Cruise/Ethan Hunt en favor de un nuevo actor/personaje que aportara sangre
nueva a la franquicia. La introducción del agente Brandt (Jeremy Renner)
en “Misión imposible: Protocolo
fantasma” fue la prueba de fuego que terminó constatando lo evidente: que
Cruise/Hunt era es y será la estrella
indiscutible e insustituible de la saga. Una saga que a día de hoy sigue más
viva que nunca.
Cruise demuestra,
una vez más, que es un actor todoterreno. Bien conocida es su, llamémosle, afición por asumir buena parte de las escenas
de riesgo de sus películas, especialmente en las MI, donde éstas son abundantes.
Obviamente, y como cualquier otro actor o actriz que se precie, el intérprete tiene
sus propios dobles de acción, si bien eso no le impide arriesgar el pellejo -por
mucho arnés y cable de seguridad al que vaya sujeto- en más de una ocasión; ya
sea colgándose del rascacielos más alto del mundo (el Burj Khalifa de Dubai en MI: Protocolo Fantasma), pegándose al
exterior de un avión en pleno despegue (MI:
Nación secreta) o pilotando un helicóptero para la espectacular traca final
de la entrega presente; secuencias para las que el actor recibió un total de 2000
horas de vuelo en un corto plazo de tiempo.
Por supuesto, Cruise
no es superhéroe y tampoco es indestructible. Tarde o temprano su atrevimiento
(y la edad) tenía que pasarle factura o, mejor dicho, fractura (chiste malo). Y es que durante el rodaje
de una de las presentes persecuciones, éste se rompió el tobillo saltando entre
dos edificios. Claro que eso no le impidió seguir rodando, por lo que uno de
los puntos más cómicos de la película es que dicho “hostiazo”, lejos de eliminarse
y/o quedar para los extras del formato doméstico, está incluido en el montaje
final.
De todos modos, y
más allá de Cruise (y su brillante equipo de secundarios), hay que reconocer
que una de las virtudes de esta sexta parte es su gran sentido del espectáculo
sin renunciar nunca al aroma puro y duro del género de espías (más cercano al de
Ian Fleming que al de John Le Carré, todo sea dicho).
Cierto es que cada
director ha dejado su impronta personal en cada una de las distintas entregas,
pero fue la dirigida por Brad Bird la que supuso un punto de inflexión de cara
a las venideras. Y es que el humor ha sido, desde entonces y en combinación con
la acción imposible de alto octanaje,
una de las claves del éxito de las dos últimas propuestas. Algo que, por
supuesto, vuelve a repetirse en ésta última, aunque con mucho menos vivacidad.
De hecho, se ha recuperado buena parte del carácter dramático entorno a las
relaciones amorosas de Ethan Hunt, tema recurrente desde la primera de De Palma
a la tercera de Abrams. Precisamente, de esta última recuperamos al personaje
de Julia (Michelle Monaghan), (ex)esposa del personaje. Con su aparición, se
pone fin a una historia que había quedado algo descolgada.
Por otro lado, Fallout
está mucho más ligada a su predecesora (villano incluido), y debido a esa
continuidad, nos encontremos de nuevo en la silla de director -así como en el guión- a Christopher
McQuarrie, quién repite con Cruise por
tercera vez tras dirigirle también en la primera entrega de “Jack Reacher”.
McQuarrie se muestra todavía más atrevido con las escenas de acción, a
sabiendas de que tiene ante él a un reparto que lo dará todo por la película.
Pero también maneja muy sabiamente el suspense, la narrativa propia del thriller
(con sus giros y golpes de efecto que, por previsibles, no pierden intensidad)
y la tensión dramática de varias de las secuencias que completan el emocionante
entretenimiento que es “Fallout”.
Además, se afianza
la incorporación de Rebecca Ferguson como la agente del MI6 Ilsa Faust, quien
ya nos dejó un muy buen sabor de boca en “Nación secreta” y que aquí vuelve a
sentirse como una pieza clave del entramado orquestrado por McQuarrie y su
co-guionista Bruce Geller. Si Ilsa terminará
formando parte del equipo de Hunt (o algo más que eso), el tiempo nos lo dirá.
Y es que a esta saga parece quedarle todavía cuerda para rato.
VALORACIÓN PERSONAL:
2 comentarios:
La saga sigue muy viva. La verdad es que ha sido toda una sorpresa y aunque creo que se la está alabando demasiado, reconozco que es una gran película de acción. Esa apuesta por no utilizar apenas dobles y ver a los actores haciendo realmente sus escenas de riesgo le hace ganar muchos puntos (la persecución de París o la de helicópteros son una locura).
Saludos.
Ser una buena película de acción no es poco, y menos con estilo artesano de la vieja escuela que destila.
Yo la dejo como mi segunda favorita de la saga después de la primera (la mejor).
¡Saludos!
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