Crítica Los mercenarios 2 2012 Simon West
Tras años de decadencia, Sylvester Stallone resurgió de sus propias
cenizas echando mano del baúl de los recuerdos y trayendo de vuelta a dos de
los personajes más icónicos de su filmografía: Rocky Balboa, que volvía a enfundarse
los guantes de boxeo para subirse a un ring por sexta y última vez; y John
Rambo, que se convertía de nuevo en una máquina de matar en una aplaudida
cuarta entrega.
Ambas películas funcionaron bastante bien en taquilla
teniendo en cuenta sus ajustados presupuestos, y volvieron a poner a Stallone
en primera línea de fuego al grito de “sigo vivo y con ganas de dar guerra”.
Pero nuestro estimado Sly sabía que no podría vivir mucho
tiempo de las rentas del pasado, así que se sacó de la manga una de las ideas
más celebradas de su carrera: reunir en una misma película a viejas (y no tan
viejas) glorias del cine de acción de antaño en homenaje a unas estrellas y a un
género que en los 80 y 90 vivieron sus años de esplendor.
Así es como nació The Expendables (conocida en nuestras
tierras como Los Mercenarios), cinta en la que Sly compartía cartel con Jason
Statham (uno de los tipos que mejor ha sabido recoger el testigo de aquellos
action-men), Jet Li, Dolph Lundgren, Mickey Rourke o Eric Robert; éste último,
cómo no, en la piel del villano de turno (y con Gary Daniels entre sus matones).
También reclutó para la ocasión a luchadores de la WWE que ya habían hecho sus
pinitos en esto del cine, como Randy Couture o Steve Austin; y a Terry Crews, un
gigantón exjugador de fútbol metido actor. Y como guinda del pastel nos
obsequió con la breve presencia de Bruce Willis y Arnold Schwarzenegger.
Pero siendo justos, Los Mercenarios hubiera pasado sin pena
ni gloria (o directa al videoclub) de no ser por su elenco protagonista. Pero
es que ver reunidos en una misma película a los héroes de nuestra infancia no
tenía precio, y Los Mercenarios gustó sobre todo a quién tenía que gustar, es
decir, a los nostálgicos sedientos de acción macarra.
El momento que compartían Sly, Willis y Schwarzenegger
resultaba antológico no por lo que ocurría en él sino por lo que significaba. No
obstante, sabía a poco, por lo que quedaba claro que estos “prescindibles” aún
podían dar mucho más juego en pantalla. Eso y los más de 250 millones
recaudados hicieron que el filme se ganara una secuela. ¡Y vaya secuela!
En esta ocasión, lo
que mueve a nuestros protagonistas no es otra cosa que la sed de venganza. El
Sr. Iglesia (Bruce Willis) les
encarga un trabajo en apariencia sencillo, pero el plan se tuerce y uno de los
miembros del grupo es brutalmente asesinado por un despiadado mercenario
llamado Vilain (Jean-Claude Van Damme). Decididos
a vengarse por el compañero caído, Barney Ross (Sylvester Stallone) y el resto de mercenarios perseguirán al
enemigo sembrando a su paso el caos y la destrucción entre sus filas hasta que
no quede ninguno en pie.
Han tenido que pasar muchos (demasiados) años para reunir a
estos iconos del cine de acción, pero la espera ha merecido la pena. Ahora
bien, la primera entrega no era más que
un preludio de lo que íbamos a presenciar aquí.
Al igual que en aquella, esta segunda parte comienza con Ross y cía enfrascados en medio de una misión. Y siguiendo una máxima no escrita para las “secuelas” que estipula que éstas deben ser más grandes y más espectaculares, esta apertura logra dejar en pañales a la de su predecesora.
Subidos a unos camiones personalizados para la ocasión (con
ingeniosas frases intimidatorias decorando la carrocería), el grupito de Ross
arrasa con todo aquél que se encuentra a su paso. Primer aviso de que Los Mercenarios 2 apunta alto en la escala
de testosterona y salvajismo, con cuerpos hecho trizas a balazos,
secuencias fantasmonas a las que no hay que darles muchas vueltas y explosiones
a tutiplén.
Estos primeros minutos nos permiten apreciar una mejora
sustancial con respecto a la dirección, asumida esta vez por Simon West en
sustitución de un Stallone (quién ha preferido quedarse al margen para centrarse
exclusivamente en el liderazgo del reparto y la co-escritura del guión). Y se
agradece, ya que si de algo pecaba éste, era de mover la cámara en exceso, algo
más propio del cine de acción actual que no del que se pretendía homenajear.
West no es que sea una estatua, pero sabe dónde hay que
meter movimiento y dónde no, y su comprensión del espacio a la hora de concebir
las secuencias es mucho más concienzuda.
Y es que la experiencia es un grado, y aunque se haya cascado algún que
otro truño en el pasado (Tomb Raider,
Cuando llama un extraño), es un tipo que conoce el género y sabe lo que se
hace. A un paso de convertirse en otro
Andrew Davis o Jan De Bont, West ha sabido reconducir su carrera con The
Mechanic, y en The Expendables 2 se reivindica y demuestra que “Con Air” y “La
hija del general” no le salieron de chiripa.
