Aunque ya habían trabajado juntos en la serie “Spaced”, no fue hasta la llegada de “Shaun of the Dead” (me niego a reproducir el título que le calzaron en España) que Simon Pegg y Nick Frost, dirigidos por Edgar Wright (responsable también de la citada serie) se dieron a conocer al gran público. La película en cuestión, una parodia/homenaje al subgénero zombie (y muy particularmente a las películas de George A. Romero), pasó a convertirse en toda una pieza de culto, y catapultó a la fama -o algo así- a sus dos protagonistas. Después de participar, por separado, en diversas producciones británicas y americanas, el trío –actores y director- se reencontró en “Hot Fuzz”, comedia en la que el género de referencia era el cine de acción y las clásicas buddy movies o películas de colegas. De nuevo, acertaron de lleno con la fórmula, así que el público ansiaba volver a ver a la pareja protagonizando juntos otra comedia. Y el momento ha llegado, pero con la salvedad de que no está Wright a los mandos sino Greg Mottola, director de películas tan olvidables –a mi gusto- como “Supersalidos” o “Adventureland”.
Graeme Willy (Simon Pegg) y Clive Gollings (Nick Frost) son dos buenos amigos que llevan mucho tiempo ahorrando para realizar el viaje de sus sueños: un peregrinaje al corazón de la zona de ovnis en Estados Unidos para visitar cada uno de los legendarios lugares donde ha habido avistamientos de platillos volantes. Sin embargo, el encuentro con Paul, un alienígena recién fugado de una base militar secreta, cambiará sus planes y las vacaciones soñadas se convertirán en una aventura en la que serán perseguidos por agentes federales y por un fanático religioso, padre de una joven, Ruth Buggs (Kristen Wiig), a la que no les ha quedado más remedio que secuestrar.
Al cambio de director, debemos añadir también el cambio de compañero de escritura de guión de Simon Pegg, ya que esta vez no es Edgar Wright el co-guionista sino su amigo y compañero de reparto Nick Frost. Este cambio ha motivado que el protagonismo se divida a partes iguales entre ambos actores, de modo que uno no eclipse al otro y tengan los dos sus momentos de gloria. Aún así, cabe decir que Pegg sigue siendo quién lleva un poco la voz cantante, y a quién se le adjudica el interés amoroso de la cinta.
Sus personajes, Grame y Clive, son dos frikis que están de visita al Comic-Con de San Diego, la convención internacional más importante y multitudinaria que se realiza sobre el mundo del cómic y otras artes (o ámbitos) relacionadas con la fantasía, la ciencia-ficción o el horror. Pero lo que no esperan es que una de sus pasiones, como son los alienígenas, se convierta en una realidad justo en el momento en que se topan con un extraterrestre de carne y hueso. Claro que Paul no es un extraterrestre cualquiera, aunque su apariencia sea muy cercana a la que el cine o los cómics nos han ido inculcando.
Para empezar, Paul es un alienígena irreverente y desvergonzado. Su comportamiento se acerca al humano, o más bien, al de un adolescente despreocupado, pues entre sus vicios destaca, por ejemplo, su gusto por fumar porros.
Esta actitud desconcierta bastante a nuestros dos protagonistas, y calará hondo en Ruth, pues sólo su mera existencia echa por tierra todas esas creencias religiosas que su padre le ha ido inculcando desde su más tierna infancia.
De todas formas, a medida que pasan más tiempo juntos, los tres humanos terminan congeniando perfectamente con el descarado alienígena, y harán todo lo posible para que éste consiga llegar sano y salvo a la nave nodriza que le llevará de vuelta a casa. Y cabe decir que la hazaña no resultará nada fácil, pues tras ellos anda el Agente Zoil, un implacable federal que no admite errores, y menos de sus ocasionales ayudantes, otros dos agentes inexpertos (y algo paletos) que desconocen la naturaleza de su misión. A estos hay que añadir también el padre Ruth, que como buen cristiano, irá en busca de su inocente hija, escopeta en mano, para rescatarla de los dos supuestos criminales que la han secuestrado.
