Tras sorprendernos a muchos con “Hard Candy”, su notable debut en la dirección, David Slade ha regresado a nuestras pantallas adaptando la novela gráfica “30 días de noche”.
Del terror psicológico de su ópera prima el director pasa al terror más visceral, con una historia de vampiros sedientos de sangre que atacan a los habitantes de Barrow, un pequeño pueblo de Alaska que a lo largo de 30 días permanece en la más absoluta oscuridad. Precisamente por esa condición de permanente nocturnidad se dan las condiciones idóneas para que los temibles vampiros asolen el pueblo en un periquete.
A esta dificil situación harán frente el poco más de un centenar de habitantes que quedan en el pueblo -el resto lo ha abandonado mientras duran esos 30 días-, que se encontrarán casi indefensos debido a la brutalidad y rapidez de los asaltantes.
Para empezar, debemos destacar que el tipo de vampiros que nos encontramos aquí difiere notablemente del vampiro clásico, aquél de elegante presencia y gustos refinados. Tampoco es el vampiro techno-maquinero con gafitas de sol y cazadora de cuero que tanto se ha prodigado en estos últimos años.
El vampiro de “30 días de noche” es un ser más primitivo, un salvaje y astuto depredador.
Tiene rasgos característicos del mito vampírico, como su tez pálida y su debilidad ante la luz, pero en vez de un buen par de afilados colmillos, éste posee toda una afilada dentadura -que recuerda a la del jinete sin cabeza de Sleepy Hollow- perfecta para despedazar a sus víctimas.
La primera parte del film supone el asedio al pueblo. Se nos muestra poco a poco el plan trazado para incomunicar a los habitantes y como éstos se inquietan cada vez más .
Se nos presenta a los personajes principales, entre los que destacan el sheriff Eben (Josh Hartnett) y su esposa Stella (Melissa George), que están a punto de finiquitar su matrimonio por temas personales. Y si hay algo que ya nos olemos a leguas antes que suceda es que ante una situación tan extrema como la que les ocupa, estos dos aparcarán sus diferencias y harán las paces como toda buena pareja en momentos difíciles.
Tras este preámbulo, lo que viene luego es la esperada masacre perpetrada por los vampiros, en la que la sangre corre a borbotones estucando el blanco manto de nieve que cubre el pueblo. Cuerpos atravesando ventanas, pueblerinos agotando la munición de sus rifles y vampiros despedazando cuellos es lo que el espectador puede contemplar y disfrutar durante estos sangrientos minutos.
A partir de ahí el resto de la película correspondrá a mostrarnos la cruda situación que padecen los pocos supervivientes que quedan después del ataque. Estos se esconderán de los atacantes e intentarán mantenerse con vida soportando las bajas temperaturas a las que están sometidos y abasteciéndose con las pocas provisiones que les quedan. Su misión: aguantar hasta que pasen los 30 días de noche sin que les descubran los hambrientos cazadores.
Francamente, la idea argumental es buena pero los resultados no son del todo satisfactorios. Se le podría haber sacado mucho jugo, pero un guión y un montaje un tanto torpes lo imposiblita.
Por un lado tenemos unas excesivas dos horas de película que se antojan largas y pesadas para el tipo de género que es y para lo simplona que resulta la trama. A la mitad hay un bajón considerable del que sólo se recupera llegados los minutos finales.
El transcurso de los días ocurre muy de sopetón. Del día uno se pasa al 7, de éste al ¿27?, todo con demasiada rapidez. Eso hace que la tensión de estos momentos se diluya. No existe sensación de agobio y claustrofobia, algo básico cuando tenemos a un grupo de personas asediadas en un espacio limitado (véase Abierto hasta el amanecer o La Cosa de John Carpenter)
A nivel espacial, desconocemos bastante la localización de los lugares y de los propios protagonistas. Aparecen en un sitio y luego en otro muy a trompicones, como si hubieran recortado metraje en postproducción.
Otro punto en contra es que el peso de la película recaiga casi exclusivamente en Josh Hartnnett. El actor se desenvuelve bastante bien en films de terror (y en la estupenda “El Caso Slevin”), pero su falta de carisma ( y a veces de expresividad) suponen un pequeño lastre difícil de superar. Tampoco ayuda que el resto del reparto tenga más bien poca relevancia, exceptuando a Melissa George, muy correcta en su papel, y a Mark Boone Junior, al que se le podría haber dado más cancha, pues es de los pocos supervivientes que resulta interesante (el resto poco nos importa si la diñan o no)
Opino también que a la masacre inicial se podría haber sacado mayor partido, sobretodo dándole más minutos y más primeros planos (aunque los planos generales y uno cenital estan muy bien rodados, que conste) teniendo en cuenta que en el pueblo hay 152 personas, que no son pocas, y los asaltantes tan sólo una minoria.
