Crítica Iron Sky 2012 Timo Vuorensola
Cuánto más disparatado es el argumento de una película,
mayor es el apetito del buen aficionado a la hora de hincarle el diente, y cuando
vio la luz la primera noticia acerca de un proyecto titulado “Iron Sky” (allá
por el 2006, en los albores de su producción), a muchos se nos hizo la boca
agua con sólo leer su delirante premisa:
En 1945, hacia el
final de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de naves espaciales nazis (sic) son enviadas a la cara oculta de la Luna para
establecer una base militar. Con el paso de los años, la base se convierte en
residencia permanente para los fieles al Führer que lograron escapar de la
Tierra.
En 2018, los
descendientes de aquellos nazis están decididos a librar la última batalla con
el objetivo de lograr lo que sus predecesores no consiguieron: conquistar el
mundo. Para ello contarán con una gran flota espacial y una poderosa arma
secreta.
Un argumento tan disparatadamente jugoso como éste necesita
de los medios adecuados para llevarse a cabo como es debido. Y tratándose de un
filme de origen finlandés, país poco ducho en ofrecer cine de carácter
fantástico, no es de extrañar que en su realización se hayan empleado tantos
años de trabajo.
Desde que el primer teaser tráiler de la película apareciera
-en busca de cofinanciación- en el Festival de Cine de Cannes de 2008, hasta el
fin de su rodaje a principios de 2011, han pasado nada menos que cuatro años. En
este largo tiempo se ha invertido un presupuesto nada desdeñable de 7,5
millones de euros, lo que sin duda le ha permitido al filme gozar de una factura bastante resultona. Y es
que semejante planteamiento pedía, precisamente, un despliegue a la altura.
No estamos ante una superproducción de Hollywood, ni detrás
de sus efectos especiales están grandes empresas como Industrial Light &
Magic o Weta Workshop. Sin embargo, el
acabado final, lejos de ser impecable, sí resulta satisfactorio.
La utilización de los cromas es el aspecto técnico que con
más frecuencia delata su condición de serie B, ya que no siempre resultan del
todo convincentes. Ahora bien, en lo que respecta a la recreación de la base lunar
nazi y toda su flota naval, el trabajo es muy meritorio, no ya sólo en materia
de efectos digitales sino también en el detallado diseño conceptual de todos sus
elementos (los escenarios, las naves…).
Esto contribuye a hacer mucho más creíble la propuesta,
dentro de lo increíble de la misma, y ayuda a que las secuencias de acción resulten visualmente atractivas y
espectaculares.
Pero (tenía que haber un “pero”) si la dedicación en
conseguir unos buenos efectos especiales
y un buen diseño de producción hubiese sido equivalente al empeño en
redactar un guión mínimamente potable, probablemente ahora estaríamos hablando
de una simpática joyita del género. Desgraciadamente, esto no ha sido así, y “Iron Sky” muestra sus mayores y
contundentes defectos en su paupérrimo guión.
Su potencial argumento queda lastrado por la escasa pericia
de los guionistas para saber sacarle partido. La trama se muestra torpe y repleta de altibajos, la mayoría de los
cuales pertenecientes a los segmentos que transcurren en la Tierra, lo que provoca que la justita hora y media
de metraje se nos haga más larga de lo que es y más pesada de lo que debería.
En pocas palabras, la película aburre.
La historia tiene algunos apuntes interesantes, como que la acción transcurra en un improbable 2018 con una clara parodia de la republicana Sarah Palin al frente de la presidencia de los EE.UU. (apropiándose ésta del famoso lema “Yes, We Can” con el que su oponente, el demócrata –y actual Presidente- Barack Obama hizo campaña en las elecciones de 2008), o que los gobernantes de los distintos países se reúnan para hacer frente a la invasión nazi para, constantemente, tirarse los trastos a la cabeza.
También en alguna
ocasión aislada nos topamos con un gag inspirado, como el que tiene por
protagonista a una de las obras magnas de Chaplin, “El gran dictador”.
La banda sonora,
a cargo del grupo industrial esloveno Laibach, es muy apropiada, y en sus momentos más álgidos nos obsequia con referencias
que van desde las óperas de Richard Wagner (La carga de las Valquirias) hasta las
composiciones de John Williams para La Guerra de las Galaxias (el leitmotiv de
Darth Vader).
El resto, lamentablemente,
no termina de funcionar. Ni los
sucesivos gags ni los personajes en los que se apoyan.
El guiño a uno de los momentos cumbres de la (gran) película
alemana “El hundimiento”, esto es, el cabreo monumental de Hitler ante sus primeros
oficiales, no sólo está mal insertado en la trama (de sopetón y muy poco
justificado), sino que además carece del ingenio necesario para sacarnos una
sonrisa. Cualquiera de los videos que circulan en Youtube manipulando dichas
escenas resulta mucho más divertido y ocurrente que la pantomima que aquí se
han sacado de la manga en un intento de perpetuar la broma a una escala mayor, más
cinematográfica (más cercano a las spoof movie).
