jueves, 13 de mayo de 2010

“Robin Hood” (2010) – Ridley Scott

crítica Robin Hood 2010 Ridley Scott
¿Quién era realmente Robin Hood? A esa pregunta han intentado, en vano, dar respuesta diversos historiadores.

Varios personajes podrían haber servido de inspiración a la leyenda de Robin Hood, pero aún ninguno se ha atrevido señalar, con total certeza, un nombre en concreto, y mucho menos ponerse de acuerdo entre ellos para diferenciar cuánto hay de real y cuánto de ficticio en su historia; o incluso si realmente llegó a existir.

La leyenda de Robin Hood se originó en el siglo XIII a través de las baladas de los trovadores. No fue hasta el siglo XVI cuando su historia fue impresa por primera vez, para posteriormente ser representada en plazas públicas durante los siglos XVII y XVIII. De boca en boca y de mano en mano, el mito del valiente y justo arquero fue creciendo y llegando a todas partes, y de él se nutrió la literatura del siglo XIX con autores como Alejandro Dumas.

También el cine ha querido, en numerosas ocasiones, ofrecer su particular respuesta a tan enigmática pregunta, pero siempre inspirándose más en la vertiente legendaria de dicha fábula. Así es como en 1922 se produciría la primera película del honesto bandido de Sherwood titulada Robin de los bosques.

Ya en el cine sonoro, llegaría en 1938 la segunda versión -bajo el mismo título- de la mano de los directores Michael Curtiz y William Keighley, y protagoni zada por un carismático Errol Flynn. Esta versión, una de las más afortunadas, se convertiría, por derecho propio, en todo un clásico del cine de aventuras. Y si bien hoy día ha quedado bastante desfasada a nivel de vestuario, lo cierto es que sigue siendo, para un servidor, de lo más disfrutable.

Posteriormente llegarían más películas, pero ninguna que estuviera a la altura de aquella. Lo intentaron Henry Levin y George Sherman en El hijo de Robin de los bosques (1946), Howard Bretherton con El rey de los bosques (1948) o Kenn Annakin con Los arqueros del rey (1952)

Walt Disney Pictures estrenaría su versión animada en 1973 con el escueto título de Robin Hood, y tres años más tarde llegaría una original –y crepuscular- propuesta inglesa a cargo del estadounidense Richard Lester, con unos Robin y Marian ya maduritos encarnados por Sean Connery y Audrey Hepburn, en la que sería una de las versiones más curiosas y románticas que se han hecho hasta el momento.

Ingleses, italianos (Robin Hood y los piratas, de Giorgio Simonelli) e incluso españoles (Robin Hood, el arquero invencible, de J.L. Merino) se atrevieron con el mito de Robin Hood, pero no sería hasta principios de los 90 cuando nuevamente los americanos realizarían una de sus más populares y exitosas versiones. Con un gran despliegue de medios y un reparto de altura encabezado por un Kevin Costner en su mejor momento (un año antes había conseguido el Oscar a Mejor película y Mejor Director por Bailando con lobos) se rodaría Robin Hood, príncipe de los ladrones, una vistosa, comercial y sumamente entretenida superproducción propia de la década que ensombreció en taquilla y en elogios a la inglesa Robin Hood, el magnífico, producción cercana al telefilme que se estrenó también ese mismo año.

Un tiempo después, en 1993, Robin Hood sería objeto de parodia por el especialista Mel Brooks en Las locas, locas aventuras de Robin Hood, irregular comedia que supuso la última aparición del mítico personaje en la gran pantalla. Aunque cabe mencionar también que ha tenido su pequeño hueco en series de televisión, como en la ochentera y poco conocida Robin de Sherwood (1984) o la más reciente Robin Hood (2006), espantosa versión juvenil producida por la BBC.

Decididos a explorar o, mejor dicho, explotar una y otra vez las mismas historias, cuentos, leyendas y personajes de siempre (El Rey Arturo, Los Tres Mosqueteros, Sherlock Holmes...), Hollywood no ha podido resistirse a realizar, una vez más, una nueva versión acorde con los tiempos que corren. Esto significa hacer una producción más realista y cruda, que se aleje de la leyenda y se acerque, lo máximo posible, a la figura real de aquél famoso ladrón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres.