Se puede considerar su labor un tanto impersonal, es cierto,
pero la eficiencia es importante, y eso sí queda patente. Las escenas de acción son cañeras y, en su mayoría, artesanales, es
decir, prescindiendo de efectos digitales, los cuales siguen usándose, muy a mi
pesar, en momentos puntuales (siendo éstos bastante cutres) y sobre todo –y ahí
está el error- para recrear el cuantioso chorreo de sangre. Y es que lo de
llenar a los extras de globitos con sangre falsa ya no se estila, y tanto en este entrega como en la anterior se
pasan un poquito con las dosis de hemoglobina digital.
Por lo demás, elaboradas coreografías para las escenas de lucha de especialistas como Jet Li (que por motivos de agenda no pudo permitirse aparecer más minutos), Jason Statham (atención al enfrentamiento múltiple en la iglesia y al duelo en el aeropuerto) y Scott Adkins, éste último bastante desaprovechado como mano derecha del villano encarnado por Van Damme. Un villano, esta vez, mucho más físico, lo que propicia un ansiado enfrentamiento final entre protagonista y antagonista, es decir, entre él y Stallone.
Por lo demás, elaboradas coreografías para las escenas de lucha de especialistas como Jet Li (que por motivos de agenda no pudo permitirse aparecer más minutos), Jason Statham (atención al enfrentamiento múltiple en la iglesia y al duelo en el aeropuerto) y Scott Adkins, éste último bastante desaprovechado como mano derecha del villano encarnado por Van Damme. Un villano, esta vez, mucho más físico, lo que propicia un ansiado enfrentamiento final entre protagonista y antagonista, es decir, entre él y Stallone.
Pese a que no tiene muchos momentos para su lucimiento (lo
cual es una lástima), el belga asume con
un buen punto canalla su condición de malote, registro pocas veces frecuentado
en su filmografía. Y aunque se eche de menos su clásica “apertura de piernas”
(la edad no perdona…), demuestra que aún puede soltar buenos mamporros y pegar
sus patadas voladoras, cosa que no hace Chuck Norris, demasiado mayor para
estos trotes.
La aparición estelar de Norris, a cámara lenta y con
musiquita de Ennio Morricone de fondo (todo un puntazo) no podría estar más
metida con calzador, pero a estas alturas de la función poco importa. Amén de glorioso, dicho momento es una buena
muestra del grandísimo tono autoparódico del que hace gala la película. Porque Los Mercenarios 2 es muy consciente de lo
que es, de quiénes participan en ella y a qué público va dirigida, por lo que
el cachondeo y la parodia (auto)referencial son constantes y, sin duda, uno de
sus mayores aciertos.
Los guiños a la
filmografía de sus intérpretes (e incluso alusiones a la formación
académica de uno de ellos) nos sacan
siempre una extensa sonrisa, cuando no directamente una carcajada. La
leyenda de Chuck Norris ha trascendido al ámbito cinematográfico, y eso queda
patente en el cachondísimo diálogo que mantiene éste con Sly. Norris se ríe de
sí mismo, y le damos las gracias por ello. Pero la mofa (de buen rollo) con el
resto tampoco se queda atrás.
La película nos obsequia también con aquello que ansiábamos ver
desde la primera película: a Stallone,
Willis y Schwarzenegger uniendo fuerzas y aniquilando al enemigo codo con codo.
Una secuencia cumbre y épica en la que
tampoco faltan las dosis de humor y violencia exigidas.
Pero Sly y Statham son los que siguen llevando la voz cantante, mientras que el resto se queda en un segundo plano. Couture y Crews los más damnificados, dado su escaso caché en comparación con sus compañeros de reparto. Y a título personal, Lundgren sigue siendo mi favorito, aunque aquí no parece estar tan pasado de rosca.
Y entre tanto mamotreto musculado también hay lugar para una
fémina (Nan Yu), quién tampoco se queda corta a la hora de repartir estopa.
Siendo la venganza el desencadenante de la trama, el guión
también ofrece sus -algo asépticas- pinceladas dramáticas, asumidas siempre por
Sly, quién no duda en marcarse un discurso reflexivo (un tanto risible, todo
sea dicho) en medio del funeral del compañero caído o entablar “profundas” conversaciones
con algún miembro del equipo en esos momentos de descanso entre masacre y
masacre. Muy en la línea de cierta charla que mantenía su personaje con el de
Mickey Rourke en la primera entrega.
Pero no nos vamos a engañar. La acción y el cachondeo es lo
que manda en esta película, y en ese sentido “Los Mercenarios 2 “es una gozada de principio a fin. Un despiporre de
hiperbólica, salvaje y descerebrada acción que hará las delicias de todos los
que crecimos con esta trupe de “dinosaurios” del género. Dos horas de diversión
en las que no faltan los chascarrillos y las frases lapidarias de toda la vida.
Una cinta de acción que huele a sudor y napalm por todas partes.
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15 comentarios:
Joder!!! y yo hasta el domingo no puedo ir a verla... ¡qué asco de vida! ¡que alguien me dé cianuro!
