“Dune”
probablemente sea una de las obras (sagas) cumbre de la ciencia-ficción literaria.
Quizás su extensión y su complejidad la hagan tan difícil de adaptar a otro
medio que no sea la novela. A mediados de los 80, Hollywood lo intentó con una
superproducción -Dino de Laurentiis mediante- a cargo de David Lynch, a todas
luces uno de los cineastas menos apropiados para semejante proyecto. Y no,
Jodorowsky tampoco lo era.
Aunque considerada hoy como de culto (como otras tantas cintas
de ciencia-ficción vilipendiadas –justa o injustamente, allá cada cual que lo
medite- en su momento; léase Blade Runner
o Tron), lo cierto es que para muchos
de los que hemos leído la obra de Herbert, la película no puede sino parecernos
estrepitosamente fallida. Como cinéfilo a secas, y sin entrar ya en matices
comparativos entorno a libro vs película, la consideraría meramente tediosa.
Aunque eso sí, el diseño de producción todavía me encandila.
Muchos años después, “Dune” tuvo dos oportunidades más en la
pequeña pantalla en formato de miniserie; una en 2000 adaptando la primera
novela, y la otra en 2003 como su respectiva continuación. Y aunque
probablemente el serial sea el mejor formato para dar forma a la obra de
Herbert, un servidor no se ha atrevido aún a acercarse a ellas.
¿Y por qué os cuento esto? Pues porque Legendary Pictures se ha hecho ahora con los derechos para cine y
televisión de la novela, con lo que se abre la veda para que los Atreides y
los Harkonnen regresen en todo su esplendor a nuestras pantallas. Por ahora, no
hay nada sólido sobre la mesa, pero es muy probable que el estudio pretenda su
propia franquicia al más puro estilo Star
Wars y Star Trek, es decir, su
saga de películas con pretensiones taquilleras complementada con sus
extensiones televisivas.
Crucemos los dedos, pues, para que esta vez sea la vencida y
la obra de Herbert obtenga el éxito que se merece más allá de su versión en
papel.
Los que también deben estar cruzando los dedos son los fans
de Frank Miller, porque otro de sus
cómics podría ser objeto de adaptación cinematográfica. En esta ocasión, se
trata de “Hard Boiled” (nada que ver
con la película de John Woo), cuyos derechos podrían caer en manos de Warner.
El estudio, que se encuentra todavía negociando el posible acuerdo, parece
tener ya en mente un director: Ben
Wheatley, y un protagonista, Tom
Hiddleston, quienes volverían a coincidir tras la insoportable "High
Rise".
En caso de que todo fuera viento en popa, Hiddleston
interpretaría al protagonista de la historia, un agente de seguros que vive en
un futuro en el que la humanidad está controlada y las máquinas y corporaciones
multinacionales.
Y seguimos con las adaptaciones, aunque en este caso la “víctima”
es un videojuego. Y es que después de llevar al éxito taquillero la franquicia “Resident
Evil” (en febrero del año próximo se estrenará el sexto –y esperemos que
último- capítulo), el inefable Paul.
W.S. Anderson se propone ahora repetir la jugada con "Monster Hunter", otra licencia de
Capcom.
El director apunta ya que abordará la adaptación con la
libertad que le permite la aparentemente escueta trama del juego, que se resume
básicamente en dar caza a dragones en un mundo fantástico plagado de ellos.
Vamos, que podrá hacer lo que le salga de los cataplines sin que ningún fan se
cabree en exceso por la escasa fidelidad para con el videojuego. Y con la
esperanza, por supuesto, de que la acción a cascoporro, las toneladas de CGI y
su santa esposa por ahí en medio frunciendo el ceño y luciendo palmito (o mejor
dicho, huesitos) sean más que suficientes para contentar a todo el fandom y a
los espectadores en general. ¿O acaso alguien duda que la Jovovich no va a
estar involucrada en el proyecto?
Si esta noticia no os resulta lo suficientemente aterradora,
preparaos porque voy a terminar el post hablando, ni más ni menos, que del reboot
de “Los Inmortales”, probablemente
uno de los más pretendidos de los últimos años. Desde 2008, al proyecto le han
salido muchas novias, pero con ninguna ha llegado finalmente al altar. Juan
Carlos Fresnadillo, Justin Lin o Cedric Nicolas-Troyan (The Huntsman: Winter's War) son algunos de los cineastas que han
estado, algún momento u otro, vinculados a dicho reboot. Y ahora se suma a la
lista Chad Stahelski, responsable de
las dos entregas de “John Wick”, la última tentativa del estudio de llevar delante
de una vez por todas una versión actualizada a los nuevos tiempos de uno de los
títulos más míticos de la década de los 80.
Para Stahelski, esto supondría un paso de gigante en su
carrera, asumiendo las riendas de un proyecto, se presupone, de mayor envergadura
que sus dos anteriores trabajos. Una oportunidad que, de confirmarse, esperemos
aproveche para entregarnos algo mínimamente digno. Cuanto menos, mejor que las
roñosas secuelas – a cuál peor- que han ido surgiendo a lo largo de las últimas
décadas.
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