Inglaterra, siglo XIII. Robin Longstride (Russel Crowe) es un magnífico arquero que lucha al servicio del rey Ricardo Corazón de León contra las tropas francesas. Años y años apartado de su hogar por la guerra, Robin decide regresar a casa cuando Ricardo muere en el asedio a un castillo francés. A su regreso a Nottingham, Robin entrega la corona del rey a su hermano Juan (Oscar Isaac), sucesor en el trono. Éste se convierte ipso facto en el nuevo gobernante de Inglaterra, y empieza a dirigir el país con mano férrea. En un intento ruín de enriquecerse a costa de un debilitado, empobrecido e indefenso pueblo, Juan decide cobrar a la fuerza unos impuestos que le permitan reinar con todos los lujos posibles a su alcance. Para llevar a cabo tales y exorbitantes impuestos, pone al cargo a su amigo Godfrey, (Mark Strong) quién saquea a los habitantes de Inglattera con el uso de la fuerza.

Estos actos ponen al pueblo en contra del nuevo Rey, lo que debilita su posición ante el enemigo francés. Como ya estaba planeado, esta situación beneficiará a Godfrey, quién aprovechará para traicionar a Juan y ayudar a los franceses a conquistar tierras inglesas.

Dispuesto a defender su patria y a lady Marion (Cate Blanchett), la mujer de la que se ha enamorado, Robin tomará partido en el asunto, y juntará a un valiente y leal grupo de guerreros para intentar unir al pueblo y hacer frente a los invasores.


Lo que en un momento empezó llamándose “Nottingham”, con Russel Crowe como el Sheriff de Nottingham y Christian Bale en el papel de Robin Hood, pasó luego a considerarse como una dupla del propio Crowe para ambos papeles. Finalmente, la cosa quedó en Crowe como el famoso arquero y Matthew Macfayden (Frost/Nixon) el malvado Sheriff. En este punto, cambió también el título, y pasó a llamarse simplemente “Robin Hood”.

La idea que se tenía en mente era la de contar una historia diferente a las que hubiésemos visto hasta el momento. Conocer al personaje desde sus orígenes, antes de convertirse en la leyenda que todos conocemos. Para ello se contrató a los guionistas Ethan Reiff y Cyrus Voris, responsables de Kung Fu Panda, que vieron como su guión no convencía -a Crowe, a quién menos- y sufría la reescritura de Brian Helgeland, autor de L.A. Confidential, Mystic River o El fuego de la venganza.

El supuesto trío amoroso entre Robin, Marion y el sheriff desapareció, y se decidió enfocar la historia por otros derroteros no tan románticos.

Más interesados en los acontecimientos políticos e históricos de la época, se decidió ubicar a Robin dentro del grupo de arqueros del ejército del rey Ricardo I de Inglaterra en un momento en que el país se encontraba en plena bancarrota debido a la guerra contra Francia. Este conflicto dejó al pueblo sumido en la miseria, ya que el dinero y los hombres con suficiente edad para empuñar un arma fueron destinados al combate.

Este es el contexto de esta película, y la historia de Robin Hood se desarrollará entre la muerte del rey Ricardo y la elaboración de la Carta Magna.

El primer tramo de la película nos muestra la feroz contienda que llevan a cabo ingleses contra franceses. Ahí vemos por primera vez a Robin Longstride, un arquero de entre tantos que lucha a cambio de una buena paga con la que mantenerse. La muerte del rey supone un punto de inflexión que, debido a otra circunstancia, impulsará a Robin y a sus compañeros a abandonar la lucha y regresar a sus hogares.

En cumplimiento de una promesa hecha a un noble caballero, Robin se dirigirá a Nottingham, y ahí es donde conocerá a Lady Marion.

El resto es un revoltijo de traiciones, injusticias, venganzas, linchamientos, coqueteos y canciones.

Algunas voces se quejaban del exceso de diálogo y la falta de acción de la película. Lo cierto es que eso no supone un problema si esos diálogos merecen la pena y la trama y los personajes son lo suficientemente atractivos como para sostener el film sin necesidad de mucha pirotecnia. Y así ocurre aquí.

Las batallas y diversos combates más potentes y espectaculares se concentran básicamente al inicio y al final de la película, siendo la parte intermedia la destinada a desarrollar la historia en sí y a sus personajes.

Respecto a lo primero, Scott vuelve a demostrar su enorme destreza tras la cámara para las escenas de lucha, como ya hizo en la exitosa y oscarizada Gladiator o en la fallida El Reino de los cielos (el director’s cut mejora considerablemente el pestiño exhibido en cines, pero no lo suficiente como para considerarla realmente buena). Los enfrentamientos son espectaculares y enérgicos, y la mayoría rodados con cinco o doce cámara a la vez, lo que permite un mayor campo de visión y enfoque del escenario y sus combatientes; lo que luego permite seleccionar y componer las secuencias de la forma más dinámica e intensa posible, dejando muchas veces lugar a la espontaneidad de los propios actores, especialistas y extras.