Luego el final me parece un tanto absurdo. La decisión que toma el protagonista no está del todo justificada, pudiendo hacer lo mismo que hace --SPOILER sin convertirse en uno de ellos. Claro que entonces el enfrentamiento final con el malo maloso no sería tan intenso (más bien hubiera sido una paliza del malo al bueno) FIN SPOILER--
Por no hablar de la escenita final frente a la puesta de sol, totalmente prescindible (salga o no en la novela)
En el lado positivo tenemos una ambientación muy lograda, jugando con el contraste de blancos, negros y el rojo de la sangre. El pueblo es un personaje más de la historia y las condiciones climatológicas intensifican la sensación de amenaza que atañe a los protagonistas.
Los vampiros son verdaderos monstruos que no tienen piedad alguna. Matan y despedazan a sus víctimas sin contemplaciones. Son una especie (con lengua propia y todo) que lleva siglos subsistiendo a escondidas del ser humano. Arrasan pueblos sin dejar pistas de su presencia para así permanecer ocultos y seguir siendo considerados meros personajes de mitos y leyendas.
Las secuencias de acción están bien realizadas y el gratificante gore se encuentra en la medida justa y bien dosificado a lo largo de la película.
Haciendo balance de lo bueno y lo malo, podemos concluir en que la película de Slade es un eficiente entretenimiento a ratos. Como película de vampiros es lo más digno que un servidor ha visto en años, pero podria haber dado mucho más de sí. Se queda en un quiero y no puedo.
De todas formas y pese a ser inferior a su primera película, David Slade me sigue pareciendo un nombre a tener en cuenta dentro del género. Esperemos que su próximo proyecto sea redondo.
4 comentarios:
Que tal Pliskeen, realmene te felicito por el blog, esta realmente bueno. Ya mismo te estoy haciendo un enlace desde el mío. También tengo un blog de cine.
Es www.cinenovedades.blogspot.com
Si me devuelves el enlace te lo agradecería mucho si no es molestia.
Con respecto a la película, todavía no pude verla, pero por lo que cuentas en la reseña termina siendo una película entretenida (Que es lo que busco siempre en una peli) pero también afirmas que podría haber sido mucho mejor.
Asi que la veré como entretenimiento que es, y Saludos.
Muchas gracias Jorge por tu visita y por enlazarme.
Enseguida te incluyo en mis links y me doy una vuelta por tu blog ;)
Sobre la película, dentro del subgénero de vampiros hay decir que es de lo más digno que se ha hecho últimamente, lo que pasa es que la idea daba para un buen peliculón de género y se ha quedado a medio gas.
Entretener entretiene, así que en ese sentido no creo yo que vaya a defraudarte :)
Saludos y encantado de tenerte entre mis lectores ;)
A mi la película me gustó muchísimo y ahora explicaré por qué:
Vacaciones de navidad. Media noche. Casi solo en casa. Portátil recién estrenado. Cascos puestos. Chimenea encendida. Manta y sofá. Auriculares.
Y de cuando en cuando mirando detrás del sofá...
Juas. La verdad es que, a la hora de ver una película, cualquier película, el ambiente y la compañía hacen mucho. Para ver una peli de este tipo, useasé, de terror siempre recomendaré que se haga de noche y solo (o acompañado de una fémina).
Yo, francamente, me lo pasé muy bien viendo esta peli vampírica. No creo que diga ni aporte nada realmente nuevo al género de chupópteros pero me parece un film realmente bien hecho.
La idea original mola muchísimo: un mes entero de NOCHE en un pueblecito dejado de la mano de Dios y a 5 minutos del infierno asediado por pérfidos chupasangre.
Que el desenlace te pueda gustar más o menos, o sus actores (el guaperas del prota no es que sea de mis intérpretes predilectos pero en esta peli lo hace bien) o te den asco los vampiros...
A mi me encanta la brutalidad con la que atacan al pueblo. Casa por casa ventilándose a todo quisqui. ¿Qué hay de aquello que no pueden entrar si no les invitas? Y UN HUEVO!!!!!! JUAS!
Realmente son cabrones que dan mucho miedo.
Le daría un 8, sin haber leído el cómic. Muchos querrán matarme porque creen que ni de lejos sea una película notable. A mi, con el ambiente que me monté en casa, sí me lo pareció.
Me extraña que no haya ni un comentario para el magnífico Danny Huston, que hace uno de los mejores vampiros que ha habido jamás....
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