Alcohólico depresivo, maleducado, engreído, desaliñado y fastidioso. Así es John Hancock, un hombre cuyos superpoderes se han convertido en un gran incordio para los habitantes de Los Ángeles. Y es que cada vez que Hancock interviene para resolver algún asunto y así dar buen uso a sus increíbles facultades, éste no hace otra cosa que empeorar la situación, provocando así la ira de los ciudanos.
En su última y desastrosa intervención, nuestro peculiar superhéroe salva la vida de Ray Embrey (Jason Bateman), un asesor de imagen que, agradecido por evitar su muerte, decide ayudarle a cambiar la imagen negativa que la gente tiene de él. En un primer momento Hancock rechazará el ofrecimiento, pero pronto se dará cuenta de que esa es la única manera que tiene para mejorar como persona y para conseguir que la gente lo acepte como el héroe que realmente debería ser.
Dicho y hecho, Embrey y Hancock se ponen manos a la obra en este lavado de cara, aunque no será tan fácil como ambos esperaban, y menos teniendo a la mujer del primero (Charlize Theron ) en contra de Hancock.
Nadie pone en duda que actualmente Will Smith es uno de los mejores y más versátiles actores de Hollwyood. Y no sólo eso sino que es el úncio que arrastra en masa al público, haga la película haga, sea del género que sea. Ahí esta sino “En busca de la felicidad” para demostrar que no sólo arrasa en taquilla con sus films más comerciales sino también con todo lo que lleve su nombre impreso en un cartel de cine.
Con la incipiente e imparable moda de trasladar todos los superhéroes habidos y por haber del mundo del cómic a la gran pantalla, Smith no podía dejar pasar la oportunidad de subirse al carro con un buen blockbuster. Pero eso sí, la forma de hacerlo ha sido mediante un personaje creado exclusivamente para la película, sin referente comiquero y con un tratamiento más cómico y paródico de lo habitual.
Los guionistas Vince Gilligan y Vincent Ngo crean a Hancock, un superhéroe con problemas con alcohol, amargado por su condición de héroe pero incapaz de cumpirla como es debido. Sólo un asesor de imagen podrá cambiar la impresión que tiene el público de él y así poder reconciliarse con todos aquellos a los que directa o indirectamente ha perjudicado.
La película del actor y director Peter Berg empieza de forma trepidante, con una persecución autmovílistica que ni Michael Bay hubiera firmado de forma tan incomprensiblemente mareante (qué manía la de hoy día de rodar las escenas de acción sin que el espectador se entere de lo que está ocurriendo). En ella no sólo hay tiroteos y explosiones sino también unas buenas dosis de humor, humor que se extiende a lo largo de los primeros 45 min. del film y que casi desaparece por completo en los minutos restantes.
Y es que ahí radica uno de los grandes problemas de la película de Berg. Vender un producto que promete acción y humor a raudales para convertirlo luego en un drama superheroíco que resulta chocante e incongruente con el resto. Y salvo contadas veces, incluso ese humor no llega a ser nunca tan gamberro y desvergonzado como el trailer nos hizo creer.
Podemos decir que la primera mitad es bastante prometedora, con gags cómicos continuos y unas cuantas escenas de acción bien rodadas y realizadas con unos efectos especiales competentes, aunque 150 millones de presupuesto se nos antojen excesivos para lo que vemos (la mitad se habrá ido en el sueldo de sus estrellas principales) Sin embargo, todo cambia en la segunda mitad del metraje, donde el humor disminuye y se torna más light que en su inicio.
Un giro inesperado en la trama que, reconozcámoslo, ayuda a mantener el interés en una historia que parecía que no daba más de así y que iba a venirse a bajo en cualquier momento, convierte los siguientes 45 min. en algo mucho dramático, que no por ser más profundo molesta, sino por parecer metido con calzador en una película cuyo tono no parecía que fuese a ir por ese camino.
Da la sensación que como espectadores, asistimos a dos películas totalmente diferentes metidas en una sola. Y no es que una parte sea mejor o peor que la otra, sino que simplemente nos desorientan, ya que pasamos de las risas a las lágrimas -es un decir- en un santiamen.
Pese a eso, la película se aguanta porque va introduciendo un poco de chica en la trama y porque tiene el carisma de un actor como Smith, que hace el resto. Y es que estamos ante uno de esos casos en los que la estrella de la función salva la película de ser una gran decepción.
Y el resto del reparto está bastante correcto, aunque a Charlize Theron se la ha desaprovechado bastante, tanto como actriz como por su personaje, que podría haber dado mucho más juego. Jason Bateman está en su línea, aunque llega un momento en que su presencia queda ensombrecida por Smith y Theron.
Otra cosa que hubiera necesitado Hancock, aunque por ello se hubiera caído en el tópico, es un villano de peso, no ya con sus mismos poderes, pero si con algo más de interés que tres presos palurdos a los que Hancock atiza sin demasiadas complicaciones.
Así que en definitiva y a pesar de los pesares, Hancock es un a película que cumple -no sin cierta irregularidad- con su función de blockbuster.
Escenas donde el CGI es el rey, divertidas secuencias cómicas y un Will Smith en su salsa, hacen de la película un entretenimiento tan fácil de digerir como de olvidar.
Lástima que no fuera todo lo que los trailers prometían, ya que de ser así estariamos hablando de una película que nada tendría que envidiar a las recientes adaptaciones de la factoría Marvel. Lamentablemente, la idea ha quedado un tanto desaprovechada por querer darle más dramatismo a una historia que simplemente no lo necesitaba.
Valoración personal:
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4 comentarios:
Yo no esperaba nada más que una cosa al estilo de Mi Super Exnovia o algo así, pero esa parte dramática hizo que al final no supiera como coger la película y por eso la dejé en regular.
Yo al fin y al cabo pasé un rato entretenido, pero no esperaba que la película con la que pretendía echarme unas risas acabara en plan melodramático. Tampoco se puede decir que haya un buen equilibrio entre humor y drama, sino más bien todo lo contrario. Una película bastante descompensada.
Saludos ;)
Coincido contigo. También tuve la sensación de ver dos películas bien diferenciadas. Obviamente me quedo con la primera que era lo que esperaba ver, ese giro a la mitad de la película no fue de mi agrado. La cosa hubiera mejorado si el personaje de Charlize Theron fuera la villana de la historia, por lo menos Hancock hubiera tenido un rival a su altura, además que la Theron de villana tiene que ser un puntazo. Aun así pase un rato bastante entretenido.
Saludos.
No hubiera estado mal que Theron fuera la mala de la película. Se podría haber seguido con el tono humorístico y además hubiera ofrecido un duelo final bastante interesante, sin necesidad de meter al tipo del garfio.
Saludos ;)
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