El transcurso de la historia es de lo más llevadero, con lo que dudo que el espectador pueda llegar a aburrirse en ningún momento, pese a contar con un metraje de casi dos horas y media.

Los personajes están bien perfilados, tanto en lo que respecta a sus virtudes como a sus debilidades. Identificamos fácilmente la posición que ocupa cada uno de ellos en la historia y su propósito en ella. En ese sentido, los personajes claves son Robin Hood, Lady Marion, Godfrey y el rey Juan, apoyados éstos por diversos secundarios que les complementan a la perfección, aunque algunos de ellos queden en un plano demasiado secundario (el consejero interpretado por William Hurt o los compañeros de Robin)

Hay que destacar que la película hace gala, de vez en cuando, de un adecuado y picarón humor, que ayuda a hacer un poco más ligera la trama. Los Merry Men, es decir, los compañeros de Robin, aportan su toque cómico en varios momentos, al igual que el simpático fraile –y apicultor- interpretado por Mark Addy (Full Monty), que conserva las características que siempre ha mostrado en las distintas versiones realizadas (su propensión a la bebida, que no falte)

También la relación amorosa que se establece entre Robin y Marion es amena. Lo que empieza como una unión de conveniencia y a disgusto sobre todo para ella, va poco a poco convirtiéndose en una relación de respeto y luego afecto.

Los piques iniciales son divertidos, y en conjunto, su historia no resulta empalagosa ni demasiado forzada, y se beneficia bastante de la compenetración entre ambos intérpretes.
También es de agradecer –a mi gusto- que no hayan emparejado a Crowe con una jovencita tal como se pretendía al principio (Sienna Miller era la candidata rumoreada), sino con una mujer sólo cinco años menor que él. No tanto por alejarse de la constante habitual de emparejar puretillas con jovencitas, ya que cansa un poquito, sino por la credibilidad que necesita el tipo de personaje que es Marion, una mujer que durante los 10 años de ausencia de su marido, habiéndose casado siendo jovencita, ha tenido que cuidar con autoridad de sus tierras, y eso la ha hecho valerse por sí misma sin necesidad de tener un hombre a lado, manteniendo así un orgullo, una dignidad y una tenacidad inquebrantables. Y ese papel lo lleva adelante Cate Blanchett con asombrosa naturalidad.


Por su parte, Russel Crowe poco tiene que demostrar a estas alturas, por mucho que algunos no le soporten. No es precisamente el tipo más simpático del mundo, pero eso no debe utilizarse para medir –y despreciar- su calidad interpretativa, la cual ha quedado demostrada en numerosas ocasiones, haciendo gala además de una notable versatilidad (muy recomendable su intervención en “El Dilea”, de Michael Mann)

Evidentemente, el papel de héroe lo afronta siempre con garantías. Y como ya ocurría en Gladiator, el guión le permite lucirse bastante en ese aspecto. No faltan las peleas cuerpo a cuerpo, las risas y colegeo entre compañeros, los arrumacos con Marion o los discursos estimulantes a la muchedumbre. Y si ya las lecciones de jinete las traía aprendidas, aquí el actor ha aprendido a usar el arco como si hubiera nacido con uno bajo el brazo.

Del resto del elenco tampoco se pueden sacar pegas. Desde el despreciable Godfrey, interpretado por Mark Strong, cuyo rol de villano domina a la perfección, hasta el eficiente Oscar Isaac como el déspota rey Juan, pasando por veteranos de la talla de William Hurt, cuya sobria interpretación casa adecuadamente con su personaje.

Kevin Durand -muy activo últimamente- con sus dos metros de altura interpreta a un imponente y atlético Little John, al que casi siempre hemos visto como un tipo oriundo y fortachón. Scott Grimes, visto en series como Urgencias o la sobresaliente Hermanos de Sangre (dato curioso: también era el niño de 14 años que hacía frente a los Critters en las dos primeras entregas de la saga), interpreta alegremente a Will Scarlet; y el debutante Alan Doyle, cantautor en la vida real, es el trovador que ameniza algunos pasajes de la cinta.