La película hace gala de un sentido del humor muy propio de Pegg, pero también se acerca peligrosamente al humor grueso más del estilo yanqui. Hay que recordar que ya no estamos ante una producción inglesa sino americana, y eso, unido al cambio de director y a la presencia de Seth Rogen como doblador de Paul, hace que los dos guionistas sucumban un poco a las exigencias del público del otro lado del charco; un público más afín a los tacos y los gags de carácter sexual y/o escatológico, que al refinado y ácido humor inglés de toda la vida.
Este hecho supone el mayor escollo para disfrutar plenamente de la película, o al menos lo es para aquellos que no somos afines a ese tipo de comedia. De todos modos, existe una gran baza que lo compensa, y esa es su absoluto frikismo (gracias a sus dos personajes principales) y sus continuas referencias cinéfilas, las cuáles van desde Spielberg -como no podría ser de otro modo tratándose de alienígenas- hasta el Depredador de McTiernan o el Desafío Total de Verhoeven. Referencias y guiños a veces más sutiles, a veces más directos, pero siempre contando con la complicidad del espectador. Y es que la película es un homenaje cómico -a la vez que entrañable- a la ciencia-ficción de los 70 y 80, y con algún acercamiento también (sobre todo en el prólogo inicial) a la de los años cincuenta. Además, nos depara alguna que otra sorpresa especial en forma de cameo y que, obviamente, no voy a desvelar para no quitarle la gracia.
La suma de toda esa cinefilia que desprende la trama, más un alienígena gamberro, unos protagonistas muy frikis y entrañables, unas cuantas puyas hacia a la religión cristiana y hacia una más que discutible costumbre arraigada en la sociedad americana (el tema de las armas) , una historia de amor que entra sin problemas y no parece metida con calzador, un reparto en su salsa y un final que incluso resulta emotivo (sin caer en lo ñoño), hacen de ”Paul” una road-movie de ciencia-ficción simpática y amena. Dirigida a un tipo de espectador muy concreto (que probablemente será quién más la disfrute), pero aún así apta también para un público más genérico.
Graeme Willy (Simon Pegg) y Clive Gollings (Nick Frost) son dos buenos amigos que llevan mucho tiempo ahorrando para realizar el viaje de sus sueños: un peregrinaje al corazón de la zona de ovnis en Estados Unidos para visitar cada uno de los legendarios lugares donde ha habido avistamientos de platillos volantes. Sin embargo, el encuentro con Paul, un alienígena recién fugado de una base militar secreta, cambiará sus planes y las vacaciones soñadas se convertirán en una aventura en la que serán perseguidos por agentes federales y por un fanático religioso, padre de una joven, Ruth Buggs (Kristen Wiig), a la que no les ha quedado más remedio que secuestrar.
Al cambio de director, debemos añadir también el cambio de compañero de escritura de guión de Simon Pegg, ya que esta vez no es Edgar Wright el co-guionista sino su amigo y compañero de reparto Nick Frost. Este cambio ha motivado que el protagonismo se divida a partes iguales entre ambos actores, de modo que uno no eclipse al otro y tengan los dos sus momentos de gloria. Aún así, cabe decir que Pegg sigue siendo quién lleva un poco la voz cantante, y a quién se le adjudica el interés amoroso de la cinta.
Sus personajes, Grame y Clive, son dos frikis que están de visita al Comic-Con de San Diego, la convención internacional más importante y multitudinaria que se realiza sobre el mundo del cómic y otras artes (o ámbitos) relacionadas con la fantasía, la ciencia-ficción o el horror. Pero lo que no esperan es que una de sus pasiones, como son los alienígenas, se convierta en una realidad justo en el momento en que se topan con un extraterrestre de carne y hueso. Claro que Paul no es un extraterrestre cualquiera, aunque su apariencia sea muy cercana a la que el cine o los cómics nos han ido inculcando.
Para empezar, Paul es un alienígena irreverente y desvergonzado. Su comportamiento se acerca al humano, o más bien, al de un adolescente despreocupado, pues entre sus vicios destaca, por ejemplo, su gusto por fumar porros.
Esta actitud desconcierta bastante a nuestros dos protagonistas, y calará hondo en Ruth, pues sólo su mera existencia echa por tierra todas esas creencias religiosas que su padre le ha ido inculcando desde su más tierna infancia.
