sábado, 29 de marzo de 2008

"Dragon Wars" (2007) - Hyung-rae Shim

Dragon Wars viene a ser lo que se conoce como una superproducción, aunque en este caso su procedencia no es exclusivamente americana sino una coproducción junto a Corea del Sur. El film, dirigido y escrito -es un decir- por un tal Hyung-rae Shim, ha contado con un presupuesto de 75 millones de dólares y siete años de producción (!!).

Aferrándonos a eso, uno espera como mínimo ver un buen espectáculo, pero nada más lejos de la realidad.

Por un lado, el dinero invertido ha resultado ser insuficiente (ya tiene delito) para crear unos dignos efectos especiales para una película en la que se dan cita serpientes gigantes, dragones voladores, enormes lagartos, etc.
El resultado es bastante pobre, a medio camino entre el barato telefilm y los blockbusters yanquis, y a ratos pareciendo más un videojuego que una película. De todas formas, si nos olvidamos de lo que ha costado (económicamente hablando) y reducimos nuestras exigencias, podemos disfrutarlos sin más.

El mayor problema, y básicamente lo que hunde por completo toda la película, es un guión escrito con los pies, con una historia mal contada, llena de incongruencias y sin sentidos y apoyada en una pareja de actores sumamente pésima, sobretodo el muy mediocre prota masculino.


La película empieza en la época actual para pocos minutos después trasladarnos al pasado mediante un extenso flashback metido de la forma más torpe posible. En él, un niño (el protagonista) escucha la vieja historia que le cuenta un anticuario acerca de una leyenda coreana sobre un Imoogi -según el folklore, una criatura gigante que se encarga de salvaguardar la Tierra- malvado que irrumpe en una aldea en busca de un poder que lo convertirá en un dios-dragón. Ese poder reside en el interior de una joven aldeana -identificada debidamente con una curiosa marca de nacimiento en forma de dragón- y la protegen un viejo mago (una especie de Gandalf asiático) y un joven guerrero (enamorado de la aldeana en cuestión).

El malvado Imoogi, al no lograr su propósito cuando la pareja de enamorados se suicida (toma ya!), está condenado a esperar 500 años para volver a intentarlo. Y así es como en la actualidad, los personajes de la leyenda, reencarnados en unos jóvenes y guapetones americanos de Los Ángeles (!!), deberán hacer frente de nuevo a la monstruosa criatura.

La historia en sí, con unos buenos efectos especiales, un guión más elaborado y unos actores que conozcan el significado de las palabras “interpretar” y “expresividad”, daría para una entretenida película fantástica, pero la inutilidad de Hyung-rae Shim convierte esto en todo un despropósito.

Los personajes desaparecen y aparecen de la nada según convenga en la trama, y las escenas se suceden una tras otra sin conexión alguna. Las acciones y decisiones que toman los personajes son por momentos absurdas (la chica protagonista, a raíz de unas pesadillas relacionadas con su destino, decide llamar a la policía para acto seguido encontrarse recluida en un hospital!). Los diálogos son, en su mayoría, tan insulsos que uno se aburre cada vez que los personajes parlotean entre sí.
La pareja protagonista, tras conocerse, tarda apenas unos minutos en besuquearse a orillas del mar, como si entre ellos el amor y la pasión desenfrenada hubiera surgido al primer contacto visual.
La estancia en cuarentena en un hospital de Los Ángeles significa encerrar bajo llave a alguien en una habitación normal y corriente vigilada por un policía gordinglón. Y ser disparado a menos de dos metros de distancia te deja un rato inconsciente pero ni te mata ni te hiere.

Con tales estupideces, las apariciones de la serpiente gigante resultan ser los únicos momentos que nos sacan del tedioso aburrimiento que supone todo lo demás.


Shim además tiene la original idea de meter un poco de humor en la historia, algo que agradeceríamos si éste no fuera tan rídículo (parecen chistes sacados de alguna Scary Movie de turno)

El cúmulo de idioteces e incongruencias que se acumulan en “Dragon Wars” hace imposible su disfrute. Tan sólo tres secuencias salvan la película de la mediocridad más absoluta:
La primera es el ataque a la aldea 500 años atrás; la segunda es la batalla que tiene lugar en la ciudad entre el ejército estadounidense y las fuerzas del mal (los citados dragones voladores y lagartos contra helicópteros y tanques): y la tercera es la pelea final entre el Imoogi malvado y el Imoogi bueno, que por fín hace acto de presencia en, por supuesto, el momento más oportuno (salvando a los protas de una muerte inminente, como no podía ser de otro modo)

Son pues, estas tres secuencias las que consiguen entretenernos un poco pese a que los fx no sean ninguna maravilla (también es cierto que los hay peores). Eso sí, beben en su mayoría de otras producciones tipo King Kong o Godzilla (versión Roland Emmerich), y algunos planos parecen sacados de un film de Michael Bay.