Danny Huston y Matthew Macfadyen tienen una aparición bastante discreta. El primero porque interpreta al rey Ricardo, que como ya se ha comentado, muere al comienzo; y el segundo porque su personaje, el Sheriff de Nottingham, no es vital para la trama que aquí nos cuentan.

A destacar también a Eileen Atkins como la solemne Leanor de Aquitania, y al siempre impecable Max Von Sydow, que a sus 81 años sigue dando el callo y ofreciendo lo mejor de sí mismo.

Técnicamente, la película es excelente, como ya era de esperar tratándose de una superproducción. Grandes decorados construidos para la ocasión y acabados digitales convincentes para algunas tomas panorámicas que requieren de mayores escenarios y/o de mayor cantidad de elementos de relleno (ya sean barcos, edificios o personas) Además de un apropiado vestuario de Janty Jates, que ya ganó un Oscar por su magnífico trabajo en Gladiator y que colabora por quinta vez con el director.

Las imágenes vienen acompañadas de una potente y épica banda sonora a cargo de Marc Streitenfeld, compositor que ya ha trabajado con Scott componiendo el score de Red de mentiras, American Gangster y Un buen año, además de supervisar el apartado musical de El reino de los cielos.

Con todo ello, “Robin Hood” es una espectacular, épica y emocionante película de aventuras. Una suerte de precuela que termina ahí donde todas las demás empiezan; cuando la leyenda de Robin Hood no hace más que comenzar.

Una visión distinta de este emblemático héroe y un espectáculo francamente recomendable.



Valoración personal:

21 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Por lo que he leido, la pega que tiene el film de Scott, es que se le imprime demasiadas dosis de realidad y muy pocas de leyenda, cuando tradicionalmente es un personaje que se presta al carácter legendario de sus gestas.

LA GUARIDA DEL EREMITA

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Como ya indico en la crítica, lo que ocurre es que la leyenda empieza tras los hechos que aquí se relatan.

La leyenda siempre es la misma, por lo que no tendría mucho interés contar lo mismo pero desde un punto de vista realista. Por eso ese realismo lo enfocan hacia los orígenes del personaje, contándonos algo nuevo y diferente. Algo parecido a lo que hicieron con la reciente "El Rey Arturo"

Las gestas aquí relatadas son tan interesantes o más que las que se puedan relatar en la propia leyenda que ya conocemos.

De todas maneras, tampoco se puede considerar ésta como "la verdadera historia de Robin Hood",porque realmente se desconoce cual sería ésta. Así que ne base a lo que se conoce y lo que se especula, Scott y cía en desarrollado sus propia "precuela" de la historia del legendario Robin Hood.

Saludos ;)

Anónimo dijo...

"Lo que proponemos es un nuevo enfoque, algo refrescante que, a la vez, nos permita fabular sobre quién pudo haber sido Robin y cómo vivió", reconoce Scot en una entrevista.

Ya te digo, y tanto que ha fabulado, como que se ha inventado directamente la historia pasándose la novela "Las Alegres Aventuras De Robin Hood" de Howard Pyle (1853-1911) que es el origen del personaje, por el mismo sitio por el que el Coloso de Rodas se pasaba los barcos (nótese la zafiedad arquitectónica).

Si de veras queréis comprobar lo absurdo que resulta el film, leeros el libro que menciono y que es la cuna y esencia del personaje para compararlo con esta nueva ¿versión? de la historia que se parece a la novela lo mismo que un huevo a una castaña.

Scott ha cogido el nombre y la ambientación histórica y ha rodado una peli de aventuras, que como tal funciona muy bien, pero que no me venga diciendo que es una puesta al día del personaje porque Howard Pyle se estará revolviendo en su tumba.

El colmo del ridículo es ver a Lady Marian convertida en guerrera. Escenas de guerra en la playa en plan "Troya" que quedan muy vistosas, esas filas de ejércitos a lo "Braveheart". Todo muy de cara a la galería para impactar al espectador, pero nada que ver con el personaje. Cambiad el título a la película por el de "Gladiator 2: La Venganza" y os hubiera dado lo mismo con viaje temporal incluido, total, un despropósito más.

Muy buena peli de acción y aventuras? Desde luego. Es esto Robin Hood? Ni por asomo. Me quedo, dónde va a parar, con la mucho más respetuosa, genuina y en mi humilde opinión insuperable versión de Michael Curtiz, ejemplo de un tiempo donde el cine era forma y contenido, y no sólo un mero continente vacuo al servicio del mero espectáculo.