De todas formas, a medida que pasan más tiempo juntos, los tres humanos terminan congeniando perfectamente con el descarado alienígena, y harán todo lo posible para que éste consiga llegar sano y salvo a la nave nodriza que le llevará de vuelta a casa. Y cabe decir que la hazaña no resultará nada fácil, pues tras ellos anda el Agente Zoil, un implacable federal que no admite errores, y menos de sus ocasionales ayudantes, otros dos agentes inexpertos (y algo paletos) que desconocen la naturaleza de su misión. A estos hay que añadir también el padre Ruth, que como buen cristiano, irá en busca de su inocente hija, escopeta en mano, para rescatarla de los dos supuestos criminales que la han secuestrado.
La película hace gala de un sentido del humor muy propio de Pegg, pero también se acerca peligrosamente al humor grueso más del estilo yanqui. Hay que recordar que ya no estamos ante una producción inglesa sino americana, y eso, unido al cambio de director y a la presencia de Seth Rogen como doblador de Paul, hace que los dos guionistas sucumban un poco a las exigencias del público del otro lado del charco; un público más afín a los tacos y los gags de carácter sexual y/o escatológico, que al refinado y ácido humor inglés de toda la vida.
Este hecho supone el mayor escollo para disfrutar plenamente de la película, o al menos lo es para aquellos que no somos afines a ese tipo de comedia. De todos modos, existe una gran baza que lo compensa, y esa es su absoluto frikismo (gracias a sus dos personajes principales) y sus continuas referencias cinéfilas, las cuáles van desde Spielberg -como no podría ser de otro modo tratándose de alienígenas- hasta el Depredador de McTiernan o el Desafío Total de Verhoeven. Referencias y guiños a veces más sutiles, a veces más directos, pero siempre contando con la complicidad del espectador. Y es que la película es un homenaje cómico -a la vez que entrañable- a la ciencia-ficción de los 70 y 80, y con algún acercamiento también (sobre todo en el prólogo inicial) a la de los años cincuenta. Además, nos depara alguna que otra sorpresa especial en forma de cameo y que, obviamente, no voy a desvelar para no quitarle la gracia.
La suma de toda esa cinefilia que desprende la trama, más un alienígena gamberro, unos protagonistas muy frikis y entrañables, unas cuantas puyas hacia a la religión cristiana y hacia una más que discutible costumbre arraigada en la sociedad americana (el tema de las armas) , una historia de amor que entra sin problemas y no parece metida con calzador, un reparto en su salsa y un final que incluso resulta emotivo (sin caer en lo ñoño), hacen de ”Paul” una road-movie de ciencia-ficción simpática y amena. Dirigida a un tipo de espectador muy concreto (que probablemente será quién más la disfrute), pero aún así apta también para un público más genérico.
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13 comentarios:
Entretenida pero vulga en comparación con las colanoraciones Wright-Pegg-Frost. Lo mismo me pasó con Scott Pilgrim.
A años luz de las películas con Wright, sin duda alguna. Y bueno, Scott Pilgrim directamente es que no me gustó nada.
Parece que el trío no puede separar xD
Saludos ;)
Soy un entusiasta de la versión Zombie de Pegg y, en menor medida, de "Arma fatal" que tampoco le benefició ese título algo casposo.
Pues ésta no está a la altura de esas dos, pero quizás le haga pasar un buen rato. Va de menos a más, todo hay que decirlo.
Dicho esto, yo prefiero Hot Fuzz a Shaun of the Dead.
Saludos ;)
Yo creo que ni los cameos ni los homenajes la salvan. Me ha parecido mala de necesidad. Lo único bueno, la recuperación de Jason Bateman, que me cae simpático al traerme recuerdos de tiempos mejores en "Valerie" (aka "The Hogan Family").
Lo lamento por el dúo protagonista, que pretenden convertirse en una especie de Abbot y Costello modernos, pero esta vez no contarán con mi indulgencia.
Espero que el siguiente género que decidan destartalar, lo lleven a cabo con algo más de acierto.
Saludos.
