La ciencia-ficción de la década de los 50 se caracterizó por dos temáticas cuyo nexo común era el inquieto periodo de la Guerra Fría posterior a la Segunda Guerra Mundial. El miedo a una invasión rusa y/o un ataque nuclear, fue en gran medida extrapolado al cine de la época a través de invasiones alienígenas que, de algún modo, representaban la amenaza rusa bajo una capa de látex, armas láser y platillos volantes; o el peligroso poder de la energía nuclear y sus terribles consecuencias, que se reflejaba a menudo en películas de monstruos mutantes (insectos, casi siempre, mutados y agrandados que causaban el pánico entre la población). En este último caso, muchas veces el causante era el propio gobierno americano (a modo de autocrítica), con sus experimentos y sus ya conocidas pruebas nucleares en los desiertos de Arizona.
Probablemente, muchos de los mayores clásicos de la ci-fi se encuentren en este periodo, y muchos de los temores de la humanidad (y de los estadounidenses en concreto), no sólo los ya mencionados, se encuentren reflejados en un buen puñado de estas películas. De ahí que sea una época referente para el género.
Alien Trespass, la cinta que nos ocupa, pretende rendir homenaje a un tipo de cine hecho con pocos medios y cierta ingenuidad: el cine de ci-fi de serie B de los 50, y particularmente, el de invasiones alienígenas. Y el modo de hacerlo no es a base de una parodia (aunque pueda parecerlo), sino realizando una película del mismo modo que se haría en aquella época, con lo bueno y lo malo que eso implica.
La historia se sitúa en 1957, en un pequeño pueblo de California. Allí, en las montañas del desierto, se estrella un platillo volante, de cuyo interior escapa una letal criatura alienígena, el Ghota, cuya intención es la de exterminar toda forma de vida del planeta. Pero el monstruo no viaja sólo, y de la nave aparece también Urp, una especie de agente federal de otro planeta cuya misión será capturar a la criatura antes que se reproduzca y se extienda por toda la Tierra. Para pasar inadvertido, Urp toma prestado el cuerpo del astrónomo local Ted Lewis, y con la ayuda de Tammy, una camarera, intentará salvar a la humanidad de la amenaza que se cierne sobre ellos (y que él mismo ha traído consigo, dicho sea de paso)
La película está dirigida por R.W. Goodwin, cuya experiencia profesional se centra básicamente en telefilmes y series de tv; entre ellas, la dirección de varios episodios de Expediente X, y la escritura de uno de ellos. El guión, por contra, corre a cargo de dos debutantes, James Swift y Steven P. Fisher, partiendo de una historia del segundo, y mediante la cual han procurado rendir un cariñoso homenaje a cierto tipo de películas, utilizando para el ello, los mismos esquemas argumentales y los mismos medios técnicos (aunque, al inicio, se permite el uso del ordenador para presentar al averiado platillo volante)
La cinta goza de una trama muy simplona, con personajes tan de cartón piedra como los propios decorados, algo que junto a la austeridad de los efectos especiales, está hecho de forma totalmente intencionada. Empezando por el aspecto ridículo y arcaico del alienígena Ghota, y terminando en el uso de pantallas para los fondos, tanto a la hora de abordar ciertos planos que precisan de una profundidad inexistente, como para simular movimiento cuando los personajes se encuentran en el interior de un vehículo. Todo ello recuerda irremediablemente a los rudimentarios medios tecnológicos de antaño, pero plasmado, eso sí, con todo el esplendor cromático que ofrece el color en contraposición del habitual blanco y negro de la época.
Los tonos pasteles y la deliciosa fotografía, junto a unos adecuados decorados y un fiel trabajo de vestuario, nos transporta sin problemas hasta esos irrepetibles años 50.
Los personajes, obviamente, son bastante esquemáticos, como el policía paleto, los jóvenes indiscretos, la atenta y servicial ama de a casa o la camarera desdichada. Todos ellos representan sus roles con adecuada formalidad debido al tono inusitadamente serio con el que Goodwin aborda la historia. Y es que en ningún momento tenemos la impresión de estar presenciando una comedia paródica, con situaciones exageradas o patosas, sino que el desarrollo es tal cual sería si la película fuese rodada en dicha época.