Pero vamos, que para gustos los colores. La puntuación está justificada si lo que queréis es ver un buen film de acción medieval obviando las suspicacias antes descritas.
Saludos.

Pliskeen (David Ribet) dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Pliskeen (David Ribet) dijo...

Bueno, entendería tu indignación si se tratara de una adaptación de la obra de Pyle, pero en ningún momento pretende serlo.

Scott y cía se documentaron leyendo varios libros (más de historia que de Robin Hood), pero para hacer su propia versión, como hace Hollywood en innumerables ocasiones y como ya hicieron con Gladiator (cuyas semejanzas con la realidad histórica de aquella época serían mera coincidencia)

La misma frase que señalas de Scott ya te lo dice todo. Ellos han propuesto un nuevo enfoque mirando al pasado del personaje. Un personaje inventado y, que yo sepa, no documentado por nadie con absoluta rigurosidad o fiabilidad.
Y en base a eso, pues han orquestrado una película de aventuras, que como tal, debe tener esos alicientes que comentas para el disfrute del espectador, y que a mi me parecen totalmente lícitos (aunque a mi más que recordarme a Troya -bodrio donde los haya, por cierto-, me recordó al desembarco de Normandía xD)

Como ya digo en al crítica, esta película acaba donde empiezan todas las demás. La de Curtiz, la de Kevin Reynolds y el resto, que son las que nos cuentan la típica y ya conocida historia de Robin Hood.

No es que esta versión sea irrespetuosa, es que simplemente no tiene nada que ver con lo descrito en la novela de Pyle. No es una adaptación, ni mucho menos, y por tanto no creo que Pyle tenga motivos para revolverse en su tumba.

A fin de cuentas, creo que ni ésta película ni la novela de Pyle, inspirada en las canciones de dicho personaje, tengan ningún rigor histórico. Una es una película de entretenimiento para todo los públicos, y la otra es un cuento infantil/juvenil que adapta la leyenda también "a su manera" (porque Pyle era escritor, no historiador)

--Sigo en el próximo comentario...

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Vamos, que ninguna se puede considerar como la verídica historia de Robin Hood.

Que la historia de Pyle es la que ha inspirado a posteriores generaciones, y que sea su obra la que haya dado pie a todas las películas y series realizadas hasta el momento sobre Robin Hood, no quita que la película de Scott, dentro de otro contexto y con otro tratamiento, sea igual de válida dentro de los términos ficticos en que se mueven ambas.

Que prefieras la obra de Curtiz a ésta, es algo que no sólo respeto, si no que también entiendo, porque a mi me encanta desde que era un crío. Pero que no sea simplemente porque es la que nos cuenta la historia de Robin Hood que ya conocemos y nos gusta.

También me gusta la de Reynolds y la de Scott. Cada una es hija de su época/década, y por tanto cada una se disfruta de distinta forma.

Creo que si "Robin Hood" te ha parecido una buena película de acción y aventuras, entonces ya ha conseguido su propósito.
La sensación que me ha causado a mí es la que se refleja en la crítica, y por ello esa es la justa puntuación que a mi me merece. Que sea o no la historia de Robin Hood que conozco o esperaba, no me parece relevante, o al menos no un argumento de peso para criticarla negativamente.

Veo que mucha gente crítica la película de Scott porque no ven en ella al Robin Hood que conocían. Bien, es que este Robin Hood no empieza hasta que la película acaba. Y si aún así no se parecen, poco importa, porque tampoco pretendían tal cosa.

Los que prefieran quedarse con el Robin Hood de toda la vida, tienen un buen puñado de pelícuals con las que quedarse. Si otros gustan de otra versión dsitinta, pues aquí la tienen.
Y el que pueda dsifrutar tanto de una como de otra, pues aún lo tendrá mejor.

Pero vamos, si se trata de una película de ficción basada en un personaje de ficción, poco cabida tiene aquí mencionar la escasa fidelidad con la novela de Pyle.
En todo caos, las películas que deberían considerarse irrespetuosas son esas que basándose o inspirándose en la obra de Pyle, no se parecen a ella.

Por cierto, a mi gusta que Marion sea una mujer de armas tomar. El tópico de la damisela en apuros ya está muy gastado, y ésta Marion no sólo funciona dentro de la historia que nos planean, sino que además me parece un gran personaje femenino que debería servir de referente.

Saludos ;)

Anónimo dijo...