Como es lógico, la película, prevista en España para ser estrenada en cines (en EE.UU. lo hizo en septiembre del 2007), ha acabado en las estanterías del videoclub, que es básicamente el lugar donde debe estar. Así que si os dejais caer por ahí, que nos engañe su bonita carátula (de lejos, lo mejor junto a la banda sonora de Steve Jablonsky) porque lo que os vais a encontrar es un costoso y aburrido subproducto que nada tiene que envidiar a los decepcionantes blockbusters made in USA salvo su reparto de estrellas hollywoodienses.


Valoración personal:

10 comentarios:

Jorge - cinenovedades dijo...

Mira vos. En imdb tiene creo que 3,5 de puntuación. Por lo que cuentas se nota que han querido hacer algo similar a los blockbuster de Estados Unidos. Con 75 millones de presupuesto una lástima que el resultado no sea mejor que el que comentas.

P.D.: el otro día vi Godzilla (que siempre por diferentes circunstancias me la perdía) y la verdad que tiene unos efectos especiales excelentes, pero entre el guión muy poco serio y la actuación de Broderick me desilusionó. Por lo menos me quedo con los efectos.

Bien escrito. Saludos, Jorge.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Es que con ese presupuesto tiene mucho delito no haber conseguido mejores efectos especiales. Aunque de tenerlos, la película seguiría siendo mala debido a un deleznable guión y a unos actores pésimos.

Godzilla tiene algunas secuencias muy chulas, pero la película en sí a mi me pareció un bodrio y a Broderick no lo soporto. Me parece uno de los peores actores de la historia del cine, ahí es nada xDD

Saludos ;)

Anónimo dijo...

Qué película más mala!! Me la pestaron hace poco, y debo decir que es tiempo perdido de la peor manera...
Me parece más interesante el tema Godzilla. Decepcionante, infumable son adjetivos que le vienen bien. Obviamente, los efectos especiales son muy buenos, pero la historia y las actuaciones son penosas.
Qué pasará por la cabeza del señor Roland Emmerich?
Al menos para mi, uno de los peores directores en la actualidad.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Ciertamente, mala, mala xDD

Godzilla tb es mala, pero al igual que esta, tiene algunas secuencias bastantes esepctaculares. Aunque eso no salva a la película de ser un fracaso.

Considero que Emmerich está en muy baja forma. A ver si con su próximo proyecto "2012", con el que regresará a la ci.fi, nos da un buen espectáculo.

Saludos ;)

Anónimo dijo...

Lo que me extrañó de sobremanera, fue la noticia de el costo que iba a tener ese proyecto (2012)...si mal no recuerdo, más de 200 millones de dólares.
A decir verdad, me extraña más aún que pongan a Emmerich dirigiendo la peli.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Es que 2012 es una historia creada por Emmerich y el guión lo ha ido ofreciendo a varias productoras vendiéndolo al mejor postor.

Finalmente es la Sony Pictures quien se hará cargo de producirla y parece ser que sí, que le han ofrecido 200 millones para invertirlos en ella.

Rezemos para que no sean un desperdicio :)

;)

Anónimo dijo...

Pues yo vi hace tiempo un trailer y creí que tenía buena pinta. Al menos en cuanto a efectos especiales. Claro que el dinero no lo arregla todo...

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Se podría decir que padece la misma enfermedad que los blockbusters yanquis. Mucho fx que pretende ocultar un guión desastroso y unos actores mediocres.

Las secuencias que he destacado como las mejores, son bastante difrutables, pero el resto es un suplicio.

Saludos ;)

Joel Barish dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pliskeen (David Ribet) dijo...

Me gustaría que el lector que ha dejado el último comentario pudiera volver a dejar su mensaje. Parece ser que ha sido suprimido directamente por blogger (creo que suele hacerlo cuando hay palabras malsonantes o cuando los comentarios aparecen por duplicado)

No quisiera que las opiniones aquí vertidas no tuviesen constancia o se llegara a pensar que he sido yo quien ha eliminado el comentario.

Cada opinión importa.

Gracias de antemano ;)