Sinopsis oficial:
Después de "Capitán América: Guerra Civil", Scott Lang lidia con las
consecuencias de sus elecciones como superhéroe y padre. Mientras lucha por
mantener un equilibrio entre su vida hogareña y sus responsabilidades como
Ant-Man, se enfrenta a Hope van Dyne y al Dr. Hank Pym con una nueva misión
urgente. Scott debe volver a ponerse el traje y aprender a luchar junto con La
Avispa mientras el equipo trabaja en conjunto para descubrir secretos del
pasado.
Comentario:
Las escasas pretensiones vuelven a ser la gran baza de una
película concebida con el único propósito de entretenernos durante apenas un
par de horas. De este modo, y tal y como ya ocurriera con su predecesora, el conjunto
resulta tan ameno como intrascendente (dicho esto último sin la menor acritud).
Aunque el personaje de Scott Lang/Ant-Man siga conectado al
universo marvelita junto al resto de personajes (particularmente a los
Vengadores), no podemos obviar que éste juega en una liga menor. Sus
responsables son conscientes de ello y en ningún momento tratan de ocultarlo o
enmascararlo, sino todo lo contrario: aprovechar la “épica a pequeña escala” (y
nunca mejor dicho) para llevarnos al disfrute cual burbujeante refresco en pleno
verano.
Así pues, los puntos fuertes de las nuevas aventuras de Ant-Man
vuelven a ser la modestia y el humor (el auténtico motor de la película). Con
la excusa esta vez de recuperar a la mujer de Hank Pym (la madre de Hope),
desaparecida años atrás en el transcurso de una arriesgada misión, Scott vuelve
enfundarse el traje aún a riesgo de terminar con sus huesos en la cárcel. Y es
que el personaje se encuentra en arresto domiciliario tras involucrarse en la
trifulca entre el Capi y Iron Man (ver “Captain America: Civil War”). Ese es el
motivo también por el que él y Hope se hayan distanciado y lleven tiempo sin
hablarse. Por supuesto, todo eso cambiará en el momento en el que el rescate de
Janet van Dyke (Michelle Pfeiffer) se convierta en prioridad absoluta.
Esta vez, en el terreno de juego nuestro héroe cuenta con la
ayuda inestimable (si no es más bien al revés) de una Hope reconvertida en una
peleona (y saltarina) superheroina con alas: la Avispa. Con prácticamente los
mismos avances tecnológicos que el traje de Ant-Man pero con mayores aptitudes
para el combate (y para todo en general), Avispa se convierte en la auténtica reina
del mamporro. Juntos forman una pareja invencible ante un enemigo que asume el
rol de villanía de forma algo más difusa. Y hasta aquí puedo contar…
Aunque Ant-Man juegue en otra división, sus efectos
especiales siguen siendo de primera categoría. En esta ocasión, asumido ya el
trámite de pasar por “los orígenes” del personaje, el director exprime con
mayor amplitud e ingenio los “poderes” del protagonista. Ahora bien, la
tecnología que permite los asombrosos cambios de tamaño ya no se limita exclusivamente
a los trajes, como veremos a lo largo de la película, lo que da mucho juego de
cara sobre todo a las vertiginosas secuencias de acción que Peyton lleva a
cabo.
En ese aspecto, esta continuación gana enteros con respecto
a su antecesora, ayudándose en todo momento de esa complicidad con el
espectador que le confiere su total entrega
a la comedia más hilarante. Contando con el buen hacer de Paul Rudd y cía en
ese campo (pocas veces los secundarios aportan tanto como en esta película), y
ese toque familiar que impregna siempre los enredos de Scott, “Ant-Man y la
Avispa” logra situarse en peldaño por encima de la cinta original, y aunque no
vaya a ocupar nunca un lugar remarcable dentro de la filmografía marvelita,
puede presumir con orgullo de ser un entretenimiento veraniego la mar de
disfrutable. Y es que a veces, sienta mejor un bocado ligero que una empachante
comilona.
VALORACIÓN PERSONAL:
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