Exactamente, es cuestión de pareceres. Yo soy más clásico en cuestión de ambientaciones y aunque me parece bien que se aprovechen las nuevas tecnologías y presupuestos estratosféricos para crear superproducciones de este calibre dotándolas de mejor vestuario, mayor número de extras y demás, hay ciertos clichés que sí me gusta reconocer y que personalmente considero intocables. Lady Marian es Lady Marian y no Nikita, pero ya digo, es mi punto de vista, tan respetable como cualquier otro.

En otros casos, soy un ferviente iconoclasta, pero en éste particular, me he sentido sencillamente timado. Es mi impresión. Hay cosas por las que no paso. Por ejemplo, adoro los FX añejos de Ray Harryhausen, pero no tengo nada en contra de la nuevas tecnologías CGI para recrear al Kraken. Ahora bien, que los dioses del Olimpo sean los Caballeros del Zodiaco y que Perseo parezca un marine de maniobras, pues me quema y mucho la moral. No sé si me explico.

Con este simulacro de "Robin Hood" me ha ocurrido algo semejante. Yo me esperaba ver una versión del "clásico" con medios "modernos" y no una "modernidad" con ambientación "clásica". Mea culpa? Quizá. Pero contemplo cada vez con mayor temor como algunas películas hacen referencia en sus títulos a un contenido que luego no ofrecen realmente al espectador.

PD: Espero que esta vez no se tenga que moderar ningún comentario. No es mi ánimo ser polémico. Simplemente me limito a ejercer mi derecho a libertad de expresión sin faltar al respeto a ningún otro usuario. Estamos aquí para hablar y "discutir" (esto es, mantener diferencias de opinión) sobre cine, ok?
Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Primero de todo, comentarte que, como siempre, estoy encantado de debatir contigo. Tus opiniones siempre están bien expuestas, y eso me gusta, aunque luego no estemos de acuerdo del todo o discrepemos en algunos puntos.

Me gusta que los lectores sean lo más partícipes posible, y que no se limiten sólo a dejar una frase por compromiso, sino a mostrar sus impresiones con absoluta libertad. Y como bien indicas, siempre siendo respetuoso y tolerante con los demás.

Nunca he moderado ningún comentario tuyo ni eliminado el comentario de nadie, salvo que fuera spam (y aveces ni esos). Y si lo dices por el comentario suprimido de más arriba... es mío. Blogger no me dejaba publicar del tirón toda la parrafada que te he escrito, así que he tenido que repartirlo en dos. La primera vez me ha quedado mal (he puesto primero la segunda parte en vez de la priemra) y me he autoeliminado el comentario para que hacerlo luego correctamente y que fuera comprensible.

Respecto al cine de antes y de ahora... pues lo que siempre digo... Yo no creo que se trate del formato o el estilo sino de la calidad de la propia película, ess decir, hay películas clásicas de antaño que no me gustan y otras que sí, igual que con las ahora.
Por eso Robin Hood tiene una buena película clásica, y un buen puñado de malas, y también un par de buenas en las últimas década (la de Costner y la de Crowe)
Alomejor en unos años se hace otra, y no vale un pimiento.

Con el tema del CGI siempre digo lo mismo. Mientras sea un medio para contar una historia, y no un fin, por mi encantado. No me molesta el uso de efectos digitales, sino el abuso, especialmente cuanto se limitan a ocultar las carencias del guión.

Hablando de ésta Robin Hood en concreto, yo creo que quizás pensabas que verías la historia de siempre pero vuelta a contar con los medios actuales. Pues lo cierto es que esto es una especie de "precuela", y creo que sabiendo eso de antemano no puede haber confusiones. Otra cosa es que como precuela no guste, que eso es perfectamente admisible, y más cuando las críticas están siendo dispares.

--Sigo en el próximo comentario

Pliskeen (David Ribet) dijo...

De todas formas, a mi me parece que Scott tiene un estilo bastante clásico. Lo que pasa es que esta historia, en plan realista y demás, es muy de nuestros tiempos, y Robin Hood siempre ha sido una fábula con un tono más bien jocoso, y destinada más a divertir que a emocionar.

Creo que la versión del "clásico" con medios "modernos" que estabas esperando, está en los 90, y es la protagonizada por Kevin Costner. Esa sí fue una puesta al día de la historia del Robin Hood de siempre. La de Scott va por otro sendero muy diferente.

