Este pasado fin de semana (27, 28 y 29 de Enero), La Farga
de L’Hospitalet (Barcelona) acogió de nuevo, y tras el éxito de la edición
pasada, el 2º Salón del Cine y las Series. Se calcula que por el salón han
pasado unos 26.500 asistentes,
lo que supone un incremento del 30% con respecto al año anterior, posibilitando
así que el evento se repita un año más y, de seguir con la buena racha, se
convierta en un importante e imprescindible evento anual de la ciudad, con el
deseo de prolongarse en el tiempo.
En esta edición, que
ha contado con un total de 115 expositores, el leitmotiv ha sido,
principalmente, “los robots en el cine”, pudiendo disfrutar así de exposiciones
tales como la de SyFy, con materiales originales y réplicas de películas
como Robocop o Blade Runner, entre otras; o la dedicada a los mechas en el anime y el manga (además de
hacer un repaso histórico de su llegada a Catalunya). También se contó con la presencia de Kike
Maíllo, director de “Eva”, y Jordi Ojeda, experto en ciencia-ficción
y cine, que ofrecieron una charla sobre dicha temática para el público
asistente. Además de las citadas charlas temáticas, hubo coloquios, mesas
redondas y, por supuesto, clases magistrales de las que luego hablaré más en
profundidad. Al igual que en la edición pasada, hubo espacio para diversas
actividades lúdicas para todos los públicos; desde representar míticas escenas
de películas (el clásico asesinato en la ducha de “Psicosis”) en un pequeño
decorado ambientado para la ocasión, hasta someterse a una sesión de maquillaje
en los talleres de caracterización o presenciar en vivo y en directo una escena
de acción a cargo de unos especialistas de cine.
Todo esto y mucho
más. Tanto, que es difícil abarcarlo todo en un solo artículo. No obstante, a
lo largo del mismo tenéis también alguna de las fotografías que tomé de, por
ejemplo, la fantástica exposición de coches de cine, que incluía vehículos como
el Gran Torino de “Starky & Hutch” o el Dodge Monaco de los
Blues Brothers.
A título personal,
me quedo especialmente con la exposición dedicada a Macario Gómez Quibus (“MAC”),
que mostraba algunas de las obras más representativas de este magnífico cartelista
cinematográfico catalán. Y es que Macario ilustró carteles (en su versión
distribuida en España) para películas tan conocidas como “Los Diez
Mandamientos”, “Con faldas y a lo loco”, “Psicosis” o “Doctor Zhivago”. Y
quizás por su oficio todavía sea un completo desconocido para muchos cinéfilos;
y ya no digamos para el gran público. Y es que ésta ha sido siempre una labor
no siempre reconocida como es debido, y sólo algunos nombres como el del
estadounidense Drew Struzan (por poner el ejemplo más conocido y aclamado) han
pasado a la posteridad.
También quisiera
destacar dos de las charlas a las que asistí el domingo.
La primera de ellas se
titulaba "Efectos Visuales, cómo
llegar a trabajar en Hollywood", a cargo de Francesc Bolló, ex
alumno (y actualmente profesor) en FX Animation, escuela de cine y 3D afincada
en Barcelona y que este año cumple su décimo aniversario. Bolló ha logrado
trabajar en los VFX de exitosas películas como “Guardianes de la Galaxia”, “El
libro de la selva” y la última e inminente entrega de Piratas del Caribe. Nos
habló no sólo de los distintos procesos que se siguen a la hora de determinar
la creación de los efectos visuales de una película (y que varían dependiendo
de si se trata de una cinta con actores o si se trata de una cinta de
animación), sino también de la jerarquía dentro de una empresa dedicada a
dichas labores. Una jerarquía con más cargos de los que creeríamos y, sin duda,
compuesta por una infinidad de empleados, cada uno de ellos destinado a una
tarea determinada.
Dentro de la
animación, y una vez aprobado el proyecto, los pasos a seguir -algunos de ellos
en paralelo- serían, a grandes rasgos: creación de personajes, creación de
entornos y elementos de escena (layout), modelación de personajes, rigging (los
“esqueletos” que otorgarán movimiento a los personajes), animación, aplicación
de efectos visuales (humo, agua, explosiones, etc.), lighting (luces de la
escena), render (el resultado final de la imagen) y finalmente la postproducción,
donde se juntan todos estos elementos y se pulen los detalles.
En cuanto a cómo
llegar a trabajar en la industria de Hollywood, Bolló habló desde su propia
experiencia, y es algo que se podría resumir tal que así: saber inglés
(imprescindible), tener un buen reel o portafolio adecuado al trabajo que
buscas, es decir, no aglutinarlo con todo lo que sabes hacer sino concretarlo a
la disciplina de la oferta (si es necesario, realizar un reel por cada
disciplina) y empezar a buscarse la vida fuera de España, pues aquí el trabajo
es escaso debido al bajo volumen de producción (y a sabiendas de cómo funciona
el país, seguro que mal pagado).
En cuanto a la otra
charla/masterclass, cuya temática era las bandas sonoras, corría a cargo de Dani
Trujillo, un compositor y diseñador de sonido para cine y tv (películas,
series, publicidad…). Dani nos expuso algunas de las claves para realizar con
acierto la indispensable labor de componer música para, en este caso, una
película, y lo mucho que ésta influye en el significado y las connotaciones
derivadas de la misma. Como ejemplo, nos mostró un vídeo (un fan tráiler), ya
conocido para los que pululamos por las redes, en el que “El Resplandor” de Kubrick
se convertía en una comedia familiar gracias, además de por un habilidoso
montaje, también por la simpática sintonía que acompaña las imágenes. De este
modo, quedó clara la capacidad de la música para otorgar un mensaje, y el modo
en el que ésta puede influir sobremanera en el espectador. Dani nos ejemplificó
muchos de éstos y otros aspectos sirviéndose del piano que le acompañaba, y
demostrando en vivo y en directo se habilidad para con él. Y de paso, la charla
se hacía así mucho más amena y gratificante. Ni el ruidoso escándalo de unos
niños maleducados presentes en la sala pudo estropearnos la velada.
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