Desde que Marvel Comics empezó a llevar las riendas de sus propias adaptaciones superheroicas, las alegrías para la editorial comiquera se han ido sucediendo una tras otra. En 2008, Iron Man supuso el inicio de una nueva y mejor etapa cinematográfica para los superhéroes de la casa, ofreciendo un entretenimiento (de calidad) que marcaría las pautas a seguir en el resto de adaptaciones y supondría también la primera pieza del entramado universo marvelita que se ha ido engrasando para hacer posible la llegada en cines de “Los Vengadores”, esa (super)película que reunirá a todos los superhéroes (entre otros personajes) que se han ido presentando en solitario y conectando película tras película. Con mayor o menor acierto, hemos visto ya prácticamente a la totalidad del supergrupo, y ya sólo nos quedaba por ver al Capitán América.
1941. En plena Segunda Guerra Mundial, el valiente Steve Rogers (Chris Evans), un joven de apenas 45 kilos de peso, intenta reiteradamente ingresar en las filas del ejército estadounidense para luchar junto a los suyos en la guerra contra las Potencias del Eje. Aunque su frágil y enclenque complexión invita a que rechacen constantemente su solicitud, Steve no se rinde, y por fin su insistencia obtiene recompensa cuando le eligen para ser el primero en formar parte de un programa experimental que lo convertirá en un súper soldado.
Con una mejorada apariencia física y convertido en el Capitán América, Steve unirá fuerzas con su amigo Bucky Barnes (Sebastian Stan) y la agente Peggy Carter (Hayley Atwell), bajo las órdenes del Coronel Chester Phillips (Tommy Lee Jones), para luchar contra la malvada organización HYDRA, la división científica de Adolf Hitler encabezada por el infame Cráneo Rojo (Hugo Weaving).
Como ya he comentado al inicio de la crítica, Marvel ha ido conectando sus personajes para allanar el terreno a Los Vengadores. Primero empezó con unos meros guiños y referencias circunstanciales, para pronto pasar a aumentar la presencia de la división S.H.I.E.L.D. (División Nacional de Intervención, Seguridad y Logística) y cobrar ésta un mayor protagonismo en las tramas. Esto ocurría en Iron Man 2, en la reciente Thor y, por supuesto, también en Capitán América. Sin embargo, el hecho de que la acción transcurra durante la II Guerra Mundial obliga a establecer esos lazos de unión al margen de la trama principal. ¿Y de qué modo se consigue eso? Pues mediante un prólogo y un epilogo que se ubican en la actualidad (amén de algún que otro personaje como Howard Stark –padre de Tony Stark/Iron Man- o el poderoso objeto –un cubo cósmico- que codicia Cráneo Rojo)
Pero el hecho de unificar a todos los personajes en un mismo universo se puede convertir en un arma de doble filo. Y es que eso es bueno y malo según cómo se mire. Bueno porque hace posible la existencia de los Vengadores, una de las traslaciones a la gran pantalla más ansiadas por los fans de los superhéroes y una película que puede convertirse en un gran pelotazo taquillero si se hacen bien las cosas. Malo porque esa dependencia les hace perder, en cierto modo, su individualismo, su propia esencia, su razón de ser por sí solos. Dado que esa dependencia ha ido en aumento, en algunas casos como la secuela de Iron Man ha conseguido hundir la propia película, que con tanto personaje y subtrama de por medio parecía más una precuela de los Vengadores que una secuela del hombre de hierro. No obstante, hay decir que esto no le ocurre de forma tan grave al Capitán América, donde la mayor parte del tiempo asistimos al nacimiento del superhéroe en respuesta a las preguntas básicas habituales (cómo, cuando, dónde y por qué) y a su lucha contra un enemigo único y exclusivo de la trama que aquí nos presentan.
Así pues, tenemos a un joven que de la noche a la mañana, y gracias a un suero especial y al bombardeo de unos “vita-rayos”, pasa a convertirse en un supersoldado dispuesto a luchar por su patria, aunque antes de empezar a partir cráneos nazis tenga que pasar por la humillación de convertirse en un reclamo publicitario (además de un símbolo patriotero) para recaudar fondos para los aliados. Sin embargo, una vez demostrada su valía en el campo de batalla (misión de rescate mediante), veremos al Capitán América en plena acción, con su traje de colores y su indestructible escudo haciendo frente a los esbirros del megalómano Johann Schmidt/Cráneo Rojo.
