sábado, 21 de marzo de 2009

"Tristán e Isolda" (2006) - Kevin Reynolds


Salvo contadas y muy esporádicas excepciones, el cine épico, en la mayor amplitud de la palabra, no goza ya de muy buena salud. Parece ser que las viejas historias de valerosos caballeros y bellas doncellas ya no interesan demasiado al público, y los pocos intentos de llevar estas historias al celuloide parecen no ser del agrado del espectador medio. A veces, la baja calidad del producto es la que comprensiblemente despierta desconfianza y desagrado, como es el caso de la esperpéntica “La última legión” o la fallida “El reino de los cielos” (dicen que el director’s cut es mejor…). Otras veces, quizás por falta de promoción, quizás por su poco conocido reparto o simplemente por el escaso interés que produce la historia, algunas de estas producciones han visto como su paso por taquilla ha sido más bien discreto.


"Tristán e Isolda", la cinta que nos ocupa hoy, está basada en una popular leyenda celta, y es precisamente ésta una de esas películas poco valoradas que quizás merezcan un redescubrimiento. Y es que sin llegar a ser una gran película, se puede decir que cumple con su función de buen entretenimiento, entregándonos una trágica historia de amor sazonada con sus buenas dosis de acción y aventuras.


La historia de Tristán e Isolda es un relato de honor y de amores prohibidos. Tristán, un importante caballero britano, es herido durante una batalla y dado por muerto por los suyos. Tras su funeral, su cuerpo termina por “casualidades” del destino, en una playa irlandesa, donde es encontrado por Isolda, hija del rey Donnchadh, que al darse cuenta que su corazón aún late, decide curarle las heridas y cuidarlo en secreto.
Entre los dos jóvenes surge el amor, pero sus orígenes les impiden mantener una relación abierta. Por ello, Tristán regresa a su tierra y ambos juran mantener su idilio en secreto.

Por su parte, el rey Donnchadh, tratando de crear cizaña y división entre las diversas tribus inglesas, decide crear un torneo entre todos los campeones de Inglaterra, en el que el premio es su hija Isolda. Valientes caballeros de todas partes de Inglaterra acuden al torneo, y entre ellos está Tristán, que desconociendo que su amada es la hija de su eterno enemigo, se enfrenta a todos sus rivales con tal ganar el torneo y ofrecerle el premio, es decir, Isolda, a Lord Make, un hombre que lo crió como si fuera su propio hijo. Tras conseguir la victoria y descubrir que Isolda se convertirá en la esposa de Lord Make, Tristán cae sumido en una profunda tristeza, debatiéndose entre su lealtad hacia el rey y su país o su amor por la bella irlandesa.


La mayor dificultad que entrañaba la adaptación de esta leyenda popular no era tanto su fidelidad con el relato original (ignoro cuanta hay en el film) sino el hecho de intentar conseguir que la historia de amor entre Tristán e Isolda fuese el centro de atención de la trama sin por ello resultar empalagosa o demasiado previsible. En el primero de los casos, podemos afirmar con todo a tranquilidad que la relación amorosa entre ambos está muy bien llevada, gracias en parte, a la buena labor de su reparto: James Franco y Sophia Myles. Entre ellos hay química sin necesidad de recrear postales románticas que inviten al “¡oh!, ¡qué bonito!” como bien hacen otros directores (véase “El nuevo mundo” de Malick)


Tal como ocurre en la inmensa mayoría de películas, esa flecha de Cupido se clava con una rapidez pasmosa, amándose la parejita con devoción y jurándose amor eterno en menos que canta un gallo. Eso es algo que debemos aceptar no ya en esta película, sino en todas las que el cine nos endosa. Así que descontando eso, el resto se puede decir que resulta mínimamente creíble, tanto lo que uno siente por el otro como el sacrificio que ambos deben afrontar por el bien común, dejando a un lado su propia felicidad.

En cuanto a ser previsible o no, es evidente que la historia entre Tristán e Isolda ya nos la conocemos de memoria de tantas veces que, de una manera u otra, nos la han contado. Sin ir más lejos, no sería descabellado decir que Shakespeare se inspiró en esta leyenda celta para su “Romeo y Julieta”, e incluso la historia del Rey Arturo tiene no pocas similitudes con este relato. Pese a ello, la dirección de Reynolds es lo suficientemente eficaz no sólo para entretenernos con batallas y conspiraciones, sino también para llevar a buen puerto la trama amorosa sin que decaiga el interés por ella.