El reparto es mayormente televisivo, a excepción de Robert Patrick, el famoso T-1000 de Terminator 2, que aquí interpreta a Vernon, uno de los agentes de policía. Del resto destacaríamos a Eric McCormack, conocido sobre todo por la serie "Will y Grace", y que hace aquí un doble papel interpretando al alienígena Urp y al astrónomo Ted Lewis; luego tenemos al veterano Dan Lauria (de la emblemática Aquellos maravillosos años), como el jefe de policía; y en los roles femeninos encontramos a dos guapas muchachas, Jenni Baird y Jody Thompson, que ya coincidieron con anterioridad en la serie “Los 4400”.
Todos cumplen dentro de las limitaciones que ofrecen unos personajes tan poco trabajados (el que más, quizás, el de la camarera)
Alien Trespass es un curioso producto que funciona como homenaje y que se deja ver con facilidad dadas son honestas intenciones. Desgraciadamente, es demasiado simplón en su intento de plasmar una forma de rodar ya anticuada, y si tuviera una historia y unos personajes mucho más elaborados, de seguro estaríamos hablando de una mejor película (como lo fue en su momento la estupenda y olvidada Matinee de Joe Dante). Pero no es el caso y debemos conformarnos, los aficionados al género, con lo simpático y anacrónico que resulta ver una cinta de los 50 años hecha ahora, en color pero con los medios de antes.
Además, se permite incidir de nuevo en el miedo a la amenaza rusa en sus constantes referencias a la posible procedencia del ovni (que en un principio, los personajes insisten en atribuir a los rusos lo que, en vez de un ovni, podría ser directamente un cohete/misil) y cuenta con varios guiños a algunos de los clásicos cinematográficos de la época. El más evidente es el visionado en un cine de la película The Blob (La masa devoradora), que realmente no se estrenaría hasta un año después, en 1958; los pósters de “The Man from Planet X” (El ser del Planeta X ) y “Destination Moon” (Con destino a la Luna) que cuelgan de la pared de la habitación del hijo del médico local; o el cartel promocional de The Brain from Planet Arous (El cerebro del planeta Arous) que asoma en una de las paredes del citado cine.
Recomendada, por tanto, a los puristas como un servidor, más como simpática curiosidad que como un válido entretenimiento.
Probablemente, muchos de los mayores clásicos de la ci-fi se encuentren en este periodo, y muchos de los temores de la humanidad (y de los estadounidenses en concreto), no sólo los ya mencionados, se encuentren reflejados en un buen puñado de estas películas. De ahí que sea una época referente para el género.
Alien Trespass, la cinta que nos ocupa, pretende rendir homenaje a un tipo de cine hecho con pocos medios y cierta ingenuidad: el cine de ci-fi de serie B de los 50, y particularmente, el de invasiones alienígenas. Y el modo de hacerlo no es a base de una parodia (aunque pueda parecerlo), sino realizando una película del mismo modo que se haría en aquella época, con lo bueno y lo malo que eso implica.
La historia se sitúa en 1957, en un pequeño pueblo de California. Allí, en las montañas del desierto, se estrella un platillo volante, de cuyo interior escapa una letal criatura alienígena, el Ghota, cuya intención es la de exterminar toda forma de vida del planeta. Pero el monstruo no viaja sólo, y de la nave aparece también Urp, una especie de agente federal de otro planeta cuya misión será capturar a la criatura antes que se reproduzca y se extienda por toda la Tierra. Para pasar inadvertido, Urp toma prestado el cuerpo del astrónomo local Ted Lewis, y con la ayuda de Tammy, una camarera, intentará salvar a la humanidad de la amenaza que se cierne sobre ellos (y que él mismo ha traído consigo, dicho sea de paso)
La película está dirigida por R.W. Goodwin, cuya experiencia profesional se centra básicamente en telefilmes y series de tv; entre ellas, la dirección de varios episodios de Expediente X, y la escritura de uno de ellos. El guión, por contra, corre a cargo de dos debutantes, James Swift y Steven P. Fisher, partiendo de una historia del segundo, y mediante la cual han procurado rendir un cariñoso homenaje a cierto tipo de películas, utilizando para el ello, los mismos esquemas argumentales y los mismos medios técnicos (aunque, al inicio, se permite el uso del ordenador para presentar al averiado platillo volante)
La cinta goza de una trama muy simplona, con personajes tan de cartón piedra como los propios decorados, algo que junto a la austeridad de los efectos especiales, está hecho de forma totalmente intencionada. Empezando por el aspecto ridículo y arcaico del alienígena Ghota, y terminando en el uso de pantallas para los fondos, tanto a la hora de abordar ciertos planos que precisan de una profundidad inexistente, como para simular movimiento cuando los personajes se encuentran en el interior de un vehículo. Todo ello recuerda irremediablemente a los rudimentarios medios tecnológicos de antaño, pero plasmado, eso sí, con todo el esplendor cromático que ofrece el color en contraposición del habitual blanco y negro de la época.