Los guionistas han sabido moverse dentro de los entandares de Marvel para crear una aventura con sabor a pulp que sabe combinar sabiamente las escenas de transición con las de acción. Además, conectamos inmediatamente con el personaje de Steve Rogers no porque sintamos lástima por él sino por las agallas de las que hace gala pese a su debilucho físico, por su buen corazón y sobre todo por esa estimable integridad y honestidad que le hacen digno de convertirse en el elegido para ser el Capitán América. La presentación del personaje desde que aparece por primera vez en pantalla hasta que se convierte en un soldado hipermusculado está narrada de forma muy amena, sabiendo introducir correctamente al resto de personajes (y son unos cuantos) que conforman la trama, y dándole a cada uno los minutos pertinentes para desarrollar una historia que, aún en su sencillez, se muestra de lo más sólida.
Pese a su irregularidad como cineasta y a la poca confianza que inspiraba en muchos tras el batacazo de “El hombre lobo”, Johnston ha sabido manejar con acierto el encargo que se le ha encomendado, trasladando al personaje de la viñeta a la pantalla sin caer en lo ridículo o en lo ostentoso (patriotismo, el justo y necesario). La película goza de cierto regustillo a aventura añeja gracias no sólo a la época en la que se desarrolla sino también al tradicional y muy comiquero tratamiento de los personajes, a la ejecución clásica y medida de Johnston en las escenas de acción (se nota que es un director de la vieja escuela que no ha sucumbido a las moderneces de hoy día) y al fantástico apartado artístico (caracterizaciones, diseños retro, etc.). Lo dicho, un pulp en toda regla, y con mucha honra.
Las escenas de acción son atractivas y, lo que es mejor, comprensibles para el ojo humano. Además, toda esa pirotecnia está bien distribuida a lo largo del metraje y consta de unos efectos especiales más que convincentes. Quizás en alguna ocasión chirríen un poco (algún que otro croma, por ejemplo, o cuando los soldados de HYDRA salen volando por los aires), pero en otras la calidad es prácticamente impecable (el Steve Rogers enclenque, sin ir más lejos)
Las notas de humor no caen en lo chorra o bobalicón como ocurría en el Thor de Kenneth Brangh (director, irónicamente, de mayor prestigio que el aquí presente) sino que son simpáticas e incluso divertidas (a destacar las frases que suelta el -serio pero bonachón-Coronel) y las secuencias más épicas logran ser emocionantes, ayudadas en parte por la adecuada -si bien funcional- partitura de Alan Silvestri, donde destaca un logrado leit-motiv fácilmente reconocible y tarareable que ya identifica al Capitán (vale que Silvestri no es Williams, pero hace bien su trabajo)
Chris Evans cumple sobradamente como héroe (tanto en lo físico como en lo interpretativo), y está muy bien acompañado por un muy correcto elenco de secundarios donde destacan Tommy Lee Jones y Stanley Tucci en el bando de los buenos, y Hugo Weaving (un crack haciendo de villano) en el de los malos.
Así que con “Capitán América” la diversión está garantizada. Un agradable y satisfactorio entretenimiento pulp y la segunda mejor película de superhéroes del año (ya sabéis cuál es la primera)
P.D.: Tras los créditos os espera el avance de “Los Vengadores”. Y sigo creyendo que esa es la manera idónea -utilizando las escenas post-créditos- de conectar todos los personajes para poder disfrutar de forma individual de sus películas. El desenlace de este “Capitán América” es demasiado dependiente de la película que veremos el año que viene. Y eso, desde la perspectiva del no fan o del espectador que va a ver simplemente una película más de aventuras, es un error.
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1941. En plena Segunda Guerra Mundial, el valiente Steve Rogers (Chris Evans), un joven de apenas 45 kilos de peso, intenta reiteradamente ingresar en las filas del ejército estadounidense para luchar junto a los suyos en la guerra contra las Potencias del Eje. Aunque su frágil y enclenque complexión invita a que rechacen constantemente su solicitud, Steve no se rinde, y por fin su insistencia obtiene recompensa cuando le eligen para ser el primero en formar parte de un programa experimental que lo convertirá en un súper soldado.
Con una mejorada apariencia física y convertido en el Capitán América, Steve unirá fuerzas con su amigo Bucky Barnes (Sebastian Stan) y la agente Peggy Carter (Hayley Atwell), bajo las órdenes del Coronel Chester Phillips (Tommy Lee Jones), para luchar contra la malvada organización HYDRA, la división científica de Adolf Hitler encabezada por el infame Cráneo Rojo (Hugo Weaving).