Hola que tal, sabes recién ví esta película y aún anda dando vueltas en mi cabeza. Como bien dices, es una película entretenida a mi en lo personal me ha gustado mucho me la pase bien y creo que cualquiera que vaya al cine a querer pasar un rato ameno lo va a lograr y sin necesidad de conocer las películas anteriores de Pegg y Frost.
Tal vez sea por el tipo de humor, la verdad es que tanto como "Shaun..." como "Hot Fuzz" gozan de un humor mucho más refinado y quizás por eso no hayan llegado tan lejos (con eso me refiero a que no en todos lados se pudo ver en cine, salieron directo a dvd). Con Paul puede que se hagan un pequeño hueco en Ámerica y quizás por eso le metieron ese tipo de humor típico americano pero sabes que, yo creo que no esta tan grotesco y exagerado como otras "comedias" americanas, esta medido y al menos a mi me pareció gracioso sobre todo por que a Kristen ya la había visto en otra película (Walk Hard - The Dewey Cox History que te la recomiendo) y es más o menos lo mismo que se le ha visto en esa cinta.
Las referencias a otras cintas se me hicieron geniales, me recordó a otra cinta llamada "Fan Boys" por el asunto nerd y friki. Aunque eso del alienigena que busca regresar a casa se va haciendo cansado (Super 8 va un poco de eso) pero la película se disfruta aún imaginando como va a acabar todo, bueno hay una que otra sorpresa y los cameos son geniales sobre todo el de Spielberg jajaja (ups, perdón). Yo si me atrevería a recomendarle esta película a todo aquel que no se fije tanto en los chistes con referencia sexual, de hecho creo que a estas alturas y gracias a las comedias gringas ya hasta debemos de estar habituados.
MASP,
Yo creo que va mejorando conforme avanza, pero hay que admitir que ni los gags son muy buenos ni la mezcla de humor entre inglés y americano llega a cuajar del todo. De ahí que por mi parte, no tenga más nota.
Está muy lejos de las dos anteriores películas de la Pegg y Frost, pero al menos me entretuvo gracias, sobre todo, al citado frikismo del que hace gala.
Por cierto, yo también veía La familia Hogan ejeje De hecho, a Bateman siempre lo he recordado por esa serie y por la segunda parte de Teen Wolf xD
Fucktricio,
El mayor escollo es ese humor que, si bien no llega a los niveles de, por ejemplo, la factoría Apatow (cuyas películas detesto), si que llega a hacerse algo molesto y rompe con lo que habían hecho anterioremente Pegg y Frost.
Eso sí, creo que Kristen fue una buena incorporación.
Saludos ;)
Suena a película pobre. No me llamó la atención pese a que desde preproducción la gente se frotaba las manos. Después no ha funcionado como se pensaba.
Arma Fatal con estos dos figuras no estaba mal. Incluso su tramo final me encantó. Esta deberá esperar a una sesión casera. Un abrazo David.
Pues la verdad es que podría decirse que no ha causado sensación, porque ha recaudado muy poco dinero en USA (37 millones) y en el resto del mundo (55). Pero eso poco dinero (93 en total) es suficiente para considerarla económicamente rentable, ya que se presupuesto es también bastante bajo (40)
Dicho esto, pues la película se puede ver en casa perfectamente, porque no es como para pagar 8 euros. Además, tienes la opción de verla con subtítulos, y ahorrarte el desastroso doblaje que ha perpetrado Santi Millán con Paul.
Saludos ;)
Le habia perdido el interés pero tras tu calificación le voy a dar prioridad para ver esta pelicula la semana que viene.
A mi "Superbad" me encantó, por eso le tengo alguna buena consideración a Greg Mottola.
Tampoco quisiera elevar demasiado tus expectativas, pero creo que para pasar un rato ameno sirve. Y va mejorando conforme avanza.
Respecto a Superbad, es el tipo de película que me habría encantado con 15 años, pero ahora como que no...
Saludos ;)
Esta pareja me encanta, pero las bromas que salen en el trailer las encontré muy tontas. Si la veo lo haré en dvd.
Hay bromas más tontas y vulgares, y otras más conseguidos. Es lo malo de haberse pasado a suelo yanqui. Lo mejor siguen siendo ellos dos y algunos secundarios. Y por supuesto, su vena friki salva mucho la película.
Saludos ;)
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