Desgraciadamente, y aquí viene el único “pero” que encuentro, es que a la cinta le falta esa energía, esa intensidad y contundencia que toda película épica necesita.
Aunque Reynolds está bastante curtido en el cine de época y de aventuras, pues suyas son la excelente Robin Hood, príncipe de los ladrones (1991), Rapa Nui (1994) o La venganza del conde de Monte Cristo (2002), aquí le ha faltado algo de garra para que su “Tristán e Isolda” nos deje una profunda huella tras su visionado. La sensación final es la de haber pasado un buen rato con jugosas batallas (tampoco demasiado espectaculares, todo sea dicho), con interesantes conflictos territoriales y de lealtad, y con una agradable y a la vez triste historia romántica con la que compartir gozo en pareja. Pero no va más allá de eso, y por ello la tragedia no traspasa la pantalla y la empatía con el espectador se queda algo huérfana.

No por esto último dejaría de recomendar el visionado de la película, pues en última instancia, supone uno de los ejemplos más claros de buen cine de aventuras -con su drama y su romanticismo-, aún pisando terrenos sobradamente conocidos. Y tener a Rufus Sewell en el bando de los buenos, bien merece despertar vuestra curiosidad.



Valoración personal:

9 comentarios:

Igor Von Slaughterstein dijo...

Buff, no me gustó demasiado, la verdad. Prefiero en mucho a las anteriores pelis de Reynolds.

Saludos!!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Quizás es que yo me esperaba algo peor, pero finalmente me convenció.

Claro que Robin Hood le pega mil vueltas. Eso sin lugar a dudas.

Saludos ;)

Anónimo dijo...

Amigo David, debes ver el Reino de los cielos Director's Cut, por que es totalmente otra pelicula diferente.

Cambia tanto... incluso hay nuevos muy importantes personajes, que sin entenderlo machacaron para la version del cine.


Tristan e Isolde no esta mal, pero es bastante de domingo por la tarde.


Saludos!!!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

¿Tanto cambia?

Pues sí que se la jugaron bien los productores a Scott, porque fui al cine a verla y me pareció horrorosa (añádele además mi odio profundo hacia Orlando Bloom)

Pues agradezco la recomendación Josep. Trataré de hacerme con esa versión del director.

Sobre Tristan&Isolda, pues sí, de domingo tarde (en mi caso, fue de sábado xD), pero bastante mejor de lo esperable.

Saludos ;)

Rey Nova dijo...

Kevin Reynolds me parece un director bastante eficiente ("Robin Hood, principe de los ladrones" me encanta), no dudo que esta pelicula ha de ser por lo menos llevadera. Y parece que el hijo del Duende Verde esta escogiendo bien sus peliculas, considerando que tambien esta en "Milk".

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Estoy con tigo darkerr. Reynolds es un tipo resolutivo, y cuando tiene una buena historia entre manos, sabe hacer un producto bastante digno.

Incluso un servidor es de los pocos a los que les gustó "Waterworld", uno de los fracasos taquilleros más sonados de los 90.

En cuanto a James Franco, me parece un joven con un buen futuro por delante si escoge bien sus trabajos. En Milk realiza un muy buen papel junto a otra joven promesa, Emile Hirsch.

Saludos ;)

Rey Nova dijo...

En su momento "Waterworld" la vi como tres veces, creo que ya es tiempo que la vea de nuevo.

Jorge - cinenovedades dijo...

No la he visto, pero el cine épico siempre es de mi agrado, será porque ya no salen tantas cintas, y de verdad que se extrañan! Me pasa lo mismo con los westerns. Queda agendada para un visionado. Por cierto, "Robin Hood", Príncipe de Ladrones" es un peliculón. Con respecto a "El Reino de los Cielos", fue una cinta que personalmente me gustó, pero he visto la edición del dvd, así que no se decirte cuanto se cortó en la versión cinematográfica. Por cierto, recuerdo que cuando fui al cine a ver "Rey Arturo" con Clive Owen, editaron todas las escenas de acción sangrientas. El directors Cut es muchísimo mejor, así que me imagino lo que debe haber sido "El reino de los cielos" en cine!
Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Estoy contigo. "Robin Hood", Príncipe de Ladrones" es una muy buena cinta de aventuras.
Al "El Reino de los Cielos" le daré una segunda oportunidad con el Director's Cut.

Sobre la última versión de "El Rey Arturo", he decir que a mí me gustó la primera vez que la ví (y eso que tb tiene críticas muy negativas), aunque creo haber visto la versión más light.

Saludos ;)