Como ya he comentado al inicio de la crítica, Marvel ha ido conectando sus personajes para allanar el terreno a Los Vengadores. Primero empezó con unos meros guiños y referencias circunstanciales, para pronto pasar a aumentar la presencia de la división S.H.I.E.L.D. (División Nacional de Intervención, Seguridad y Logística) y cobrar ésta un mayor protagonismo en las tramas. Esto ocurría en Iron Man 2, en la reciente Thor y, por supuesto, también en Capitán América. Sin embargo, el hecho de que la acción transcurra durante la II Guerra Mundial obliga a establecer esos lazos de unión al margen de la trama principal. ¿Y de qué modo se consigue eso? Pues mediante un prólogo y un epilogo que se ubican en la actualidad (amén de algún que otro personaje como Howard Stark –padre de Tony Stark/Iron Man- o el poderoso objeto –un cubo cósmico- que codicia Cráneo Rojo)
Pero el hecho de unificar a todos los personajes en un mismo universo se puede convertir en un arma de doble filo. Y es que eso es bueno y malo según cómo se mire. Bueno porque hace posible la existencia de los Vengadores, una de las traslaciones a la gran pantalla más ansiadas por los fans de los superhéroes y una película que puede convertirse en un gran pelotazo taquillero si se hacen bien las cosas. Malo porque esa dependencia les hace perder, en cierto modo, su individualismo, su propia esencia, su razón de ser por sí solos. Dado que esa dependencia ha ido en aumento, en algunas casos como la secuela de Iron Man ha conseguido hundir la propia película, que con tanto personaje y subtrama de por medio parecía más una precuela de los Vengadores que una secuela del hombre de hierro. No obstante, hay decir que esto no le ocurre de forma tan grave al Capitán América, donde la mayor parte del tiempo asistimos al nacimiento del superhéroe en respuesta a las preguntas básicas habituales (cómo, cuando, dónde y por qué) y a su lucha contra un enemigo único y exclusivo de la trama que aquí nos presentan.
Así pues, tenemos a un joven que de la noche a la mañana, y gracias a un suero especial y al bombardeo de unos “vita-rayos”, pasa a convertirse en un supersoldado dispuesto a luchar por su patria, aunque antes de empezar a partir cráneos nazis tenga que pasar por la humillación de convertirse en un reclamo publicitario (además de un símbolo patriotero) para recaudar fondos para los aliados. Sin embargo, una vez demostrada su valía en el campo de batalla (misión de rescate mediante), veremos al Capitán América en plena acción, con su traje de colores y su indestructible escudo haciendo frente a los esbirros del megalómano Johann Schmidt/Cráneo Rojo.
Los guionistas han sabido moverse dentro de los entandares de Marvel para crear una aventura con sabor a pulp que sabe combinar sabiamente las escenas de transición con las de acción. Además, conectamos inmediatamente con el personaje de Steve Rogers no porque sintamos lástima por él sino por las agallas de las que hace gala pese a su debilucho físico, por su buen corazón y sobre todo por esa estimable integridad y honestidad que le hacen digno de convertirse en el elegido para ser el Capitán América. La presentación del personaje desde que aparece por primera vez en pantalla hasta que se convierte en un soldado hipermusculado está narrada de forma muy amena, sabiendo introducir correctamente al resto de personajes (y son unos cuantos) que conforman la trama, y dándole a cada uno los minutos pertinentes para desarrollar una historia que, aún en su sencillez, se muestra de lo más sólida.
Pese a su irregularidad como cineasta y a la poca confianza que inspiraba en muchos tras el batacazo de “El hombre lobo”, Johnston ha sabido manejar con acierto el encargo que se le ha encomendado, trasladando al personaje de la viñeta a la pantalla sin caer en lo ridículo o en lo ostentoso (patriotismo, el justo y necesario). La película goza de cierto regustillo a aventura añeja gracias no sólo a la época en la que se desarrolla sino también al tradicional y muy comiquero tratamiento de los personajes, a la ejecución clásica y medida de Johnston en las escenas de acción (se nota que es un director de la vieja escuela que no ha sucumbido a las moderneces de hoy día) y al fantástico apartado artístico (caracterizaciones, diseños retro, etc.). Lo dicho, un pulp en toda regla, y con mucha honra.