Los tonos pasteles y la deliciosa fotografía, junto a unos adecuados decorados y un fiel trabajo de vestuario, nos transporta sin problemas hasta esos irrepetibles años 50.
Los personajes, obviamente, son bastante esquemáticos, como el policía paleto, los jóvenes indiscretos, la atenta y servicial ama de a casa o la camarera desdichada. Todos ellos representan sus roles con adecuada formalidad debido al tono inusitadamente serio con el que Goodwin aborda la historia. Y es que en ningún momento tenemos la impresión de estar presenciando una comedia paródica, con situaciones exageradas o patosas, sino que el desarrollo es tal cual sería si la película fuese rodada en dicha época.
El reparto es mayormente televisivo, a excepción de Robert Patrick, el famoso T-1000 de Terminator 2, que aquí interpreta a Vernon, uno de los agentes de policía. Del resto destacaríamos a Eric McCormack, conocido sobre todo por la serie "Will y Grace", y que hace aquí un doble papel interpretando al alienígena Urp y al astrónomo Ted Lewis; luego tenemos al veterano Dan Lauria (de la emblemática Aquellos maravillosos años), como el jefe de policía; y en los roles femeninos encontramos a dos guapas muchachas, Jenni Baird y Jody Thompson, que ya coincidieron con anterioridad en la serie “Los 4400”.
Todos cumplen dentro de las limitaciones que ofrecen unos personajes tan poco trabajados (el que más, quizás, el de la camarera)
Alien Trespass es un curioso producto que funciona como homenaje y que se deja ver con facilidad dadas son honestas intenciones. Desgraciadamente, es demasiado simplón en su intento de plasmar una forma de rodar ya anticuada, y si tuviera una historia y unos personajes mucho más elaborados, de seguro estaríamos hablando de una mejor película (como lo fue en su momento la estupenda y olvidada Matinee de Joe Dante). Pero no es el caso y debemos conformarnos, los aficionados al género, con lo simpático y anacrónico que resulta ver una cinta de los 50 años hecha ahora, en color pero con los medios de antes.
Además, se permite incidir de nuevo en el miedo a la amenaza rusa en sus constantes referencias a la posible procedencia del ovni (que en un principio, los personajes insisten en atribuir a los rusos lo que, en vez de un ovni, podría ser directamente un cohete/misil) y cuenta con varios guiños a algunos de los clásicos cinematográficos de la época. El más evidente es el visionado en un cine de la película The Blob (La masa devoradora), que realmente no se estrenaría hasta un año después, en 1958; los pósters de “The Man from Planet X” (El ser del Planeta X ) y “Destination Moon” (Con destino a la Luna) que cuelgan de la pared de la habitación del hijo del médico local; o el cartel promocional de The Brain from Planet Arous (El cerebro del planeta Arous) que asoma en una de las paredes del citado cine.
Recomendada, por tanto, a los puristas como un servidor, más como simpática curiosidad que como un válido entretenimiento.
Tweet
14 comentarios:
Pues a mí, después de leer tu reseña, me han entrado unas ganas terribles de verla.
Todo ese aire de nostalgia que desprende me motiva muchísimo (y el hecho de nombrar a Matinee, que me encanta, también ayuda).
