Sinopsis oficial:
El pacífico reino de Azeroth está a punto de entrar en guerra para enfrentarse
a unos terribles invasores: orcos guerreros que han dejado su destruido mundo
para colonizar otro. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército
se enfrenta a la destrucción, y el otro, a la extinción. Dos héroes, uno en
cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el
destino de su familia, su pueblo y su hogar.
Comentario
Caballeros de pomposas armaduras, enanos barbudos y narizotas, elfos de orejas
puntiagudas, orcos grandes y feos, magos corrompidos por un gran y oscuro
poder… Nada nuevo bajo el sol.
Puede que el universo Warcraft en el que se basa la película
de Duncan Jones sea mucho más rico que todo eso, cosa que admito desconocer por
completo, pero lo cierto es que lo que muestra esta adaptación nunca va más
allá de la clásica aventura épico-fantástica que ya hemos visto en otras
ocasiones. Así pues, que nos asalte a la memoria la fantasía tolkiana llevada
al cine por Peter Jackson puede resultar tan obvio como inevitable. A fin de
cuentas, no son pocos los elementos que comparten, si bien en la comparativa,
es más que justo afirmar que la franquicia de Jackson (Hobbit incluido) sale
ganando por goleada.
No es que la cinta de Jones carezca de atributos, pero a estas
alturas del juego, éstos quizás nos sepan a poco. Y es una lástima porque los
mimbres se perciben más que prometedores de cara una futura franquicia.
De todos modos, debo indicar que, a mi parecer, esta
Warcraft no es, ni por asomo, el desastre que muchos pregonan. Es cierto que
carece de la epicidad que se le exige a este tipo de películas, probablemente
porque la empatía hacia los personajes es más bien escasa, pero a su favor
juega un exquisito y espectacular apartado visual que, a menudo, nos hace
olvidar lo superficial de su guión.
Otro aspecto que ayuda a hacerla bastante digerible es su
ajustada duración. Que una cinta de estas características no exceda (de largo)
las dos horas es algo ciertamente inusual, motivo este por el que, pese a sus
carencias, se haga también harto difícil aburrirse en la sala. Más cuando la
exigua trama se encuentra trufada de espectaculares batalles en los que el CGI
es el amo y señor de la función.
Y sin embargo, también hay que hacer constar que a su vez
dicha duración juega también en su contra, pues la narración se siente algo
apresurada, y apenas resta tiempo para desarrollar en condiciones a los
personajes, ya sean estos humanos u orcos. Sirva de ejemplo la relación paternofilial
entre Lothar (Travis “Ragnar” Fimmel) y su vástago, apenas expuesta en unas
pocas e insuficientes pinceladas. O ese amago de romance entre el citado
Lothar, el humano protagonista, y Garona (Paula Patton), la mestiza orco. ¿En
qué momento, entre enfrentamientos verbales y desconfianzas mutuas, salta la
chispa? Más allá de unas breves confesiones alrededor de una acogedora hoguera,
en las que para más inri Lothar apenas interviene, poco hay a lo largo de los
acontecimientos narrados que dé pie a algo más que una alianza de conveniencia.
Y dado que lo suyo se antoja un detalle crucial de cara a la inmediata secuela,
no puedo sino quejarme de lo artificial e impostado que resulta todo ello.
Conviene citar que los rumores apuntan a que habrían sido
recortados alrededor de unos 40 minutos en el montaje final de la cinta, lo que
explicaría las lagunas existentes a lo largo de la trama.
En cualquier caso, la película de Jones tiene en lo ramplón
de su guión un imprevisto enemigo. Ahora bien, no lo suficientemente despiadado
como para arruinar la función. Desde luego, no es el gran blockbuster épico que
debería haber sido, pero en comparación con muchas otras adaptaciones de
videojuegos, tampoco sale tan mal parada. Eso sí, me queda la duda de cómo
hubiera resultado si hubieran decidido rodarla enteramente por animación
computerizada, como las cinematicas de los juegos. No en vano, la práctica
totalidad de la película es puro píxel, y la participación de los actores de
carne y hueso versus los que se han prestado a la motion capture es tan
insignificante en comparación, que casi se los podrían haber ahorrado.
VALORACIÓN PERSONAL:
2 comentarios:
A mí el avance nunca me pareció gran cosa. Pero leyendo que, a pesar del flojo guión -cosa que junto a sus efectos visuales, temía desde el principio- no está tan mal, le daré una oportunidad cuando salga en DVD.
Saludos.
A mi tampoco me entusiasmó demasiado lo que vi en los trailers, y del juego tan sólo conozco las cinemáticas.
Sin gran cosa, está lejos de ser el espantoso que muchos proclaman.
Saludos ;)
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