Las escenas de acción son atractivas y, lo que es mejor, comprensibles para el ojo humano. Además, toda esa pirotecnia está bien distribuida a lo largo del metraje y consta de unos efectos especiales más que convincentes. Quizás en alguna ocasión chirríen un poco (algún que otro croma, por ejemplo, o cuando los soldados de HYDRA salen volando por los aires), pero en otras la calidad es prácticamente impecable (el Steve Rogers enclenque, sin ir más lejos)
Las notas de humor no caen en lo chorra o bobalicón como ocurría en el Thor de Kenneth Brangh (director, irónicamente, de mayor prestigio que el aquí presente) sino que son simpáticas e incluso divertidas (a destacar las frases que suelta el -serio pero bonachón-Coronel) y las secuencias más épicas logran ser emocionantes, ayudadas en parte por la adecuada -si bien funcional- partitura de Alan Silvestri, donde destaca un logrado leit-motiv fácilmente reconocible y tarareable que ya identifica al Capitán (vale que Silvestri no es Williams, pero hace bien su trabajo)
Chris Evans cumple sobradamente como héroe (tanto en lo físico como en lo interpretativo), y está muy bien acompañado por un muy correcto elenco de secundarios donde destacan Tommy Lee Jones y Stanley Tucci en el bando de los buenos, y Hugo Weaving (un crack haciendo de villano) en el de los malos.
Así que con “Capitán América” la diversión está garantizada. Un agradable y satisfactorio entretenimiento pulp y la segunda mejor película de superhéroes del año (ya sabéis cuál es la primera)
P.D.: Tras los créditos os espera el avance de “Los Vengadores”. Y sigo creyendo que esa es la manera idónea -utilizando las escenas post-créditos- de conectar todos los personajes para poder disfrutar de forma individual de sus películas. El desenlace de este “Capitán América” es demasiado dependiente de la película que veremos el año que viene. Y eso, desde la perspectiva del no fan o del espectador que va a ver simplemente una película más de aventuras, es un error.
20 comentarios:
decidido, no me la pierdo.
Harás bien ;)
Mi intención es ir el día del estreno ya que no pude asistir al pase de prensa, porque tengo curiosidad por un film que todo el mundo pone tan bien y que a priori a mi se me hacía de dificil resolución por la simbología patriótica del personaje (y como están en el mundo real los ánimos calentados contra USA por según que paises)
Creo que transcurriendo en la IIGM, de ese patriotismo no te tienes que preocupar. Lo que hay es una exaltación de la valentía del personaje, pero no de sus ideologías. De hecho, casi podría decirse que hay un poco de autocrítica o incluso parodia.
Steve Rogers es aquí un joven que sólo trata de hacer lo que cree que es correcto.
De todas formas, aunque hubiese sido patriotera, a mi me hubiese dado igual. Es una película de entretenimiento y no un film bélico con pretensiones didácticas.
Y bueno, EE.UU. siempre va a estar en conflicto con un país o con otro. Eso es inevitable.
Saludos ;)
P.D.: ¿Entonces en el pase de los simios sí estuviste o la has visto en screener?
En el pase de los simios estuve en persona porque cayó en agosto, el del Capi no pude por ponérmelo justo la semana de antes que aún estaba trabajando.
Y que pobre está la cosa este agosto, los únicos en el horizonte son los de Super 8 y Cowboys & Aliens (ya con fechas) y el (supongo) de Conan (si lo hacen) más luego lo que vaya cayendo.
De Conan olvídate porque la lleva Aurum y estos sólo hacen pases en Madrid.
Y bueno, piensa que tampoco hay muchos más estrenos destacables...
Destino Final 5 se me había olvidado antes. Pero bueno, si podemos decir esto como... "destacable".
Esta por el momento no tiene pase y tampoco se si harán.
Me alegro de que esta vez hayan acertado y el caso es que se intuía que así sería, gracias como bien dice por ese aire pulp que también le sienta. A mi me gustaría, además de "Los vengadores", que se hiciera una película en la que salieran los superhéroes más emblemáticos. No se, por ejemplo, una adaptación de "Civil war".
El Capitán América nunca ha sido de mi predilección, al igual que Thor, son de los superhéroes que menos atención les he puesto al pasar los años, aunque debo decir que ambas películas me llamaron mucho la atención y me gustaron. Creo que "Captain America" tiene un clímax no muy bien desarrollado pero aún así cumple con entretener y encajar correctamente en el universo Marvel Studios. No puedo esperar ver la culminación de mucho esfuerzo en "The Avengers".
Como comentario: Aunque muchos la tildaron de mala, aún estoy emocionado por "Green Lantern" que se estrena en mi país en una semanita más.