Lo que pasa es que quizás hubiera sido mejor titularla de otra forma, ya que el Robin Hood como tal, no aparece hasta los últimos minutos de la película. Pero al igual que sucedió con el rey Arturo, el nombre es conocido por el público y es el que sirve de reclamo. Cmabiarle el título puede suponer perder espectadores, y al fin y al cabo, ésta es la historia -ficticia, por supuesto- de Robin Hood, o como llegó Robin a convertirse en el legendario arquero.

Pienso que es una película que puede dividir al público. Pero si eso ocurre, que sea por lo que opinen de su dirección, de sus actores, de su guión de sus diálogos, etc. y no lo que opinen sobre el personaje en sí, y en si es o no el Robin Hood que esperaban o querían. Eso hay que analizarlo a parte.

Aquí se forjan los orígenes del personaje porque nunca antes habían contados. Y nunca antes habían sido contados porque nadie los conoce. Y para eso está Hollywood. Para inventárselo y contárnoslo de la forma más amena posible. Si eso lo consiguen, bienvenida sea.

Sinceramente, más miedo me dan las dos nuevas versiones que se preparan de Los Tres Mosqueteros, porque ahí sí hay una base literaria que respetar, porque no hay otra fuente que no sea Dumas. Ahora bien, si aclaran desde el principio que serán versiones libres, pues estoy dispuesto a verlas sin reparo alguno. Si luego funcionan o no, ya lo veremos.

Saludos ;)

P.D.: Yo fui de los priemros en considerar esta película de Robin Hood totalmente innecesaria. Y puede que no hiciese falta, pero si hemos ganado una buena película de acción y aventuras, pues eso que nos que ganamos.

Anónimo dijo...

Ah! Pensé que alguien se había sentido ofendido con mi primera opinión y de ahí lo del comentario eliminado. Y es que no es la primera vez que me ocurre en otros sites, pues suelo ser bastante vehemente en mi forma de expresarme, pero vamos que no lo hago con ánimo de soliviantar al personal (bueno, casi nunca, a algunos me encanta "pincharles" xD).

Efectivamente la versión con Kevin Costner no me desagrada y mira que el actor no es santo de mi devoción (tengo pendiente de ver "The New Daughter" a ver qué tal).

Lo de valerse del subterfugio de ser una pseudoprecuela del personaje antes de convertirse en proscrito... lo veo un poco cogido por los pelos por parte de Scott para así tener cierta "carta blanca" en el asunto, pero bueno, tiene un pase.

De todos modos, tienes toda la razón. Fui al cine esperando ver una "remasterización" de mi versión favorita y al encontrarme con "esto", me pillé un buen rebote. Pero ello no me impide reconocer que como peli de acción y aventuras aprueba con nota, pero como adaptación del personaje... de verás que en ese aspecto hasta la versión animada de Disney me parece más acertada.

A mi su film que más me gusta, fíjate, sigue siendo su ópera prima "Los Duelistas", seguida de "Alien" y "Blade Runner" que incluso supera como adaptación a la sobrevalorada novela de Dick en la que se basa. Luego destacaría "Black Hawk Derribado". Y como pésimas, también me resulta "Gladiator" y te aseguro que no le tengo manía a Crowe, que sí me gustó en la edulcorada "Una Mente Maravillosa" o en "Master And Commander".

La que me da miedo, por esta misma visión que tengo respecto a los actuales planteamientos de Scott es su futura e inminente precuela de "Alien". Me da que la va a cagar y mucho, puede incluso que hasta en 3D y todo, fíjate que lo veo venir. Y daría lo que fuese por equivocarme.

Un Saludo!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Bueno, Costner tampoco es que me entusiasme mucho, pero tampoco me parece tan mal actor, y tiene unas cuantas interpretaciones competentes en varias buenas películas (Wyatt Earp, Los Intocables, Bailando con Lobos...). A mi parecer, es mejor director que actor.

A mi Gladiator me encanta. La he visto varias veces y me sigue gustando como el primer día.
"Los Duelistas" me parece un tostón de mucho cuidado, con un planteamiento de lo más absurdo. La riña que surge entre de los dos protagonistas es una absoluta estúpidez, y más estúpida se vuelve cuanto más se alarga. No sé... muchos la consideran de las mejores de Scott y una gran opera primera, pero yo no recuerdo ni siquiera terminar de verla.

De Blade Runner considero que la sobrevalorada es la película. Buena? Sí, Obra Maestra y/o Obra Capital de la Ci-Fi? Ni por asomo.
Y tampoco se parece demasiado a la -correcta- novela, que digamos.