ANSÍO verla..
¡Noooo! ¡Si te dan cianuro no podrás verla nunca!
Sé que es duro, pero guanta hasta el domingo ;)
Yo desde que leí que West se ponía detrás de las cámaras, estaba convencido que sería mejor que la primera, por eso de reunir a varios actores como en Con Air. Me gustó pero el tramo final se me hizo algo repetitivo. Este sábado caera...
Con Air la he visto un buen puñado de veces y me encanta. Después de ésta y "La hija del general" pensé que Simon West podría ser un digno heredero del legado McTiernan, pero luego llegó Tomb Raider...
;)
la vì y la disfrutè, tiene salvajismo, inconciencia (fuera de toda lògica por momentos) y mucho humor... aparte de la nostalgia por ver a todos esos monstruos juntos... salu2
Me alegra ver que no soy el único al que le gusta Con Air, caída injustamente en el olvido. Mc Tiernan juega en otro nivel, al menos para mí, alcanzar ese estatus son palabras mayores. Cierto, no cumplia, pero por lo que recuerdo no estaba tan mal. Además piensa que pocos directores pueden gozar de una carrera intachable.
JLO,
Nostalgia directamente en vena :)
Machete,
McTiernan fue mucho McTiernan. Ahora le tengo el ojo puesto a Joe Carnahan (si obviamos Smoking Aces)
Saludos ;)
Uf, yo tambien la veo el fin de semana, seguro la voy a disfrutar mucho. ¿habrà Mercenarios 3"?
La ví hace un par de días y todavía estoy excitado!!!! Tanta testosterona acumulada que uffff.... La película como bien apuntas tiene sus fallas pero la verdad es que tampoco importa por que uno ve lo que espera ver y punto, el tramo final es una orgía de balas y sangre y creo que eso salda la película a cualquier nivel, al menos para mi así fue.
Lo de Norris ciertamente parece más como un cameo chistoso, pero a poco no se ve chulo matando terrorista con su linda y blanca sonrisa? Demonios!!! Atentos a su chiste de la cobra!!! Recomendable para aquellos que vieron y vivieron el cine de acción de los 80´s/90´s aunque igual no dudo que el resto de la gente la aprecie por ver alguna caras conocidas del cine de acción.
Por cierto, lo de Jet Li si que me pareció malo pero en fin, en la tercera parte seguro saldará esa deuda con los fans. Según leí rumores de que Sly anda tras Harrison Ford, Clint Eastwood y Nicolas Cage (esperemos que igual de Jackie Chan), ojala, crucemos los dedos y vayan a ver la película al cine, se la van a pasar genial.
P.D. No se por allá, pero la peli la ví doblada y me resultó grato que intentaran mantener en la traducción algunos chistes que hacen clara referencia a películas de algunos de los involucrados SPOILER como la escena en que rescatan a Arnold y este le pide su arma a Crews resistiéndose a darsela y luego le suelta una frase que me hizo reír FIN SPOILER. Aaaaahhhhhh, sigo emocionado XD
Darker,
Sí, habrá tercera parte. Ya tienen en el bote a Nicolas Cage y pretenden fichar a Harrison Ford y Clint Eastwood, aunque dudo que estos dos acepten (bueno, quizás Eastwood se permite un cameo). También tienen la mira puesta en Wesley Snipes, aunque éste no saldrá de prisión hasta mediados de 2013.
Fucktricio,
Jet Li tenía otros compromisos, y de ahí que salga poco. Hizo un pequeño viaje al plató para rodar sus escenas y luego se marchó. Supongo que lo recuperarán para la tercera entrega.
Yo la ví en V.O.S. y las frases son las míticas, aunque igual luego cada país les traduce a su manera (en ese sentido, aquí en España fueron fieles).
Saludos ;)
Lo de Cage y Snipes, encaja bien, más el último que el primero. Eastwood es otro tipo de cine macho, pero podría quedar bien como un alto mando de la CIA. Pero lo de Ford lo veo pillado con pinzas.
Ford no me pinta nada, pero un cameo o breve papel de Eastwood se agradecería.
Es prácticamente lo que me esperaba de ella, un homenaje a aquel cine de acción de los 80/90 de lo más disfrutable. Tal vez es más autoparódica de lo que esperaba, pero aguarda tantos momentos míticos que todo se le perdona.
Saludos.
A mi me encantó ese punto autoparódico. Le hace ganar muchos puntos respecto a la primera, que era más serie pero también mucho más pobre en conjunto como película de acción. Amén de que ésta es mucho más cañera y está mejor dirigida
Saludos ;)
Es como un concierto de rock de viejas glorias, sólo que aquí en vez de tocar la guitarra pegan tiros. Supera a la anterior porque, como bien has dicho, es consciente de su naturaleza autoparódica (muy cachondos los momentos Norris) y por esos memorables 25 minutos finales con Suache, Sly y Willis luchando codo con codo. Ah, y Van Damme me convenció como villano.
Un disfrute para los que crecimos viendo pelis de estos abueletes.
Saludos !!
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