En un mundo devastado por la última Gran Guerra, un reducido grupo de personas intenta sobrevivir al día a día refugiados en un viejo caserón subterráneo. El resto de la humanidad ha sufrido las consecuencias de las armas químicas durante la guerra y ahora se han convertido en los “extraños”, seres putrefactos y sin conciencia que vagan por la superfície y por las “zonas prohibidas” del ocasional refugio, es decir, pasillos adyacentes a la única zona que queda libre de infección.
El contacto con los extraños produce el contagio inmediato del llámemosle virus, por lo cuál se debe permanecer en el refugio día sí y día también, haciendo una excepción tan sólo cuando hay que ir en busca de provisiones (comida, medicamentos, etc.)
Por si esto no fuera suficiente, los supervivientes deben hacer frente también a unos seres (los invisibles) que aparecen en la llamada “hora fría”, momento en el que la temperatura desciende a mínimos y éstos aprovechan para merodear por el refugio.
Con esta premisa, su director y guionista Elio Quiroga abría hace un par de años una pequeña brecha en el estancamiento en el que se encontraba (y sigue encontrándose) el cine español desde hace...bueno, desde siempre. Y es que resulta extraño encontrar una película de ciencia-ficción dentro de una industria decidida a dar cobijo a los “autores” de siempre y a las historias de siempre, siendo pocas las veces que se rompe con esta rutina. Esas pocas veces suelen destinarse al cine de terror, género en el que algunos directores han demostrado una notable capacidad para llevar sus historias a buen puerto, pero aún hoy día siguen siendo raras excepciones dentro de la pobre y reiterativa oferta cinematográfica patria.
La propuesta de Quiroga, pese a no ser muy original, si resulta en un primer momento atrayente. Desgracidamente los resultados no son lo satisfactorios que cabría esperar, debido principlamente a un guión con muy poca sustancia y varios cabos sueltos.
La película ofrece algunos detalles interesantes dentro del género (las retransmisiones televisivas, por ejemplo) y consigue suplir con eficiencia e ingenio la advertida escasez de presupuesto. A esto último ayuda sobretodo una escenografía y fotografía austeras que le dan cierto regusto a serie b bastante agradecido, aunque en algunos momentos se pueda percibir un tono casi amateur.
También la dirección de Quiroga se muestra por momentos acertada, a excepción de las escenas de acción, que se desarrollan con bastante torpeza e insipidez, y en dónde la tensión brilla por su ausencia. Precisamente esa falta de tensión resulta ser uno de los mayores problemas de la cinta, ya que el espacio y el contexto en el que se situa la historia ofrecen muchas posibilidades finalmente poco explotadas/exploradas por el director.
El ambiente no es suficientemente claustrofóbico ni aún bebiendo de fuentes sobradamente conocidas para el aficionado (léase George A. Romero o John Carpenter) y la trama discurre con cierta pesadez debido a los pocos alicientes que la misma ofrece.
Hay que indicar que los personajes, además de tópicos, son bastante planos, por lo que utilizar la mayoría del metraje en mostrar sus relaciones no sirve de mucho si éstas no constituyen un interés altivo en la historia. De esta manera, la muerte de los personajes nos causa bastante indiferencia, más cuando el único que puede resultarle atractivo al espectador acaba en manos de los “extraños” a las primeras de cambio.
Tampoco ayuda que mientras una mitad del reparto se muestra convincente con sus respectivos papeles, la otra mitad resulte sobreactuada y ciertamente incompetente; destancando por encima de todos una pésima Silke, que cada vez que aparece en pantalla arruina la función y desluce el trabajo del resto de sus compañeros.
La película se torna pues un poco aburrida. Los escasos momentos que nos sacan de la monotonía, como por ejemplo la escapada a por provisiones o los 20 minutos finales luchando contra los extraños, son demasiado insulsos como para complacernos (la primera secuencia citada queda desaprovechada porque apenas ocurre nada y la otra porque está rodada sin el menor acierto)
El final, que obviamente no voy a desvelar, resulta tan sugerente como tramposo. De ahí que a la pobreza de la trama se le sumen ciertas incongruencias que, a fín de cuentas, podemos hasta pasar por alto.
La película no deja de ser toda una curiosidad dentro de nuestro cine. Una propuesta interesante pero finalmente fallida que quizás sea recibida por algunos con bastante benevolencia más por sus honestas y admirables intenciones que por sus resultados (bastante pobres, la verdad)
Si el buen tino en producción, sonido y efectos visuales se hubiera visto secundado por un reparto más equilibrado y un guión menos tópico e insustancial, la cosa hubiera funcionado mucho mejor.
Acaba siendo un quiero y no puedo más bien anecdótico. Se puede rescatar, eso sí, esa encubierta denuncia hacia lo estupidas y destructivas que son las guerras e hilando muy fino también hacia los peligros que contrae la manipulación genética cuando las intenciones no son precisamente benignas.
2 comentarios:
Interesante crítica que comentas sobre esta película que no conocía. Es una lástima lo que dices de la misma, ya que la trama a priori parece bastante interesante. Una lástima que la realización no haya estado acorde a lo esperado.
Aquí en la Argentina pasa algo muy similar, se estrenan muchas películas argentinas dramáticas sobre diferentes problemas y que son apoyadas por el Instituto de Cine, que evidentemente a las pocas producciones de Terror o Suspenso que hay de realizadores talentosos, no tienen el más mínimo apoyo. Espero que las cosas cambien pronto y podramas disfrutar de mas ficción en mi país, y también más en el tuyo, aunque creo que está un poco mejor en lineas generales.
Saludos, Jorge.
Por suerte ahora aquí empiezan a tomarse la molestia de invertir en otro tipo de cine, pero por lo general son excepciones.
Ésta por ejemplo se estrenó casi de tapado, con poca publicidad y menor inversión. Eso no quita que el resultado sea pobre no ya debido al presupuesto (apenas se nota) sino a la realización en sí misma.
Aquí en España el cine argentino tb nos llega con cuentagotas. Por lo general algunas comedias y algún que otro drama.
Esta cinta tenía una buena base pero no ha sabido aprovecharse bien. Creo que en parte es debido a la infleucnia americana y al intento de asemejarse a ese estilo yanqui, en vez de crear un estilo propio dentro del cine de género.
Saludos ;)
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