Además, leyendo la reseña me he acordado de Fido (por lo de la ambientación en los 50), una película que también me encanta.
saludos
Con la reseña de Matinee inauguré yo este humilde blog :D
Te dejo aquí el enlace pues si te interesara leerla.
http://amazing-movies.blogspot.com/2007/12/matinee-1993-joe-dante.html
Fido creo que haberla nombrado en la reseña de Zombieland. Estaba bien, aunque la idea del zombie-mascota daba para más. Pero ocurre como en Alien Trespass, que ambas tienen su encanto.
Ésta es intencionadamente cutre y simplona, y eso es bueno porque recuerda sin problemas a las cintas que pretende homenajear (que no todas eran simplonas o igual de cutres, pero se entiende la idea); lo malo, obviamente, es que eso también supone un obstáculo para ser considerada una buena película o un gran homenaje, como sí me parece que lo es la cinta de Joe Dante gracias al recurso de "cine dentro del cine" (algo que aquí se utiliza tan sólo al inicio de la película)
Es una de esas cintas que recomiendo con reservas, ya que gustará más a los que somos un pocos más "frikis" xD
Saludos ;)
Pues básicamente coincidimos, un film que hay que ver con conocimiento de causa sabiendo a que nos enfrentamos, pero queda claro que el cine de antaño ha quedado anticuado a los nuevos tiempos. Tiene su gracia como homenaje y curiosidad, pero poca cosa más.
Un saludo!!!
El otro día me hice con ella. Este fin de semana puede ser que caiga. Ya te contaré.
Saludos Pliskeen
Dragón,
Cuando leí tu reseña no comprendía muy bien el hecho de que no la definieras como comedia, pero una vez vista, ya me quedó más claro. Lo realmente cómico es el modo de llevar la historia, no la historia en si misma.
Davidgore,
Pues si la ves, estaría genial que nos dejaras tu opinión. Como digo, hay que verla como una curiosa forma de homenajear las cintas de antaño, pero tampoco es que sea una citna de obligado visionado.
Saludos ;)
Pues no sabía nada de ella, gracias por descubrirmela, aunque por lo que leo creo que me ahorraré el visionado porque no me llama mucho la atención.
Saludos ;)
Hace poco había leido sobre esta película y me pareció interesante. Últimamente he estado viendo bastante sci-fi de los cincuenta así que me viene bien la recomendación.
Saludos.
No he visto esta pelicula, pero sin duda lo merece. Ya veremos. Por cierto, The blob la he visto varias veces, es sencilla y a Steve McQueen lo veo fuera de sitio pero igual la pelicula me engancha. "Matinee" de Joe Dante aun la tengo pendiente.
H. Delgado,
De nada ;)
Si no es de tu interés, pues haces bien en ahorrártela. Es mejor invertir el tiempo en películas que realmente apetezca ver.
Fantomas,
Puede ser un buen complemento junto al visionado de esas películas. Además, tienéndolas frescas en la memoria, seguro que se pueden apreciar más y mejor los guiños.
Darkerr,
Creo que The Blob fue el primrr papel protagonista de McQueen, así que aún estaba muy verde en esto de la interpretación. La cinta tiene su encanto, pero prefiero el remake que se hizo en los 80.
Matinee te la recomiendo encarecidamente. Como homenaje y como película, es mucho mejor que Alien Trespass.
Saludos ;)
Si hay algo que realmente he visto poco y nada, es el cine de ciencia ficción de los años 50. Tampoco he visto esta cinta que comentas, pero es realmente curioso que se hagan este tipo de producciones en esta época y de la manera que comentas que se ha realizado. Trataré de echarle un vistazo.
Saludos!
Es un tipo de cine que a mi me resulta muy entrañable, y de ahí que esta cinta tuviera un aliciente especial. De todas formas, no es gran cosa, y si no eres aficionado a ese tipo de películas, es muy probable que este homenaje te deje algo indiferente (sobretodo si no se perciben los guiños)
Saludos ;)
La tengo pendiente de ver, quería primero leerte a ver tú opinión para saber mejor que me voy a encontrar.
Perdón por la tardanza, se me acumula la faena, todavía tengo marcadas unas cuantas entradas tuyas en el lector de feeds. Conforme vaya leyendo ire comentando.
No te preocupes Machete. Además, no hay obligación alguna de comentar en todas las entradas ;)
La película es curiosa, pero tampoco te pierdes nada si no la ves.
Saludos :)
Publicar un comentario