De los personajes
protagonistas sólo merece la pena rescatar a la pseudo Sarah Palin (Stephanie
Paul) y a la Teniente Renate Richter encarnada
por la actriz alemana Julia Dietze. Pero su partenaire, James Washington (Christopher
Kirby), estorba más que otra cosa; el villano, Klaus Adler, carece de fuerza al
caer en manos de un actor tan mediocre como Götz Otto; la estilista Vivian Wagner
(Peta Sergeant) resulta crispante (por no decir insoportable), y el nuevo
Führer a cargo de Udo Kier goza de menos presencia en pantalla de la que uno
desearía, con lo que acaba relegado a un desalentador segundo plano.
Ante todo, “Iron Sky” es una comedia, y en ese aspecto
falla estrepitosamente. Más allá de su premisa, la historia ni engancha ni hace gracia, y sólo algunos momentos puntuales
(el inicio, algún gag esporádico y la batalla final) merecen la pena de ser
rescatados de un conjunto bastante insustancial
y, lo que es peor, desaprovechado.
Ni su director, Timo Vuorensola (que ya rodó, o mejor dicho,
codirigió unos años antes una parodia de Star Treck titulada “Star Wreck: In
the Pirkinning”), ni sus guionistas han sido capaces de llevar a buen puerto una
idea que, sin ser del todo original (existe una novela de Robert A. Heinlein con
nazis escondidos en la Luna), prometía como mínimo pasar un rato agradable y
echarse unas risas; sino con ella, por lo menos sí a su costa. Pero más allá de
lo marciana y, precisamente por ello, llamativa sinopsis, el resto de la
película carece de inspiración.
No es extraño que un proyecto al que se le sigue la pista desde
hace tanto tiempo tienda a no cumplir del todo las expectativas depositadas en
él, pero eso no quita el hecho de que estamos ante un caso claro de “película fallida” (tal como le ocurrió a la “Mars
Attacks” de Tim Burton) y, por tanto,
decepcionante. Se puede ser más o menos indulgente con ella, pero es
evidente que las pretensiones de sus responsables eran ambiciosas y que el
resultado se ha quedado bastante corto.
De todas formas, “Iron Sky”, que debutó en la 62 edición del
Festival Internacional de Cine de Berlín y que ya se ha exhibido en países como
Alemania o su Finlandia natal (en España dudo que la veamos), no ha pasado
desapercibida, y a su director ya le han ofrecido otro filme de temática nazi basado
en una novela gráfica titulada “I Killed Adolf Hitler”, en la que un asesino
del futuro viaja hasta 1939 para matar a Adolf Hitler. Otra idea que, sobre el
papel, promete. Esperemos que esta vez Vuorensola se codee con guionistas más
capacitados.
Valoración personal:
6 comentarios:
Bueno, ya había leido unos comentarios poco favorables tras el estreno en Berlín. De todos modos, veré esta pelicula, sólo espero que no me moleste del todo. Por cierto, ¿consideras muy mala a "Marte ataca"?, yo me entretuve con esa pelicula, al menos sus bizarradas me resultaron simpáticas, aunque fue hace varios años, valgan verdades.
Saludos¡¡
"Mars Attack" la vi hace mucho años y no me gustó nada. Hace poco volví a revisionarla para darle una segunda oportunidad (porque la ci-fi es uno de mis géneros favoritos, y toda parodia que se haga llama siempre mi atención) y aunque tiene algún punto genial, el resto (trama, personajes, gags...) me parece muy mediocre.
"Iron Sky" no es mucho mejor. De hecho, es peor porque aburre, cosa que al menos con Burton no me ocurrió.
De todos modos, es una de esas películas freak que hay que ver aunque sólo sea por curiosidad. Y si dices que te gustó la de Burton, igual ésta también te gusta. Por mi parte, sólo puedo decir que la idea me encantó, pero que el resultado no me resultó satisfactorio.
Saludos ;)
lamentablemente tengo que coincidir contigo, quizás yo fui un poco más suave porque despues de tanto tiempo esperando el film a uno le acaba jodiendo que te decepcione, pero que se le va a hacer, otra vez será.
Saludos!!!
Le puedo perdonar que no sea muy graciosa (también reconozco que soy difícil de hacer reír), pero no que me aburriera. Era lo mínimo que se le podía pedir.
Una lástima que tras tantos años esperándola al final no haya cumplido. Pero bueno, al menos se lanzaron a la piscina con un argumento tan disparatado.
Saludos ;)
Yo quedé con unos amigos para verla, y a los veinte minutos me dormí. Pero por todo lo que comentas, veo que la cosa no mejora, sino todo lo contrario. Otra cosa Mars Attack me gusta y no es porqué sea Burton, hay algunas de él que no me agradan.
Así que tras tu recomendación y mi impresión mientras estube despierto, decido no darle una segunda oportunidad.
Hola, amigos. Bueno, ya se sabe que la satisfacción que algo te deja algo depende tanto del resultado como de las espectativas. Debe ser por eso, porque no esperaba nada, que me sorprendio muy gratamente.
Sinceramente, no entiedo que alguno diga que es aburrida, poque de hecho es realmente divertida. El problema , mucho me temo, es que muchos esperabais humor absurdo al estilo Scary Movie y os habeis encontrado con otro tipo de humor mucho más ácido e inteligente que muchos, y perdón por decirlo, no entendisteis.
Una lástima que buenos trabajos como este no se vean recompensados por el personal, que cada vez está más idiotizado por el cine comercial hollywoodiense.
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