sábado, 10 de noviembre de 2012

Mi portafolio en Devianart (Autobombo)


El séptimo arte ha sido, desde siempre, una de mis grandes pasiones, pero no ha sido la única.  El dibujo ha formado parte de mi vida desde que tengo uso de razón, y puede incluso que desde antes. A todos o a la inmensa mayoría nos gusta dibujar cuando somos unos renacuajos, pero hay algunos a los que esa afición no nos abandona cuando nos hacemos mayores, sino todo lo contrario. El gusto por el dibujo crece y crece con el paso de los años hasta convertirse en una verdadera afición a la que se le dedican horas, esfuerzo y mucho cariño.

Cada vez que alguien me preguntaban que qué quería ser de mayor, yo siempre respondía “¡Dibujante!”. Y lo hacía con toda la ilusión e ingenuidad del mundo. En realidad, era demasiado pequeño para saber de verdad lo que querría ser o lo que podría ser. Mi respuesta era fruto de una fuerte motivación, de un palpitante sentimiento más que de una vocación seriamente razonada. De hecho, con el paso del tiempo cada vez veía más lejos esa posibilidad. Me parecía un sueño vago e irrealizable poder convertirme en dibujante o, mejor dicho, en ilustrador profesional. Tenía que ser realista y buscar una carrera o profesión que de verdad me procurara un futuro. Mi yo maduro, mucho más cerebral y pragmático, luchaba contra mi yo adolescente y soñador, buscando otras alternativas que satisfacieran mis deseos sin por ello tener que renunciar a mi “vena artística”. Lo que tenía claro es que no quería “morirme de hambre”, porque supongo que nunca me consideré demasiado bueno como para poder lucrarme con ello.


Diversos intereses se cruzaron por mi camino desde que empecé mis estudios de educación secundaria, siendo la arquitectura uno de mis apuestas más firmes. Sin embargo, no tardaría mucho en darme cuenta que los números y las fórmulas matemáticas no eran lo mío. Yo era un tipo de letras al que le gustaba escribir y dibujar, y al que le atraía  mucho el mundo publicitario. Por eso me convertí en diseñador gráfico. 

Siempre que puedo y procede, utilizo el dibujo como herramienta para mis trabajos profesionales. Sin embargo, he de reconocer que cada vez le dedico menos tiempo del que desearía.

He mostrado siempre mis dibujos a mi familia (mi madre debe ser mi mayor fan, aunque siempre me recrimine que “sólo dibuje mujeres”) y a mis amigos. Nunca me he presentado a concursos y nunca he tratado de convertir la ilustración en una profesión. Pero después de pensarlo detenidamente, me decidí a crear un portafolio en Devianart, una comunidad de artistas tanto profesionales como aficionados dedicada al diseño, la ilustración, la fotografía y demás artes. 

¡Se acabó aquello de tenerlos guardados en un cajón acumulando polvo! Ya era hora de mostrarlos al mundo, aunque sólo fuese para decir “Eh! Estoy aquí y esto es lo que hago”.


 Mi página en Devianart es desde hace un par de meses mi rinconcito virtual en dónde muestro mis ilustraciones y mis diseños (profesionales o no) a todo el que desee verlos. No ya sólo a mis allegados y conocidos sino también a otros artistas y aficionados. Y hoy, con este post de autobombo, he decidido hacerla oficialmente publica para que también mis lectores podáis descubrir otra faceta -mejor o peor, eso lo dejo a vuestro criterio- de mi persona.

Encontraréis primerizas ilustraciones junto a otras de más actuales; diseños de carácter profesional (escasos por problemas de copyright o de restrictivas clausulas de las empresas en las que he trabajado) junto a otros fruto del mero placer. Y como veréis, mi cinefilia se apega bastante a mis otras aficiones (algo por otra parte, inevitable), así que espero que disfrutéis con lo he subido hasta el momento (que no es mucho, todavía) y con lo que iré añadiendo en progresivas actualizaciones.

Así que habiendo soltado ya todo el rollo, no me queda otra que dejaros el link. 
Sed bienvenidos:


6 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Sorprendido me quedo de su habilidad, es usted un artista con todas las letras. Mis felicitaciones.
La chica con camisa roja impresionante.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Muchísimas gracias!
Me alegro que le haya causado buena impresión. Lo cierto es que la chica de la camisa roja es uno de los que más orgulloso estoy, por el resultado y por lo complicado de colorear a golpe de ratón (a ver si algún año los reyes me traen una tableta de dibujo xD).

Saludos :)

Ramón dijo...

Un estupendo trabajo David, tienes talento, si señor.
Creo que, como tú, muchos hemos respondido de niños que queriamos dedicarnos a pasiones aunque con el pasar de los años la, llamémosla, madurez nos abría los ojos al respecto, aunque, como en tu caso, yo también he podido desempeñar de manera amateur dichos sueños.
Lo importante es nunca abandonar lo que de verdad nos apasiona.

Saludos!!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Muchas gracias, Ramón.
La realidad suele chocar con los sueños, pero como bien dices, lo importante es no dejar de hacer lo que a uno le gusta. Yo he seguido dibujando, y aunque ahora lo haga con menos frecuencia, es algo que forma parte de mi y que no puedo ni debo abandonar.

Si puedo compartir mis dibujos con personas que los aprecian, ya me puedo sentir satisfecho.

Saludos ;)

Pepe Cahiers dijo...

Si no es mucho preguntar, me podría recomendar algún programa para dar color. Yo utilizo el GIMP2, y no se si es que lo utilizo mal o es que es mediocre. Gracias.

Machete dijo...

Pues no están nada mal. Yo no pasé del clásico monigote estilo Makinavaja. XD

¿Son todos realizados con pc o también hay dibujados a lápiz y escaneados?