"Alien" es magnífica, pero la idea de realizar una innecesaria y tardía precuela me parece lamentable, la dirija Scott o quién sea (aunque mejor él que otro) Y el 3D en Alien, una película visualmente oscura, es una tontería.

"Black Hawk Derribado" me gusta, aunque no la he vuelto a ver. Y American Gangster es de lo mejorcito que ha hecho en los últimos años. Y es que Scott, por bueno que sea, es también muy irregular.

Saludos ;)

Ramón dijo...

La he visto esta tarde y he salido con sensación agridulce. Por un lado me gusta la atmosfera realista y que se hayan decantado por una visión historica del personaje, funcionando la cinta cómo precuela a la historia ya conocida, como también me ha gustado la historia de amor entre Marian y Robin. Los treinta minutos finales son fabulosos, aunque la aparición de cierto personaje que se une a la batalla me ha sacado un poco de la cinta.

Ahora bien, la película no encuentra el ritmo apropiado en su nudo, había momentos en que he llegado a aburrirme con tanta conversación política y tantos rodeos a la hora de tomar decisiones. Encima veo un error que la promocionen como una gran cinta de acción cuando es de lo que menos hay, tan solo dos grandes secuencias al principio y al final.

Aún así, la he disfrutado lo máximo posible, sin llegar a tu entusiasmo (gran texto el que te has trabajado) la salvaría de la quema.

Saludos !!!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Vaya, pues reitero que yo no me he aburrido ni un sólo segundo. De hecho, puede que lo que más me ha gustado haya sido la parte intermedia, viendo como Godfrey planifica su traición, como Eleonor manipula a la francesa para hacer entrar en razón a su hijo Juan, la relación entre Robin y Marion, el descubrimiento del pasado de Robin, etc.

También he disfrutado de las batallas, pero me ha gustado sobretodo en conjunto. Las casi dos horas y media se me han hecho muy amenas, aunque entiendo que el hecho de que tenga más diálogo que acción pueda ser algo un poco más aburrido para otros.

Saludos ;)

john mcclane dijo...

Si la película ya había llamado mi atención, tu reseña ha logrado que me interese aún más. Tendré que esperar que llegue por estos lados.

Muy buena reseña,
Saludos ;)

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Pues espero que puedas verla pronto y te guste tanto o más que a mí.
Es un film que merece la pena.

Saludos ;)

Rey Nova dijo...

Tremendo articulo, aunque no me lo he leido completo porque aun no he visto la pelicula, la cual no dudo que me gustará; ya me ocurrió con "Gladiador" y "El reino del cielo", los previos trabajos de corte histórico hechos por Ridley Scott.

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Si aquellas dos te gustaron, yo creo que Robin Hood también lo hará.

Espero que peudas verla pronto ;)

Saludos :)

Sam_Loomis dijo...

Aunque ya leíste mi reseña, dejo aquí en resumido mi opinión sobre el filme, que yo siendo ignorante en cuanto a los orígenes o materiales sobre Robin Hood, la valoré meramente por el filme que es.

Una película de aventuras muy bien contada, muy bien dirigida, aunque me pareció fallida en el sentido de que la comedia no funcionó en un par de escenas y la química entre Lady Marion y Robin se siente forzadísima, entre otros aspectos.

Pero el filme a mí nunca me aburrió así que vale la pena mínimo un visionado. Repito que no soy ningún conocedor de "Robin Hood" así que no puedo comentar acerca de que tan lejos o cerca está de la 'escencia' del personaje o esos rubros. Ésta historia me pareció genuina, bien pensada, tangible y con cierto realismo. Me gustó.

¡Saludos!

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Gracias por dejar aquí tus impresiones, ya que así podemos tener opinones más variadas.

Como ya te comenté, el humor a mi sí me gustó y también ví química entre los protagonistas, pero en lo demás creo que coincidimos. Lo importante es que pese a esos defectos que comentas, la película te gustó.

Saludos ;)

Pliskeen (David Ribet) dijo...

Gracias por dejar aquí tus impresiones, ya que así podemos tener opinones más variadas.

Como ya te comenté, el humor a mi sí me gustó y también ví química entre los protagonistas, pero en lo demás creo que coincidimos. Lo importante es que pese a esos defectos que comentas, la película te gustó.

Saludos ;)

Aitor Maiden dijo...

Es algo así como Batman Begins meets Robin Hood. Me ha gustado, por supuesto no está al nivel de Gladiator, pero está muy por encima de aquella fábrica de bostezos llamada El reino de los cielos.