Saludos Pliskeen, excelente reseña como siempre. Como te comentaba antes estoy más interesado en ver Capitan América que Linterna Verde. Creo que el tema de la IIGM es lo que más me llamó la atención por que al menos a mi me gustan este tipo de películas bélicas (puedo nombrar varias y un par de series).
Por supuesto que iré a ver Capitan América en su estreno por estos rumbos. De Super 8 puedo decir que me gusto, no es la gran película y creo la trama se centra más en la historia de los protagonistas que del "misterio" en si, no diré más pero seguro recordará al cine de Spielberg en los 80´s, toda una película veraniega.
Pepe,
Para mi, es de lo mejor que ha hecho Marvel, pero es que a mi el rollo pulp me tira mucho (y bueno, tampoco creo que la editorial haga peliculones sino simplemente buenos o correctos entretenimientos)
Como de cómics no entiendo (¿Civil War? Ni idea xD), mi interés por Los Vengadores es, por el momento, escaso. Cuando vea un trailer extenso sabré si me interesa o no.
Sam,
En general no tengo predilección por ningún superhéroe, aunque admito cierto interés por Batman dado que de pequeño me encandilaron las películas de Burton. Más allá de eso, me tomo sus películas como simples entretenimientos, y éstos a veces son buenos y a veces (la mayoría) son malos.
Fucktricio,
A mi me también me llamó la atención el hecho de que transcurriera en la IIGM, ya que es una temática que me interesa mucho. Luego el rollo retro y pulp le sienta de maravilla, y sólo lamento el no poder ver más aventuras del Capitán América en esa época porque podría haberse logrado una franquicia de aventuras muy maja.
Respecto a Super 8, pues es una de los estrenos veraniegos que espero con más ganas, pero no me dejo influir por las excelsas críticas porque intuyo que la nostalgia está influyendo mucho en esas opiniones.
Saludos ;)
Pues no tenía una gran esperanza puesta en este película, también he de decir que estaba entre mis preferencias el capitán américa pero me ha resultado entretenida y correcta esta muy lejos de ser un peliculón pero no me ha defraudado, la ambientación es muy buena y las escenas de acción también gozan de una gran calidad, en la trama y algunas interpretaciones la cosa baja.
Bueno, ninguna es un peliculón, y creo que tampoco lo pretenden, pero cuando se hace un buen trabajo se nota y el público las disfruta.
Saludos ;)
Desde luego David, pero personalmente a mi si me gustaría que fueran un peliculón, soy muy friki de los comics y he disfrutado mucho con la saga de xmen y estas, exceptuando la de lobezno, e incluyendo la última me han gustado mucho.
Es indiscutible que el trabajo de captain es bueno y creo realmente que realizar una adaptación de este tipo para cine es muy muy dificil.
Obviamente, la percepción de un fan es distinta, quizás porque conocéis todo el material original y quizás sí consideráis que haya posibilidades de hacerse un peliculón. Pero tal como está adaptando Marvel sus propias historias, es dificil conseguir ese nivel de calidad y creo que podemos darnos por satisfechos cuando se consigue hacer un buen entretenimiento como el aquí presente.
Creo que el único peliculón reciente que he visto en materia de superhéroes es The Dark Knight, pero esa juega en otra liga, y tampoco quiero pedirle al resto de directores lo mismo que hace Nolan. De hecho, sería la ruina para según qué personajes.
;)
A ver que tal.
Mejora a Thor pero para mi gusto se diluye después de una primera hora ejemplar.
La línea de calidad de las películas Marvel era descendente gracias a Iron Man 2 y Thor, Capitán Améria significa un pequeño repunte que no elimina mi preocupación por Los Vengadores.
Saludos.
Bueno, la segunda parte está más centrada en la acción, pero ya es lo que se le pide por defecto.
A mi me parece de lo mejor que ha rodado Marvel. Ahora bien, Los Vengadores ya es otro rollo muy distinto... Mucho personaje (demasiado), mucho superhéroe importante junto, y muchos fans con las expectativas (y las exigencias) por las nubes. Pued eser un pelotazo o un fiasco muy grande. No le veo término medio.
Saludos ;)
No me parece un peliculón, pero sí es un film de lo más aceptable, entretenido y bien realizado, que dignifica al Capitán América en el cine tras su paso por las manos del inefable Albert Pyun.
Qué larga se hace la espera para "Los Vengadores"...
Saludos.
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